El futuro energético de Chile está en el mar

Con las mareas y las olas también se puede generar electricidad. Y en nuestro país esos recursos son abundantes. Tanto que sólo utilizando 10% de este potencial se podría superar nuestra actual capacidad instalada. Compañías de Escocia y Nueva Zelandia ya tomaron nota y están realizando gestiones para vender su tecnología. La Nación, 24 de octubre 2010.;


En julio pasado, la senadora PS Isabel Allende y su par RN Baldo Prokurica aterrizaron en unas remotas islas en Escocia. A ese lugar viajaron invitados por el gobierno de ese país. Y en las islas conocieron in situ el funcionamiento de las tecnologías que generan energía sólo con el mar. Sí, tal cual, energías marinas.

En Chile apenas se sabe que las corrientes marinas pueden generar lo que se conoce como energía mareomotriz. Y las olas también son capaces de hacerlo y en este caso recibe el nombre de energía undimotriz. Son pocos los países del mundo que han desarrollado esta tecnología y Escocia es uno de ellos. Tanta es la investigación que se ha realizado en esa nación que es una de las que lidera el conocimiento en este tipo de energías.

Incluso, el gobierno y las empresas escoceses están interesados en exportar estas tecnologías a países con alto potencial para desarrollar estas fuentes energéticas. Y a nivel mundial, Chile tiene el mayor poderío para estas energías. Así se entiende la invitación de Escocia a los senadores Allende y Prokurica, ambos integrantes de la Comisión de Energía de la Cámara Alta.

El potencial chileno

El año pasado Corfo y la Comisión Nacional de Energía (CNE) le pidió un estudio al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para conocer el recurso proveniente de las energías marinas en la costa chilena. El organismo encargó el informe a Garrad Hassan, una de las consultoras que más conoce el tema a nivel mundial.

Su principal conclusión fue que Chile tiene un potencial inmenso para desarrollar estos dos tipos de energías, la mareomotriz y la undimotriz. Miguel Pérez de Arce, jefe de la División de Energías Renovables No Convencionales del Ministerio de Energía, explica que el estudio arrojó que nuestro país cuenta con un potencial de generación undimotriz de 165 giga watts (GW) en sus cerca de 4.200 kilómetros de costa.

Respecto a la energía de flujo de mareas, el informe establece que una granja de generadores puede producir en promedio 30 megawatts (MW) por kilómetro cuadrado, con unidades de generación de un MW, por lo que el potencial es de varias decenas de GW para la zona económica exclusiva del mar chileno. Para el canal de Chacao, el mismo estudio estima un potencial de 600 a 800 MW en flujo de mareas, “aunque un estudio de la empresa noruega Blue Energy, establece que el potencial es cercano a dos GW”, complementa Pérez de Arce.

Para hacerse una idea de la magnitud de estas cifras, en el estudio se señala que sólo capturando el 10% del potencial de energía de las olas de la costa de Chile -unos 16,4 GW- se obtendría una cantidad de potencia que supera la actual capacidad instalada total del Sistema Interconectado Central, el que va desde Tal Tal hasta Chiloé. “Es una potencia única en el mundo”, se asegura en el estudio de Garrad Hassan.

El agregado comercial de la embajada de Gran Bretaña en Chile, Karl Royce, hace una comparación entre los recursos que tiene Escocia y nuestro país. Y las cifras son contundentes: “En Escocia el potencial bruto es de 25 GW y en Chile sólo en energía de olas llega a 164 a GW. Si sólo se aprovecha 10% de lo que se tiene ya se supera toda la capacidad de la matriz energética chilena”.

La experiencia de Nueva Zelandia

Si bien en Chile los recursos para la generación de energías marinas se reparten entre sus más de 4.200 kilómetros de costa, hay algunas zonas con un potencial mayor. Y en el estudio realizado por Garrad Hassan se señalan esas zonas, tanto para las energías de olas como de corrientes marinas. Juan Paredes, especialista en energías renovables del BID, señala que varios de esos lugares están en la Región de Los Lagos, “y para energías marinas el canal de Chacao. En ese canal el cálculo de las corrientes marinas es de un potencial aprovechable que está entre 500 y 600 MW”.

En las regiones más australes el potencial también es enorme. Sin embargo, para el desarrollo comercial de estas energías es fundamental sus cercanías a los centros de conexión para la transmisión eléctrica. Por lo tanto, en el estudio se señala que, teniendo en cuenta que la capacidad de la red eléctrica en las regiones de Aysén y Magallanes es menor al 1% del total nacional, en las condiciones actuales estas zonas no son aptas para la conexión de grandes cantidades de energías renovables no convencionales. Por el contrario, la zona costera que va desde Valparaíso hacia el sur muestra las condiciones más adecuadas entre atributos y restricciones.

Precisamente ese tramo costero está en la mira de varios países que están desarrollando estas energías. Ya desde hace un par de años han venido a Chile ejecutivos de empresas escocesas con el fin de dar a conocer las tecnologías en las que están trabajando. Y hace poco más de dos meses estuvo en nuestro país el experto neozelandés Garry Venus, quien está a cargo de una planta que genera energía mareomotriz, ubicada en las Islas Chatham.

El objetivo de su visita fue explicar la experiencia de ese lugar y ver la posibilidad de implementar este tipo de energía en el Archipiélago Juan Fernández. Como consecuencia del terremoto del 27 de febrero, el gobierno está analizando las opciones para la reconstrucción de la isla, la que incluye la implementación de energías renovables. Y en el marco de cooperación medioambiental que existe entre ambos países, fue que Garry Venus arribó a Chile.

En Nueva Zelandia, Chatham Islands Marine Energy lidera un consorcio de compañías que han desarrollado una propuesta para un proyecto de generación de energía mareomotriz para las Islas Chatham. “Existen fuertes paralelos entre estas islas y Juan Fernández, como dependencia en la cara generación de diésel, similitudes físicas en el tamaño de las islas, población similar, olas de potencia parecida y el hecho que sean islas relativamente remotas en el Pacífico sur. El objetivo de este proyecto fue hacer una evaluación preliminar del potencial para replicar el proyecto de energía mareomotriz de las Islas Chatham en Juan Fernández”, explican en la embajada de Nueva Zelandia en Chile.

El lobby escocés

Si de gestiones se trata, el país que lleva la delantera es Escocia. Karl Royce cuenta que en ese país de las Islas Británicas la expertise que ha dejado la industria del petróleo, sobre todo en el Mar del Norte, ha servido para desarrollar en forma comercial las energías que genera el mar. “Escocia ya ha asignado 1.200 MW en áreas de concesión para desarrollar ambas energías, la mareomotriz y la undimotriz. Podríamos decir que están en su adolescencia, ya que no está claro cuál será la tecnología dominante. Hay algunos prototipos más avanzados que otros, pero hoy no está clara cuál será la tecnología que se aplicará en el futuro”, asegura el agregado comercial de la Embajada de Gran Bretaña.

En Escocia las experiencias a nivel piloto ya funcionaron y ahora están comenzando a desarrollar la explotación comercial de estas energías. Sin embargo, aún no se masifican, a diferencia de Portugal, otro de los países que lidera en energías marinas y donde su explotación comercial lleva ya algunos años.

Royce explica que en el caso de Escocia, este desarrollo “no llegó por sí solo ni por accidente, sino porque el gobierno desarrolló una estrategia y mostró a las empresas las recompensas que pueden tener. Es decir, hubo un objetivo. El gobierno pudo unir a las empresas de ingeniería con capacidad para construir máquinas, a las universidades, a los fabricantes de equipos y al sector distribuidor, de manera de facilitar el desarrollo de esta industria”. Cuando se trata de energías renovables, el gobierno escocés les paga a los generadores un monto adicional a la tarifa de mercado, cifra que aumenta varias veces cuando son energías producidas por las olas y corrientes marinas.

“Somos un país con bastantes condiciones para desarrollar estas energías, pero para eso se requiere hacer una asociación con privados y el Estado debe invertir. La única manera de ser un jugador de primer nivel es que se decida a partir pronto, como España lo pudo hacer hace 20 años con la energía eólica. Ellos invirtieron y el resultado de eso es que hoy es uno de los grandes productores de energía eólica. Para iniciar esto son necesarios los subsidios a la inversión y luego los costos empiezan a bajar”, plantea la senadora Allende, quien en Escocia conoció la estrategia de desarrollo de ese gobierno para esta industria.

Pérez de Arce explica que en 2008 el gobierno chileno realizó un seminario en conjunto con la industria escocesa. Y los contactos no han parado. Royce explica que la embajada prepara un viaje a Escocia para mayo próximo, pero esta vez con un grupo de empresarios de la industria, entre generadoras, consultoras y fabricantes de tecnología. “Todas estas empresas tienen muchas oportunidades con este tipo de energía. Una vez que la demanda de Escocia esté satisfecha, quedará con mucha experiencia y productos para exportar y el interés es que Chile adopte esta tecnología. