Comunicado de Prensa, Fundación Terram, 7-09-05
Rodrigo Pizarro y aprobación del Proyecto de Ley de Bosque Nativo en las Comisiones unidas de Medio Ambiente y Agricultura en el Senado.Luego que la comisión conjunta de Agricultura y Medio Ambiente del Senado aprobara el proyecto de la Ley de Bosque Nativo para ser votado por la Comisión de Hacienda, Rodrigo Pizarro, director ejecutivo de Fundación Terram consideró como "lamentable" que de la discusión parlamentaria haya salido una ley que significará un enorme retroceso en la gestión sustentable del bosque nativo. "Estos no son los compromisos que asumi? el Presidente Lagos con el mundo ambiental", agregó.
“Haremos lo posible para que esta ley no se apruebe”
Para el economista, esta ley, que fue concebida originalmente como una ley para recuperar el bosque nativo, en realidad lo que se está haciendo es permitiendo la sustitución, al facilitar el cambio de uso de suelo desde bosque nativo hacia cultivos, además de incluso introducir un régimen jurídico que desprotege los monumentos naturales.
Refiriéndose a los próximos pasos a seguir en la tramitación de la ley para que sea finalmente promulgada, Pizarro dijo que esperamos que el proyecto se vote negativamente en la Sala del Senado, para lo cual haremos un esfuerzo con el fin de informar a todos los senadores sobre los perjuicios que acarrea esta ley. Lo mismo haremos también con los diputados, si es que la ley llega a esas instancias. Por último confiamos en el Presidente Lagos en eventualmente vetar esta ley, pues ?stos no son los compromisos que asumió el Presidente con el mundo ambiental.
Entre los puntos más controversiales de la ley, el director de Terram se centró en cuatro de ellos:
Primero, la definición de bosque nativo no incorpora una visión ecosistémica. Esto es crucial para cambiar nuestra visión de los bosques centrada exclusivamente en las funciones madereras, y valorar las demás funcionas que cumplen estos ecosistemas. Pero lo grave es que a través de esta definición se dejaría fuera a cientos de miles de hectáreas que quedarían expuestas a ser utilizada para fines madereros.
En segundo lugar, menció que los recursos para el fomento destinados a pequeños propietarios de bosque nativo son insuficientes y el mecanismo de concurso no es el más adecuado por la complejidad del procedimiento y la inseguridad que provoca.
El tercer punto consistiría en que ésta ley está amparando la sustitución de bosque nativo, al permitir que corran esta suerte unas 340 mil hectáreas de bosque esclerófilo, Con esto se eliminaría una de las 25 zonas más ricas de biodiversidad del mundo.
Por último, señaló que ésta ley ampara la corta de monumentos naturales y especies en categorías de conservación, permitiendo el aprovechamiento de maderas muertas, extendiendo el régimen jurídico que actualmente rige al alerce a las demás especies protegidas, lo que, en este caso se ha constituido en un incentivo para la corta ilegal a través del blanqueo, utilizando permisos de extracción legalmente obtenidos para facilitar la comercialización.