Marine Harvest rechaza propuesta de eliminar producción de salmones en lagos

Romero había manifestado que en la etapa de crecimiento de alevines que se realiza en agua dulce -para preparar el ingreso de los peces a los centros de cultivo en el mar- no existen controles biológicos suficientes para evitar la diseminación de enfermedades.

Al respecto, el gerente general de Marine Harvest, Álvaro Jiménez, reconoció que los centros de piscicultura en lagos -con los que cuenta la empresa y otras grandes salmoneras- “conllevan ciertos riesgos sanitarios”, pero señaló que éstos “no son descartables de seguir utilizando bien manejados como se está haciendo ahora, por ejemplo, con descansos coordinados y otros manejos que antes no se hacían”.

Fiscalización

Hace algunas semanas el director del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), Félix Inostroza, indicó que el virus ISA también se puede presentar en la fase de agua dulce, por lo que la institución está fiscalizando esta etapa de producción.

“El servicio ha establecido todo un sistema de vigilancia de todos los centros de acuicultura desde la fase de agua dulce, y desde hoy día tenemos monitoreo en las pisciculturas desde la Séptima Región al sur”, dijo Inostroza.

Jiménez explicó que con las nuevas regulaciones a los centros de producción en lagos, “los manejos y cuidados se extremarán” por lo que -señaló- “no es descartable pensar que sean trabajados en forma absolutamente sustentable, como se hace en otros países”.

“Las obligaciones de muestreos o screnning no permiten el traslado de peces con rastros de enfermedades o virus, y sus producciones deben eliminarse, así como el centro debe entrar en desinfección y descansos obligados”, enfatizó el gerente general de Marine Harvest.

Salida de los lagos

El secretario ejecutivo de la “mesa del salmón”, Felipe Sandoval, indicó que Sernapesca inició una investigación para detectar el estado y la expansión del virus ISA en los lagos.

El objetivo de este informe -precisó- es determinar en qué grado está la enfermedad y así “poder tomar medidas al respecto”, pero descartó de plano que las concesiones se puedan caducar, ya que “existen derechos adquiridos”.

Sandoval explicó que uno de los objetivos de las garantías financieras que entregaría Corfo a la industria -por US$ 120 millones- es “incentivar a las empresas a que salgan de las concesiones de los lagos”.

Así, las empresas podrían obtener recursos necesarios para instalar sistemas de recirculación de aguas o realizar sus procesos de agua dulce de salmones en ríos, tal como lo realizan algunas empresas.

Al respecto, Álvaro Jiménez señaló que en el largo plazo “vemos como más conveniente el uso ampliado de sistemas de recirculación, por razones de seguridad”, pero detalló que esto sólo “cuando las tecnologías y finanzas lo permitan”. Agregó que “los sistemas en tierra, al margen de ser más caros,  necesitan tiempo para validarse y poder controlarse totalmente”.