Un elemento básico en el que se funda la democracia es la libertad y especialmente la libertad de expresión. La imperfecta democracia en la que vivimos hoy en Chile ha sido testigo esta semana de un nuevo atropello a este derecho fundamental: la flagrante censura a los avisos en vía pública de la Campaña por una Patagonia Sin Represas. Una situación no sólo insólita sino que además grave y preocupante. Respecto a ello, Fundación declara:

By Comunicaciones Terram

Protección del medio ambiente y libertad de expresión

– Los hechos hablan por sí solos. Junto con el lanzamiento del libro del mismo nombre, el jueves 04 de octubre pasado, se programó una campaña publicitaria a través de la prensa, internet y avisos en la calle y otros lugares públicos, incluyendo el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, donde se instalaron varias gigantografías, alusivas a la defensa de Patagonia de proyectos hídricos de gran envergadura. Sin embrago, grande fue la sorpresa los anuncios fueron retirados del aeropuerto de Santiago,  sin previo aviso, argumentando que eran controversiales.

– En el aeropuerto de Balmaceda, anuncios similares fueron burdamente tapados, sin que los responsables se molestaran siquiera en dar una explicación. La situación fue aún más grave en el caso del Metro de Santiago, que se negó de plano a acoger la campaña, señalando que generaba  controversias y que estaba fuera de los lineamientos de la empresa.

– Consideramos  necesario aclarar que lo que se estaba solicitando en estos casos no era caridad. La Campaña Patagonia Sin Represas se ha manejado, para estos efectos, como una campaña publicitaria cualquiera, a través de una agencia y contratando medios y espacios publicitarios pagados a precios de mercado.

– Agrava la situación el hecho de que en ambos casos el rechazo ha provenido de empresas del Estado, es decir, pertenecientes a todos los chilenos; con mayor razón debieran estar abiertas a toda la comunidad. Tanto Metro S.A. como los Aeropuertos, son entes públicos dependientes administrativamente del Ministerio de Obras Públicas, por ello, siempre debieran estar dispuestos a constituir canales de expresión de mensajes, como el de la Campaña por una Patagonia Sin Represas.

– La censura aquí expuesta, abre un debate indispensable para la comunidad nacional, ante la inminencia de la avalancha de megaproyectos hidroeléctricos que las grandes transnacionales pretender imponer para el país. Se trata de una campaña no sólo legítima, sino además indispensable para el país, que busca fomentar la discusión y sacar a la luz pública las cuestiones de fondo en relación al proyecto de construir represas en Aysén.

– Endesa, en tanto, echando mano a todo el poder económico y político -que es capaz de exhibir una gran transnacional- no ha tenido problemas para difundir desde hace meses su propaganda en favor del proyecto. Pretende convencer a los chilenos que las hidroeléctricas en Aysén responden a un "proyecto país", cuando en realidad, bien sabemos que se trata de una iniciativa privada y como tal su mayor beneficiario es el propio titular del proyecto.

–  Ante esta situación, no queda más que hacer un enérgico llamado para que la autoridad tome cartas en el asunto, y reviertan la absurda e impresentable decisión de “censurar” la Campaña por una Patagonia Sin Represas.

 

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  • 11/10/2007