Un nuevo round en torno a los OGM

Las acusaciones de la francesa Marie Monique Robin contra la transnacional biotecnológica Monsanto, en su libro "El mundo según Monsanto", y la posición de la empresa frente a ellas dejan al rojo la polémica discusión en torno a los cultivos transgénicos. Revista del Campo El Mercruio, 06 de abril 2009.


A los Organismos Genéticamente Modificados, OGM o transgénicos, se les ataca y se les defiende con pasión. Los ambientalistas los acusan de destruir el medio ambiente y de provocar efectos en la salud humana. Científicos, industrias y agricultores de distintas partes del globo los defienden como la solución a problemas productivos, medioambientales e incluso del hambre del planeta. Lo menos que provocan es curiosidad, ante una tecnología nueva y, todavía, bastante desconocida. Y la polémica está siempre en torno a ellos.

Los mismos ataques y defensas sufren quienes los producen. Y entre ellos, la transnacional Monsanto está desde hace ya varios años en la mira. La compañía con base en Saint Louis, Estados Unidos, es sindicada como la mayor impulsora de los OGM en el mundo. Y es esa una de las razones que motivaron a la documentalista francesa Marie-Monique Robin a escribir "El mundo según Monsanto", libro que lleva 130 mil ejemplares vendidos en Francia, que en septiembre llega a Estados Unidos y que la semana pasada, invitada por la ONG ambientalista Rap Al, presentó en Santiago.

"Lo que revelé es que Monsanto tuvo un papel fundamental en la manera en que los transgénicos llegaron a los campos, sin ser debidamente investigados. Me centré en esta compañía porque el 90% de los transgénicos cultivados en el mundo son de ella. Syngenta y las demás empresas sólo siguieron el empujón que les dio esta transnacional", explica la francesa.

Aunque en Monsanto tienen como política la del bajo perfil, Alfredo Villaseca, presidente en Chile de la transnacional, se refiere al tema.

"Este material (el libro), como otros que tratan de descalificar a la biotecnología agrícola en general y a Monsanto en particular, reflota argumentos que hace mucho tiempo han sido desestimados por científicos de renombre e instituciones internacionales; o toman acontecimientos fuera de contexto con el fin de desprestigiar".

Uno de los puntos centrales de la investigación está en que la empresa transnacional habría ejercido presiones políticas para conseguir la aprobación de sus productos. Entre los manipulados estarían la EPA (la Agencia de Protección de Medio Ambiente de Estados Unidos, en sus siglas en inglés) y la Food and Drugs Administration (FDA) de ese mismo país.

De acuerdo con Robin, la FDA basa la legislación para los transgénicos en "el principio de equivalencia sustancial", es decir, que las plantas transgénicas y no transgénicas son básicamente iguales en cuanto a los nutrientes que proporcionan, por lo que no se requiere de una normativa específica para los transgénicos.

Según la documentalista, este principio no se basa en investigación, sino en la presión ejercida por la empresa a los integrantes del organismo estatal durante la presidencia de George Bush padre y de Bill Clinton.

"Si no se bajaba la cabeza ante el desarrollo rápido de la biotecnología y los cultivos transgénicos uno era considerado como alguien contrario a la ciencia y al progreso. Pienso que debería haber hecho más pruebas, pero las empresas agroindustriales no querían porque habían hecho grandes inversiones para desarrollar esos productos. Sufrí muchas presiones para que no fuera tan exigente", explica en el documental, Daniel Glickman, ministro de Agricultura de Estados Unidos entre los años 1995 y 2000.

Sobre el tema de la influencia en las autoridades y las entidades de distintos tipos, Villaseca comenta que la empresa se rige por las leyes norteamericanas. ‘Todo lo que se hace está controlado por el Ministerio de Justicia. Además, para comprar a la cantidad de gente y entidades que se señalan habría que tener tal cantidad de plata, que se requiere una empresa de un nivel de riqueza casi impensable’.

Sobre la seguridad de los testeos y la investigación, Villaseca plantea otra realidad.

