Descontaminación de Santiago

Carta al Director de El Mercurio, por Paola Vasconi, coodinadora del programa de medio ambiente de Fundación Terram, 15 de abril de 2006.

Señor Director:

Días atrás hemos conocido los resultados de la auditoría al Plan de Prevención y Descontaminación (PPDA) de la Región Metropolitana realizada durante 2005. Sus conclusiones indican, entre otras cosas, que a pesar de haberse cumplido el 70% de las medidas establecidas por este plan, la disminución de la contaminación del aire se ha estancado e incluso aumentado en los últimos años.

Esto coincide con el discurso que ha tenido Terram en relación con que las políticas implementadas en el último tiempo por las autoridades para descontaminar la capital no han sido efectivas. Creemos que se ha cumplido un ciclo en el tipo de medidas aplicadas en la ciudad de Santiago -básicamente la sustitución de combustibles contaminantes- y ahora se debe pasar hacia normas más duras.

El problema de la contaminación de la Región Metropolitana es de tipo estructural, y se relaciona con la capacidad de carga de la cuenca de Santiago, que tiene relación con la expansión horizontal de la ciudad, el crecimiento poblacional, y el aumento del parque automotor y de las actividades económicas que en ella se desarrollan. Estos indicadores, en los últimos años, han aumentado significativamente, mostrando el colapso de la capital.

Es tiempo de que las autoridades entiendan que la contaminación atmosférica de la capital es un problema grave y que está afectando la salud de la población.