Candidatos sin agenda ambiental

Columna de opinión de Flavia Liberona, Directora Ejecutiva de Fundación Terram, publicada en diario La Nacion el 05 de junio de 2009 en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente.


Medio ambiente y cambio climático deben estar en la agenda de todos los candidatos presidenciales y parlamentarios. Hoy no es posible pensar en gobernar sin propuestas de mediano y largo plazo al respecto. De una manera creciente, los países incorporan estos temas como parte de la agenda política: Uruguay nacionalizó sus aguas, en Ecuador la Constitución prohíbe los transgénicos, Estados Unidos acaba de establecer una agenda para reducir emisiones de gases efecto invernadero.

Pero en Chile el tema ambiental y el cambio climático aún no penetran en la agenda. Para este gobierno, al igual que para los anteriores, esto no es prioritario; en Chile sigue operando la política instalada por Frei: "Ninguna consideración ambiental detendrá el desarrollo del país". Prueba de ello es la forma en como se aprueban proyectos y las recientes declaraciones de la Presidenta Bachelet, que sólo añaden que tampoco habrá ninguna consideración social distinta de fomentar la creación de puestos de trabajo, porque todo se mide con esa vara.

Hoy, 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, parece propicio revisar lo que dicen los candidatos en campaña, porque el cambio climático ya está aquí, es palpable a través de múltiples manifestaciones y no es un fenómeno pasajero. Entre los problemas que podemos esperar por esta causa se encuentran la dificultad para acceder al agua, en la producción y distribución de energía, cambios en la forma y en la localización de la producción silvoagropecuaria, la pesquería y la acuicultura, todo lo cual repercutirá en la organización y emplazamiento de los centros urbanos, las economías locales y la migración de poblaciones humanas.

Si no se generan ahora planes y propuestas de acción de mediano y largo plazo se pueden esperar graves consecuencias sociales y económicas. Por eso es imperativo que todos los candidatos respondan a la pregunta sobre cómo pretenden afrontar estos desafíos. Necesitamos candidatos activos, conscientes, propositivos y dispuestos a actuar, pero todo hace presagiar que no veremos sorpresas y que tendremos más de lo mismo. El debate en esta materia ha sido hasta ahora peligrosamente pobre.

Los principales candidatos, Frei y Piñera, se han limitado a mostrarse a favor de las hidroeléctricas de Aysén y proclives al tema nuclear, pero están lejos de entender la problemática, y menos aun cuentan con propuestas de políticas de agua, energía u otros temas críticos, como protección a la biodiversidad. Enríquez-Ominami, que se ha mostrado más sensible con los temas ambientales, pero proclive a la energía nuclear, no ha entregado una propuesta coherente y a la altura de los desafíos actuales. Candidatos como Alejandro Navarro, de conocida trayectoria ambiental, o Jorge Arrate, se han mostrado más proclives a entender el tema; sin embargo, su escaso peso dentro del panorama electoral relega nuevamente estos temas a un lugar secundario.

En definitiva, queda claro que la clase política en general y los candidatos presidenciales en particular, simplemente desconocen el tema y no comprenden el desafío que implica. No queda más que hacer un llamado a los actores políticos a educarse, intentar entender el tema y generar compromisos reales. No abordar el desafío puede tener costos mayores para el país; los ciudadanos estamos cansados de ver siempre más de lo mismo, ahora es el momento de enfrentar con fuerza y visión de Estado este tema.


Publicado en: Opinión

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