Océanos en llamas

El rol de los mares para disminuir el cambio climático. Sólo el uno por ciento de las zonas marítimas del planeta está protegida. “Un error”, afirma Jaime Rovira, experto de la Conama, “porque los océanos absorben calor”, dice desde Washington, donde participa de la Cumbre de Expertos en Áreas Marinas Protegidas. La Nación 12 de abril de 2007


La situación es seria. Tanto, que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá el próximo martes para debatir sobre los problemas de seguridad mundial que el calentamiento global representa. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático ya apuntó hacia el mar y los devastadores efectos que deberán soportar las poblaciones costeras.

Preocupado por el tema, la Cumbre de Expertos en Áreas Marinas Protegidas de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) está analizando en su reunión anual en Washington, Estados Unidos, estas perspectivas. Ya en la ceremonia inaugural, los especialistas hicieron un llamado a proteger los océanos frente a ésta y otras amenazas al medio ambiente marino.

“Una mejor protección de nuestros océanos es esencial para abordar el cambio climático. Ellos cumplen un papel fundamental en la delineación y regulación del clima y, sin embargo, apenas el uno por ciento está protegido”, dijo Dan Laffoley, vicepresidente de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN.

En esta cumbre de expertos se acordarán medidas para que las reservas marinas puedan combatir el cambio climático y otras amenazas.

“Los efectos del cambio climático pueden ser peores si no nos preparamos para ese cambio. Uno de los preparativos es contar con áreas protegidas marinas. Una red de áreas marinas protegidas en la costa y en el mar abierto nos permitiría tener reservorios de especies, que nos daría más flexibilidad ante los cambios”, reflexiona desde Washington, Jaime Rovira, experto del Departamento de Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental de la Conama que está participando en la cumbre.

A esto hay que agregar que actualmente se pesca en exceso en la mayor parte de los océanos, poniendo a las especies ante una doble presión: la pesca y el cambio climático. Las áreas marinas protegidas reducen en esos lugares la presión de la pesca, según Rovira. “De hecho pueden ser muy útiles para lograr una pesca sustentable, porque en esos lugares las poblaciones de organismos marinos tienen un respiro y su reproducción nutre al resto del mar. En general, ésa es una importante medida de adaptación al cambio climático, que es el tipo de estrategias a seguir para que el asunto no sea peor”.

Océanos protectores

Los océanos son capaces de minimizar los efectos del cambio climático en el planeta. Según Rovira, los océanos se calientan más lentamente que la tierra. Además, este calentamiento ocurre en los primeros 100 metros de profundidad, en circunstancias de que la profundidad promedio de los océanos es de 3.800 metros. “Los océanos absorben calor. Pero también absorben dióxido de carbono, se estima que absorben entre el 30% y el 50% de todas las emisiones. El fitoplancton fotosintetiza el carbono atmosférico, pero además el dióxido de carbono se disuelve en el mar”, dijo Rovira.

El problema es que esa capacidad se está reduciendo, porque el calentamiento del mar reduce la solubilidad del CO2 y altera la productividad biológica. Se estima que al 2100 la reducción de la eficiencia de captar carbono se reduzca desde 4% a 15%.

La absorción del carbono atmosférico también está relacionado con la abundancia del carbonato de calcio, elemento que sirve para la vida del plancton y los corales, que a su vez sirve de alimento y refugio para peces y otras especies de las que el hombre también se beneficia. “Al final se altera toda la cadena alimenticia en el mar y el funcionamiento de los ecosistemas marinos”, señaló Rovira.

 


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