Contaminación I

Sr. Director:

Estamos recién a julio y ya podemos decir que el 2007 Santiago registra y registrará una pésima calidad del aire. De hecho, a la fecha, la capital no sólo ha vivido 18 episodios críticos de contaminación, sino que ha registrado los peores índices de contaminación de los últimos 5 años y se espera que esta semana nuevamente la capital viva una seguidilla de contingencias ambientales, poniendo en graves riesgo la salud de sus habitantes, especialmente de nuestros niños y adultos mayores.

No podemos negar que las condiciones meteorológicas y climatológicas de este año nos han jugado una mala pasada: escasas precipitaciones, predominio de condiciones de estabilidad atmosférica, lo que no favorece la dispersión de los contaminantes. Sin embargo es un hecho que, a pesar de las evidencias reflejadas en la Auditoría al PPDA en el 2005, en los últimos años las autoridades ambientales y regionales no han hecho nada nuevo para enfrentar y revertir el problema de la contaminación del aire en la capital.

Durante el 2005 y 2006 todos fuimos testigos y participes del amplio debate público en pos de nuevas medidas y políticas para descontaminar la capital. No obstante, llegó el 2007 y las nuevas medidas nunca llegaron a concretarse más bien muchas de ellas sufrieron retrasos –para el 2008- y otras, más grave aún, se descartaron, evidenciando así, la falta de voluntad política del Gobierno para avanzar en este tema.

El Gobierno no puede seguir aplicando la política del avestruz. Es hora de aplicar nuevas y drásticas políticas, si realmente queremos mejorar la calidad del aire de la capital. No es posible que las autoridades sigan apelando única y exclusivamente a la conciencia ciudadana para solucionar el problema de la contaminación atmosférica de Santiago.