"Antes de ser comercializado, cualquier cultivo biotecnológico es sometido a una serie de rigurosas pruebas de seguridad y cumplimiento regulatorio, abarcando múltiples años y pruebas sistemáticas para establecer su seguridad alimentaria y ambiental. La seguridad de estos productos es examinada por organismos regulatorios de cada país, de acuerdo con lineamientos de evaluación de seguridad internacionalmente aceptados", dice Villaseca.

El Roundup bajo la lupa

El Roundup es un herbicida a base de glifosato que suele recomendarse como el indicado para controlar las malezas, en el caso de los cultivos transgénicos resistentes a él. Su efecto es que destruiría toda la vegetación anexa, sin afectar al cultivo. El primer transgénico cultivado fue la Soya Roundup.

La crítica de Robin es que durante 30 años el herbicida fue publicitado como biodegradable, cuando un estudio efectuado en 2007 demostró que sólo se degrada en un 2% después de 28 días. Ese mismo año, Monsanto fue juzgado en Francia por publicidad engañosa, lo que motivó el retiro de la palabra "biodegradable" de los envases. No es el único juicio que ha tenido la empresa por temas similares. En 1996, el fiscal general de Nueva York demandó a Monsanto por publicidad engañosa en lo que respecta a la seguridad de sus herbicidas Roundup.

Sobre el producto, Villaseca señala que puede utilizarse en forma responsable. "Tanto Roundup como otros productos a base de glifosato pueden usarse como parte de un programa de control de malezas con responsabilidad ambiental y se ajustan a la visión de agricultura sustentable y protección del medio ambiente". Sostiene que el producto, de acuerdo con los ensayos, aplicado según las recomendaciones de la etiqueta, se degrada y es de ínfimo riesgo para la salud humana.

Suicidios y mastitis

Otra de las críticas que plantea el documental apunta al producto conocido comercialmente como Posilac, una hormona sintética de crecimiento bovino que incrementa la producción láctea, prohibido en Europa y Canadá. La empresa asegura que la hormona aumenta en 20% la producción de leche, sin que ésta cambie su composición química.

El documental muestra estudios, como el del doctor Richard Burroughs, que comprobarían que provoca cambios fisiológicos en el animal, tales como el aumento de cerca de 32% del ovario izquierdo, además de ocasionar problemas de reproducción. Respecto de la leche, dicen que haría a la vaca más propensa a la mastitis, y debido a que la enfermedad se trata con antibióticos, en la leche hay mayor presencia de ellos y pus.

En Monsanto sostienen que la FDA de EE.UU., la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Médica Norteamericana, la Asociación Dietética Norteamericana y organismos de regulación de 30 países han acordado que la leche de vaca con suplemento de Posilac sigue siendo el mismo producto de siempre. "Creemos que los productores deben tener la oportunidad de elegir las tecnologías que utilizan. Restringir el uso de tecnologías seguras y efectivas puede afectar tanto la producción de leche, como la rentabilidad".

En uno de los capítulos, el libro plantea que el uso de transgénicos estaría provocando un gran número de suicidios de agricultores en India. La causa sería que la relación con Monsanto les generaría muchas deudas y que los OGM volverían a los pequeños agricultores, que utilizan algodón Bollgard completamente dependientes de las fuerzas del mercado.

Villaseca reconoce que el tema de los suicidios es trágico, pero agrega que hay que entender que detrás de ellos hay una variedad de razones sociales y económicas, independiente de que el estrés financiero puede ser un factor importante. "Estas situaciones desgraciadamente son históricas en la India y anteriores a la introducción de algodón biotecnológico en ese país, en 2002".

No hay presiones

La documentalista cuenta que antes de publicar el libro tomó un abogado que revisó cada palabra del documental y del libro. "Fue para evitar los juicios, porque Monsanto suele hacer juicios a cualquiera que se levanta en su camino, y a la empresa no le importa perderlos, porque al fin y al cabo es una manera para aterrorizar a los periodistas", señala.

Eso sí, reconoce que no ha recibido ninguna presión de la transnacional. "Tuve mucha suerte, porque se si busca en la web, el libro es un fenómeno internacional, que es para mí la mejor protección".

Al final está claro, entonces, la polémica – con su cuota de ataques y defensas- es la única constante que sigue en torno al tema.

MONSANTO EN CHILE

Para Monsanto Chile tiene una importancia baja, al menos en lo que se refiere a la venta de sus semillas, ya que el mercado local es muy pequeño en las especies que promueven, como la soya (en chile no se cultiva, sólo existe reproducción de semillas), y algunas variedades de maíz. su principal interés es como reproductor de semillas de contraestación, donde poseen del orden de 12 mil hectáreas de maíz y canola y cerca de 5 mil de semilla de soya.

Por qué tanto temor a la transgenia

"Por desinformación, cuando las personas escuchan transgénicos, reaccionan con negatividad. La transgenia como técnica no tiene ningún efecto negativo. hace en el laboratorio y en un tiempo corto lo mismo que la naturaleza se demora miles o millones de años. Las más importantes academias de ciencias del mundo, incluyendo la del Vaticano, han dado el favor al uso de plantas transgénicas", explica Patricio Arce, doctor en ciencias con mención en ingeniería genética de la Universidad Católica.

A través de la técnica se introduce un gen de otra especie en una planta con lo que puede volverse tolerante a patógenos; resistente a la sequía, a la salinidad del suelo (a esto se enfoca buena parte de los estudios actuales), o al frío extremo. También se puede mejorar el valor nutricional, incrementando el contenido de proteínas, lípidos o carbohidratos, o introducirles características que permitan enfrentar determinadas enfermedades.

"Por ejemplo, al arroz se le introdujo vitamina a para ayudar a corregir los problemas de visión que tienen los niños en india y china", señala Patricio Arce.

Los OGM en el país

La situación de los transgénicos en chile es paradógica. Se producen semillas ogm para exportar y aunque llegan productos para consumo animal y humano –desde 1993 se importan maíz y soya modificados desde Argentina– no hay leyes que permitan a los agricultores cultivarlos. Tampoco se puede elegir si se consumen o no, porque no están identificados en la etiqueta. Desde 2006 se busca reglamentar y transparentar la situación a través del proyecto de ley sobre vegetales genéticamente modificados.

"Fue aprobado por la comisión de agricultura del senado y luego, en la sala, se aprobó la idea de legislar. Sin embargo, para la discusión y votación, se acordó que tiene que ser visto por una comisión conjunta de agricultura, salud y medio ambiente. Las faltas de quórum impiden avanzar. Mientras tanto, el estado arbitraria y unilateralmente decide quién produce y quién no", explica el senador Alberto Espina, de la Comisión de Agricultura.

La Visión Medioambiental

Flavia Liberona, de Fundación Terram, respecto de la empresa señaló que "Monsanto es la empresa que lidera un sistema de colusión en relación a semillas transgénicas y pesticidas asociados en el mundo, no sólo en chile".

¿Son seguros?

De acuerdo con la documentalista, uno de los riesgos de los transgénicos es la polinización abierta. "en Canadá se autorizó la producción de canola transgénica en 1996 y hoy desapareció la orgánica, esto se debe a la contaminación por la polinización abierta".

Para Arce es un problema manejable. "Se pueden cultivar en recintos cerrados. Igual es aconsejable que en las zonas donde hay una especie endémica no se cultiven ogm’.

"Lo central de la discusión es cuál es la modificación que se realiza y el propósito de hacerla, para qué se va a utilizar ese cultivo, si va a tener un impacto socioeconómico o va a beneficiar a una sola persona. Uno se puede imaginar, por ejemplo, que podemos desarrollar especies vegetales que ayuden a descontaminar los suelos contaminados con relaves mineros", explica Rodrigo Gutiérrez, del Núcleo Milenio.

En internet: Comente en el blog de Revista del Campo http://blogs.elmercurio.com/revistadelcampo/

 


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