Microalgas altiplánicas podrían transformarse en biocombustibles
Otra de las opciones que no compite con la producción de alimentos. Investigadores de la Universidad de Antofagasta ya consiguieron preparar pequeñas muestras del biodiésel y están probando nuevos métodos para producir de forma más eficiente. Las microalgas son un recurso hasta ahora no explotado en Chile y que puede convertirse en uno de sus fuertes en materia de energía. La Nación, 30 de octubre de 2008.
La desértica zona nortina chilena ofrece varias alternativas para diversificar la dependiente matriz energética nacional. La zona es una de las más beneficiadas por la luz solar en el mundo, ofreciendo una gran potencial para la producción de energía solar, pero también es el lugar elegido para cultivar especies no aptas para el consumo humano y que son útiles para la producción de biocombustibles.
Las microalgas, que por años se han utilizado para alimentar salmones, hoy llaman la atención por su rendimiento como combustible. En la actualidad son objeto de estudio de varios equipos científicos que pretenden optimizar su producción y convertirlas en biodiésel. Mariella Rivas, bióloga marina e investigadora del Centro de Investigación Científica y Tecnológica para la Minería (Cicitem), de la Universidad de Antofagasta, dirige un equipo que trabaja con la Botryococcus braunii, una especie que crece en agua dulce, en las lagunas altiplánicas del norte, y que destaca por su alto contenido de hidrocarburos naturales, pues entre el 45% y 75% de su peso seco puede ser convertido en biodiésel.
El año pasado ganaron un Fondef y por tres años trabajarán junto a las empresas Panades Ltda., Westfalia Separator Chile S.A. (que proveen equipamiento) y Algas Prodalmar Ltda. (productora de microalgas). Partieron trabajando con la Botryococcus, la importaron, pero en la actualidad también prueban con algas nativas. "La idea del proyecto es manejar los factores bióticos y abióticos que rodean la microalga, es decir las condiciones de cultivo, temperaturas, condiciones de Ph, para que a la larga logren el máximo crecimiento", explica Rivas. Ese es su principal objetivo, ya que en los lugares en que se ha intentado cultivar la microalga no han logrado masificar su producción. La microalga crece lento, en principio, "tardaba cerca de 40 días en llegar a su crecimiento completo, nosotros manejando variables logramos tener un cultivo en 15 días", añade la experta.
Condiciones climáticas
Las condiciones climáticas del norte grande pueden convertirse en el factor que asegure el crecimiento óptimo de estas especies. "Antofagasta tiene una temperatura más o menos estable durante todo el año. En el invierno baja un poco, pero son un par de grados menos, entonces, igual es posible cultivar las microalgas durante todo el año. Igual nosotros hemos hecho cultivo a nivel de mar, donde está ubicada la universidad, que será a unos 100 metros de la costa, y también hemos trabajado con cultivos en el desierto, y en ambas localidades la microalga ha sido capaz de manejarse súper bien", señala Rivas.
"La temperatura de aquí, el agua, los nutrientes, todo eso favorece la producción del biodiésel. Nosotros estamos trabajando con un grupo de la facultad de Química (de la misma universidad) y ya han obtenido biodiésel a partir de microalgas, pero en volúmenes pequeños. Están probando diversos procesos -el principal es la transesterificación química-, hay varias variables que uno puede ir manejando", indica la investigadora.
El biocombustible que obtendrán ofrece las mismas características que el petróleo diésel en cuanto a poder calorífico y, según sus cálculos, tendría un precio similar, aunque seguirán trabajando para abaratar los costos. "Aun cuando el precio sea similar tiene bastantes ventajas, no emite dióxido de carbono, no hay emisiones de azufre, no contamina, es renovable, no compite con la producción de alimentos. Además en la zona norte no se puede cultivar nada más, las microalgas son la alternativa para esta zona estratégica y a nivel mundial también", asegura.