SAG RECONOCE TRECE MIL HECTÁREAS DE CULTIVOS TRANSGÉNICOS DE MAÍZ, CANOLA, SOYA Y CÁRTAMO
By Comunicaciones Terram

SAG RECONOCE TRECE MIL HECTÁREAS DE CULTIVOS TRANSGÉNICOS DE MAÍZ, CANOLA, SOYA Y CÁRTAMO

El negocio de exportación de semillas transgénicas es de Monsanto, Agrosearch, Limagrain, Pioneer y Ventroscience.La presión ciudadana ejercida por organizaciones ambientales y sociales pertenecientes a la Alianza por una Mejor Calidad de Vida y por algunos parlamentarios como Marco Enríquez, René Alinco y Ramón Farías, logró que el SAG actualizara la información sobre cultivos transgénicos en el país. Sociedad Civil 10 de julio de 2007.

El pedido de transparencia se fundamentó en el persistente silencio oficial frente a la negativa de Canadá a autorizar el ingreso a su territorio de 200 toneladas de transgénicos procedentes de Chile. El SAG señaló ahora las regiones en que se encuentran las casi 13.000 hectáreas de semillas transgénicas de exportación de la temporada 2005-2006. (ver cuadro en http://www.sag.cl )Esto representa un aumento de 4.328 hectáreas con respecto a la superficie cultivada de transgénicos en la temporada previa, sin que en Chile se haya avanzado respecto a prevenir los posibles impactos en el medio ambiente y la salud humana.

Del total, más de 12.000 hectáreas corresponden a maíz transgénico, seguida por 627,5 hectáreas de canola, 165,6 de soya y 11,4 hectáreas de cartamo o falso azafrán. Los cultivos restantes, con menores superficies sembradas son, en orden de importancia: arroz, zapallo, vid, Brassica juncea (mostaza negra), remolacha, tomate y lino. No se identifican en el cuadro las empresas exportadoras, pero estas son Monsanto, Agrosearch, Limagrain, Pioneer y Ventroscience, listadas como exportadoras de semillas transgénicas en el registro de la Asociación Nacional de Exportadores de Semillas.

Las regiones más afectadas

Las regiones donde hay más cultivos transgénicos son, de mayor a menor, la sexta, séptima y metropolitana. Sólo en la II y XII regiones no se informa de cultivos genéticamente modificados. En todos los casos, se trata de semillas destinadas a la exportación, único uso de acuerdo a la legalidad chilena. Una confusión frecuente es afirmar que en Chile se consume tomate transgénico, pero en realidad el tomate larga vida corresponde a una variedad híbrida, es decir está trabajada genéticamente pero dentro de una misma especie vegetal. En las variedades transgénicas, en cambio, se traspasa la barrera de las especies, insertando en el gen original de la planta un gen de una especie animal (una secuencia que por ejemplo –en el caso del maíz BT1176- corresponde a una bacteria tóxica que es insecticida, Cry1AB de bacillus thuringiensis).

En el cuadro publicado por SAG se informa tan sólo de 11,4 hectáreas de cultivos de cártamo. Pero la información publicada en Canadá (de la cosecha siguiente, 2006-2007) se refiere a 130 hectáreas de cártamo que produjeron 200 toneladas de semilla, retenidas en un desconocido puerto chileno, probablemente San Antonio, ya que allí se encontraba el área de mayor superficie, aunque también podría ser un puerto de la Octava Región. Esa información sigue siendo retenida por la entidad estatal.

Vía rápida a las trasnacionales
El gobierno chileno también se sigue justificando en la protección del secreto comercial para ocultar la ubicación exacta de los predios, imposibilitando la fiscalización ciudadana. Corresponde al SAG aplicar las normas relativas a organismos vegetales vivos modificados OVMs (decreto 1523, 2001). Un departamento dencabezado por Gonzalo Pardo evalúa las solicitudes de introducción, autoriza lugares de acopio y fija franjas de seguridad. No se conocen medidas de seguimiento, fiscalización ni compensación por daños por contaminación. Según la web del SAG hay diez días hábiles de plazo para autorizar el lugar de acopio, seguuidos de apenas 45 días hábiles para aceptar o rechazar cada solicitud de importación. Asimismo limita el plazo a 20 días hábiles si hay una autorización previa.

Los proponentes cancelan una suma acorde con la inspección en terreno y análisis. El SAG confía en la buena fe de los datos científicos, planes de manejo, y otros entregados por las trasnacionales, ya que es poco probable que la información sea analizada en un plazo tan breve.

En Brasil y Paraguay, Monsanto ha desdeñado toda medida de seguridad y los cultivos se extendieron a tal punto que los respectivos gobiernos fueron obligados a legalizarlos. Es una táctica ya conocida. En marzo de 2007 el Ministro de Agricultura, Alvaro Rojas, anunció la extensión de los cultivos de soya transgénica desde la V hasta la VII regiones. Monsanto cuenta con una resolución previa para estos y otros cultivos transgénicos. El director de INDAP, Hernán Rojas secunda en forma entusiasta esos planes.

El principio de precaución
El Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología derivado del Convenio sobre Diversidad Biológica fue ratificado por 140 países, pero no por Chile. Ello obligaría al país a respetar el principio de precaución al tomar decisiones relativas a los OGMs. Chile es centro de origen de especies como papa, tomate, frutilla, y su flora y fauna cuentan con un gran endemismo. La isla de Chiloé, por ejemplo, ubicada mil 190 kilómetros al suroeste de Santiago, es reconocida como centro de origen de la papa (Solanum tuberosum) junto con Bolivia y Perú. Y desde 1987 un banco de especies mantiene allí más de 200 variedades de papa, por lo que diversas organizaciones ambientales impulsan la declaración de Chiloé como zona libre de transgénicos.

La coexistencia imposible
La coexistencia de los cultivos transgénicos con la agricultura orgánica ha sido considerada imposible por productores de España, donde un estudio de casos de Cataluña y Aragón, publicado por Assemblea Pagesa, Plataforma Fuera los Transgénicos y Greenpeace, probó que siete años de cultivos transgénicos contaminaron el maíz orgánico y el convencional. Otro tanto está ocurriendo en México. Información reservada narra experiencias similares en una localidad cercana a Santiago de Chile.

En países de la Unión Europea, y en Cuba, existen leyes específicas sobre organismos vivos modificados y seguridad biológica, que contemplan severos sistemas de Evaluación de Riesgo. En el caso de Noruega, ello se hace incorporando el principio de precaución, así como tomando en cuenta los niveles de incertidumbre reconocidos en el campo de la Ingeniería Genética, respectoo de los efectos en el medio ambiente, en la salud del ser humano y los impactos socio económicos, culturales y éticos. La participación pública y la transparencia son también aspectos relevantes en estos análisis.

Incluso la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), activa promotora de los transgénicos, ha planteado el uso de barreras entre cultivos convencionales y transgénicos ante la posibilidad de que pueda haber contaminación. Su representante para América Latina y Caribe, José Graziano Da Silva, dijo a agencia EFE, que le preocupaban los efectos medioambientales que puedan causar este tipo de cultivos, especialmente en productos básicos.

Por: Lucía Sepúlveda Ruiz
COLEGIO DE PERIODISTAS
e-mail: lusr10@gmail.com

 

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  • 10/07/2007