Energía y desigualdad

Columna de opinión de Sebastián Ainzúa, Ecomista Fundación Terram, publicada en portal Foro Ciudadano.cl el 15 de abril de 2008.

By Comunicaciones Terram

Energía y desigualdad

La inflación es un fenómeno regresivo porque empeora la distribución del ingreso, ya que las personas de menores ingresos se ven más afectadas por la creciente inflación. Por ejemplo, mientras la inflación acumulada a marzo de este año es, según el índice general, de 8,5% , la inflación para los más pobres lleva acumulado un incremento del 10,5%.

Precisamente en ese contexto, las autoridades del gobierno anunciaron la entrega de bonos solidarios, como forma de amortiguar el incremento de precios, tanto de alimentos como energías. Sin embargo, dichos bonos son sólo una medida paliativa que no enfrenta el problema de fondo que se refiere al desigual impacto de las alzas de precios e impacto de largo plazo sobre las familias, en particular en el caso de la energía.

El alza de los precios de la energía, afecta a los distintos sectores de la economía chilena, sin embargo, son las familias de menores ingresos quiénes reciben el impacto más fuerte por las continuas alzas de precios de las energías, ya que destinan –proporcionalmente- una parte considerable de sus ingresos a su consumo.

Las familias de menores ingresos destinan más del 8% de su presupuesto al consumo de energías, mientras que las familias de altos ingresos, a penas un 3%. En este contexto, evidentemente el impacto del alza de los precios es dos veces más importante en los presupuestos familiares de los pobres que en los sectores acomodados. Más aún, los datos de inequidad en el acceso a la energía son mayores en regiones, donde la energía llega a representar cerca del 20% del total en los sectores socioeconómicos bajos.

Haciendo un análisis de lo expuesto, se puede concluir que la política de tarifas de energía (precios) y los patrones de consumo y gasto tienen tales impactos sobre la equidad social que es necesario replantear la política pública respecto de una “mitigación de impactos”. No bastan los bonos solidarios de corto plazo para resolver los problemas de inequidad. Se requieren políticas de eficiencia energética y de uso de energías renovables que permitan sustentar el consumo de las familias más pobres a lo largo del tiempo, sobre todo en un contexto de alzas de precios constantes y crecientes, que –en el mediano plazo, al menos – no tiene solución viable.

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  • 14/04/2008