By Comunicaciones Terram

Salmones fuera de las jaulas

Columna de Giuliana Furci, coordinadora del programa de salmonicultura de Fundación Terram, publicada en La Estrella de Chiloé, 29 de abril de 2006.

No es novedad que muchos de los ríos de la X Región son atractivos para la pesca deportiva. La trucha siempre fue cotizada como trofeo, sin embargo ahora también se encuentran otras especies de salmónidos subiendo los ríos para desovar.

En un reciente viaje al río Petrohué, observamos que salmones Chinook de más de un metro de largo y alrededor de 11 kg de peso, con una dentadura digna de perro salvaje, están subiendo el caudal.

Independiente de su origen -ya sean sobrevivientes de liberaciones intencionales o fugados de centros de cultivo- los peces se encuentran asentados en este río y aparte de estar alimentándose, no cabe duda de que se están reproduciendo.

El hecho de que se estén alimentando no es menor. Es sabido que los salmones son carnívoros voraces y predadores tope en Chile, es decir, no hay otro animal que regule la población naturalmente nutriéndose de ellos. En Noruega, el escape masivo de peces en cultivo es un gran problema. Ya sea por errores humanos o por mal tiempo, los salmónidos se fugan de las redes y muchas veces exponen a poblaciones de salmones salvajes a enfermedades típicas de peces en cautiverio y hacinamiento, y en el año 2005 mas de un millón de peces se fugaron. En los países productores de salmón cultivado del hemisferio Norte, existe una discusión centrada en la interacción de salmones fugados con poblaciones de salmones salvajes.

En Chile no tenemos esa realidad porque no existen poblaciones nativas de salmones salvajes, pero no por ello su impacto es menor. Por tanto, resulta imperativo estudiar su hábitos alimenticios y reproductivos, junto con las rutas que siguen los salmones escapados.

Sería interesante incorporar en Chile tecnologías de punta, como por ejemplo implantes con ubicadores satelitales para los peces con el propósito de investigar el movimiento y las rutas de salmónidos fugados de las balsas jaulas y así determinar si el daño al ecosistema crece producto de los escapes, o si -como dicen algunos productores de salmón- los peces se alimentan alrededor de las jaulas y luego mueren.
 

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  • 24/12/2006