Pascua Lama: «está garantizada la protección del Huasco»

Columna de Paola Vasconi, coordinadora del Programa de Medio Ambiente de la Fundación Terram, publicada en La Nación, 02 de marzo de 2006.


Ahora esperamos que en el proyecto Pascua Lama se establezca desde el principio un comité fiscalizador, integrado por los servicios respectivos y por representantes de las comunidades afectadas.

El 15 de febrero, la Corema de la III Región de Atacama entregó, finalmente, su visto bueno al proyecto minero Pascua-Lama. Si bien en su resolución de calificación ambiental (RCA) se plantea una relevante serie de restricciones y condiciones a la empresa canadiense Barrick Gold para que desarrolle esta iniciativa -entre ellas la no intervención de los tres glaciares que hay en la zona- la compañía se ha mostrado satisfecha con la decisión, ha declarado que no apelará al Consejo de Ministros y dará cumplimiento a cada uno de los requisitos impuesto por el organismo ambiental.

Sin embargo, para quienes hemos seguido desde el inicio este conflicto, consideramos que pese a las medidas dispuestas por la Corema en la RCA del proyecto, estas consideraciones no garantizan por sí sola la protección del valle del río Huasco y de los recursos hidrológicos de la zona. Evidencia de lo anterior la tenemos en proyectos emblemáticos a lo largo del país, que con extensas RCA han contaminado sin que las autoridades ambientales y regionales pudieran preverlo. Por ejemplo, en Santiago, el relleno sanitario Santa Marta, la planta de tratamiento de aguas de La Farfana; en la X Región, la planta de Celulosa Valdivia de Celco, por mencionar algunos.

Hoy, el seguimiento y la fiscalización de las RCA de los proyectos que ingresan al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) es uno de los problemas más graves y deficitarios de nuestra institucionalidad vigente. Datos de la Conama, entregados durante 2005, demuestran que de los 5 mil 534 proyectos aprobados dentro del SEIA, durante el período 1999-2004, sólo mil 600 han sido inspeccionados, lo que significa que 71% de los proyectos aprobados no han sido fiscalizados. En la práctica, hasta ahora, dentro del SEIA sólo ha operado el proceso de evaluación de los proyectos, vale decir hasta que la empresa obtiene la aprobación ambiental. Pero una vez finalizado el proceso, la mayoría de éstos quedan a la deriva sin que nadie certifique el cumplimiento de las medidas que se establecen en la Resolución de Calificación Ambiental.

Ahora esperamos que en el proyecto Pascua Lama se establezca desde el principio un comité fiscalizador, integrado por los servicios respectivos y por representantes de las comunidades afectadas. Sólo de esta manera se dará un poco de transparencia al proceso que, hasta ahora, no ha dejado nada conforme a la ciudadanía en general. Este comité sería el encargado de velar por que el plan de seguimiento y fiscalización de la RCA se cumpla al pie de la letra. Además, en el caso que ocurran impactos ambientales no previstos, velaría para que se tomen las medidas de protección al medio ambiente y a la salud de las personas. Confiamos que la apelación de las comunidades fructifique y tenga buenos resultados, evitando el desarrollo de un proyecto que, a todas luces, causará mayores perjuicios que beneficios al valle del Huasco y que, posiblemente, contaminará un ecosistema de por vida, impidiendo el futuro desarrollo de la zona.

 


Publicado en: Opinión

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