Encargado por la Segpres: Estudio advierte que uso de leña en hogares ya alcanza al 60% en el país
By Comunicaciones Terram

Encargado por la Segpres: Estudio advierte que uso de leña en hogares ya alcanza al 60% en el país

Investigación realizada a petición del Ministerio Secretaria General de la Presidencia revela que pese al alto consumo de este producto, el gobierno todavía no adopta ninguna medida concreta para normar su uso. Asimismo, recomienda que se entreguen subsidios eléctricos para los sectores más pobres, los cuales ya están destinando cerca del 20% de su presupuesto a energía. El Mostrador 24 de mayo de 2007.

Por Carlos González

Un estudio encargado por el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, en octubre de 2006, alertó que pese a que el 59,2% de la energía a nivel domiciliario proviene de la utilización de la leña, Chile todavía no cuenta con una política pública para enfrentar su uso.

El diagnóstico está contenido en la investigación denominada “Una estimación de los impactos en los presupuestos familiares derivados del sostenido aumento en los precios de la energía” (1996-2006), encomendada al Programa de Energía de la Universidad Austral (UACH) y Aserta Consultores.

Uno de los autores del estudio, el experto energético Miguel Márquez, perteneciente a la UACH, precisó que la leña es un “gran problema” para el país, pero a la vez es “una de las grandes alternativas” para mitigar los problemas de vulnerabilidad y dependencia de la matriz energética, donde representa el 20%.

Buscando soluciones

Consultado por cómo se compatibiliza el uso sustentable de este insumo con las necesidades energéticas de la industria y la población, indicó que primero es indispensable estudiar el manejo que se hace del bosque nativo hasta la comercialización final.

“En la actualidad, gran parte de las soluciones al problema de la leña como contaminante no están en el sector energético, están en la política de vivienda, en la calidad de la vivienda social y en los subsidios que entrega el Estado para la construcción”, afirmó.

En esa línea sostuvo, por ejemplo, que al obligar a las empresas a construir con un mejor coeficiente térmico, lógicamente las personas necesitarán menos fuentes de calor. De igual forma, propone que el Ministerio de Vivienda fomente el uso de tecnologías limpias.

“Entre el 15% y el 20% del gasto de energía en los hogares es para calentar agua, eso perfectamente se podría realizar con paneles solares, pero como todavía es muy caro, es posible que una política pública podría promover su utilización”, explicó.

Si bien el investigador habla de la ausencia de normativas para la utilización de combustibles, existen experiencias locales, como en Temuco, donde debido a los altos niveles de contaminación se llegó a la necesidad de implementar normas de certificación de leña, que también se estudian implementar en Santiago.

“Mi objeción a eso es lo siguiente: uno, nadie controla el nivel de humedad de la leña que están vendiendo ni la forma en que se está acopiado; dos, aunque tú promuevas, si a las estufas de doble cámara (promocionadas como menos contaminantes), no le echas el combustible apropiado, contaminas igual o peor, es decir, puedes mitigar levemente el problema, pero la leña requiere una mirada completa”, aseguró.

Además, advierte, que hay muy poco control de la comercialización de este producto, estimándose que su facturación no alcanza al 1%.

Márquez precisó que a partir del estudio las autoridades de la Segpres están evaluando aplicar algunas de las sugerencias contenidas en la investigación, como por ejemplo, utilizar ampolletas más eficientes energéticamente y entregar subsidios eléctricos a los más pobres.

Sectores pobres lo más golpeados

La investigación logró determinar también que los sectores pobres son nuevamente los que más sufren con el alza sostenida de la energía.

Si en 1996 la participación de la energía en los presupuesto familiares era de casi un 8%, en el 2006 supera el 12% y alcanza al 20% de considerarse la leña.

Márquez lamentó que los incrementos en los ingresos observados para este segmento de la población, no hayan compensado los incrementos en la energía.

“La participación de la energía en el quintil más pobre de Chile, llega a ser del 20% en el presupuesto familiar y ¿dónde están esos sectores que gastan más en energía? Están en la macroregión sur, es decir, Octava, Novena y Décima regiones, causalmente aquellas que tienen mayores dificultades de acceso a la energía y dentro de estos grupos están los sectores indígenas”, indicó.

En este marco, los autores del estudio sugieren aplicar subsidios al consumo eléctrico, pero con un límite al consumo entre 120 a 150 KW hora por vivienda. “No se puede otorgar un subsidio abierto, de lo contrario adicionas una presión sobre la demanda energética y como tenemos una ajustada oferta eléctrica, no puedes adicionar otros factor más”, aseveró.

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  • 24/05/2007