Ley de rescate a salmoneras

Reiteradas veces hemos leído declaraciones de representantes del ámbito industrial salmonero sobre lo imperativo que es para el empleo y la sobrevivencia del sector que se apruebe con rapidez, y tal y como está, la propuesta de modificación de la Ley General de Pesca y Acuicultura que actualmente se discute en el Senado. Esto, dicen, porque sin los mecanismos legales para hipotecar las concesiones, establecidas en dicha propuesta de modificación, muchas de las empresas enfrentarán la quiebra. Pero este proyecto de ley y las modificaciones a los reglamentos ambiental y sanitario recientemente aprobados, no atienden las causas que llevaron a la actual crisis económica, laboral y sanitaria por la que atraviesa el sector.

Temas esenciales como la capacidad de carga de los cuerpos de agua, el establecimiento de una densidad máxima de cultivo, limitaciones a usos de químicos y tiempos entre tratamientos, manejo de efluentes, entre otros, brillan por su ausencia en este proyecto de ley. Numerosas organizaciones nacionales e internacionales han manifestado su total rechazo a este proyecto e incluso, como es el caso de Pure Salmon Campaign, coalición que tiene como miembros, entre otros, a decenas de organizaciones de todo los países productores de salmón, han manifestado sus reparos en las juntas de accionistas de las empresas noruegas presentes en Chile.

Mientras nuestro Poder Legislativo no se haga cargo de dichos temas, el medio ambiente y el empleo en el sector acuícola siguen amenazados, no sólo por la posible concesión de una prórroga temporal, sino por sus propios representantes en el Congreso. Este proyecto de ley no soluciona la crisis, sólo intenta rescatar a un grupo de empresarios.