Alimentos en las nubes

Alerta global por aumento vertiginoso del precio de la comida. La Nación, 27 de marzo de 2008.


El crecimiento de la población mundial y un abandono de las dietas basadas en granos están contribuyendo a un rápido aumento del costo de los alimentos, que ya ha hecho estallar disturbios en varios países africanos. Las amenazas para los países desarrollados y en desarrollo y los obstáculos en el camino hacia un aumento de productividad.

Si uno busca bajo la superficie de importantes convulsiones políticas o sociales -las revoluciones francesa o rusa, el colapso militar de Alemania en 1918, o más recientemente la Plaza de Tiananmen en China- descubrirá que los la escasez de alimentos, provocadas por las pérdidas de las cosechas, el bloqueo naval o el alza vertiginosa de los precios, yacen en el centro del problema.

No es de extrañar, entonces, que las recientes alzas pronunciadas del costo de los comestibles básicos, incluyendo el trigo, la cebada, el maíz, el arroz, el algodón y la soya, están emitiendo ondas de choque alrededor de un mundo desarrollado acostumbrado a los precios de oferta en los supermercados.

En los países menos desarrollados, la situación es más seria: los alimentos más caros han provocado disturbios en el África occidental ex francesa, Yemen y Zimbabwe. En Burkina Faso, uno de los países más pobres de África, fueron llamadas las tropas para sofocar el extendido desorden público. También se han reportado alteraciones del orden en Mauritania y Senegal.

China

El resultado del creciente precio de los alimentos ya se está sintiendo con fuerza en China. Robert Ziegler, del Instituto Internacional de Investigaciones del Arroz (Filipinas), alerta que es posible un "descontento civil" puesto que los chinos están comiendo más arroz del que se está produciendo, y que en cinco años su costo se ha duplicado (a 400 dólares la tonelada). "Estamos en una etapa de precrisis", dice.

El año pasado, Rusia introdujo controles de precios minoristas de algunos alimentos básicos para impedir que los costos de las compras hagan mella en la popularidad del gobierno de Putin, y la semana pasada la ONU dijo que los precios de los alimentos han aumentado 75% desde el año 2000 y que las restricciones presupuestarias podrían forzarla a racionar la ayuda alimentaria a los países en desarrollo.

En la actualidad, por primera vez en la historia, la cantidad de personas que viven en ciudades es igual al número de personas que viven en el campo, lo que ilustra la rápida industrialización que han tenido países como Brasil, la India y China. El precio de los alimentos está apuntando hacia arriba por una variedad de razones, pero tomadas en su conjunto, éstas representan "una tormenta", dicen los analistas. Se espera que los aumentos de precios continúen siendo elevados por los próximos dos o tres años, quizás más.

En primer lugar, la inflación del precio de los alimentos está siendo impulsada por la creciente demanda de las clases medias de Asia y América del Sur a medida que las personas se cambian de los granos básicos a dietas basadas en proteínas, lo que implica un mayor consumo de carne, leche, frutas y vegetales, aunque el arroz continúa siendo un alimento básico popular tanto para los ricos como para los pobres de las ciudades y del campo. A medida que más personas recurren a dietas basadas en el consumo de carnes, se necesitan granos adicionales para alimentar a mayores rebaños ganaderos, impulsando aún más la demanda.

Aumenta la población

En segundo lugar, la población mundial continúa aumentando: de 1.600 millones en 1900 a 6.500 millones en la actualidad y se pronostica que esa cifra alcanzará el máximo en 9 mil millones para finales de siglo. El crecimiento de la población impone presiones adicionales sobre las tierras cultivables, que ya están siendo erosionadas por el calentamiento global.

Contra este telón de fondo poco prometedor, extensas áreas que podrían utilizarse para cultivar alimentos están siendo traspasadas a la producción de etanol y biodiésel, obtenidos a partir del maíz, el azúcar, la soya y el aceite de palma.

Un informe de la FAO dice que "los biocombustibles tienden a desviar recursos de la producción de cultivos alimenticios a la de materias primas para la producción de biocombustibles".

Los subsidios también juegan un papel. Los agricultores de los países en desarrollo han sido desplazados del mercado por el mundo desarrollado, gracias a los subsidios agrícolas que han protegido a sus homólogos en Occidente durante el último cuarto de siglo.

Los precios crecientes han permitido a la Unión Europea y Estados Unidos reducir estos subsidios, pero no lo suficiente para aliviar a los agricultores africanos. Estos se han quejado que los países ricos han incrementado la producción de manera desleal y han provocado la caída de los precios.

Entonces, ¿podrá la trayectoria ascendente de los precios de los alimentos constituir una oportunidad para los agricultores africanos? El problema es no saber en qué nivel van a estar los precios en un lapso de diez años. En los países en desarrollo, la inversión en la agricultura ha disminuido y los países más pobres se han vuelto cada vez más dependientes de las importaciones para satisfacer sus requerimientos domésticos de alimentos. Pero, ¿se atreverán a invertir fuertemente ahora, sólo para encontrarse en unos años con que la burbuja estalla?

Cultivos genéticos

Sebastian Barrack, director de investigación sobre commodities del australiano Macquarie Bank, dice que la inflación del precio de los alimentos podría disminuir o hacer una meseta en dos o tres años, a medida que los suministradores aumenten la productividad y, quizás, inviertan en alternativas como cultivos genéticamente modificados. Añade: "Suponiendo que las condiciones climáticas sean normales (tal vez una gran suposición), los mercados podrían acumular reservas y volver a tener excedentes, pero eso tomará tiempo".

Inclusive la idea de una crisis alimentaria suena a música celestial para los inversionistas y especuladores que han ganado miles de millones a costa del boom de los recursos naturales en los metales no refinados, el petróleo y el gas. Actualmente existen nuevas oportunidades de inversión en tierras de cultivo, tecnología agrícola e infraestructura.

Especialistas mencionan que los precios de la tierra en Rumania son atractivos con relación al resto de Europa y la demanda está aumentando. Además los inversionistas están amontonándose en los fondos especializados en commodities operados por grandes bancos.

Y sin embargo, es difícil establecer tendencias futuras, y existe una colección de puntos de vista al respecto. La ONU dice que existe un 12% más de tierras cultivables disponibles que no están forestadas. Otros dicen que la producción agrícola se puede incrementar solamente destruyendo bosques, lo que plantea el fantasma de una catástrofe ambiental.

La seguridad alimentaria a nivel mundial se está volviendo rápidamente uno de los temas más importantes del siglo XXI.

 


Publicado en: Resumen de prensa

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