Estamos a la mitad del período crítico de contaminación -abril a agosto- que año a año se vive en nuestra capital y ya podemos decir que en el 2007, la ciudad de Santiago registra y registrará una pésima calidad del aire. Al alero de este gris panorama Fundación Terram opina:

By Comunicaciones Terram

Aumento de la contaminación atmosférica en Santiago

1.- Si bien, las condiciones meteorológicas y climatológicas del 2007 nos han jugado en contra a todos los santiaguinos: escasas precipitaciones, bajas temperaturas y predominio de condiciones de estabilidad atmosférica, lo que no favorece la dispersión de los contaminantes. También es un hecho que, a pesar de las evidencias reflejadas en la Auditoría al PPDA en el 2005, en los últimos años las autoridades ambientales y regionales, no han hecho nada nuevo para enfrentar y revertir el problema de la contaminación del aire en la capital.

2.- Hoy la máxima autoridad ambiental del país ha reconocido que la agudización de la crisis en el envío de gas natural proveniente desde Argentina, ha tenido un impacto negativo en Santiago pues, la industria capitalina que, operaba casi en su totalidad con este combustible, ha debido nuevamente reconvertise al diésel y la leña, provocando un aumento importante de sus emisiones. Sin embargo, las restricciones de gas natural argentino, no es un hecho nuevo y se viene registrando desde hace algunos años. A esto, hay que sumarle la creciente utilización de la calefacción a leña en las residencias; los problemas de implementación en el Transantiago; la expansión del parque automotriz de los últimos años, la puesta en marcha de la vieja central Renca, entre otras.

3.- Los antecedentes anteriores son ampliamente conocidos por las autoridades ambientales y regionales, y son los mismos que en el 2005 y 2006 provocaron un amplio debate público en pos de nuevas medidas y políticas para descontaminar la capital. Sin embargo, llegó el 2007 y las nuevas medidas nunca llegaron, más bien muchas de ellas sufrieron retrasos –para el 2008- y otras, más grave aún, se descartaron evidenciando así la falta de voluntad política del Gobierno para avanzar en este tema.

4.- El Gobierno no puede seguir aplicando la política del avestruz en este tema. Es hora de aplicar nuevas y drásticas políticas, si realmente queremos mejorar la calidad del aire de la capital. No es posible que las autoridades sigan apelando única y exclusivamente a la conciencia ciudadana para solucionar el problema de la contaminación atmosférica de Santiago.

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  • 28/06/2007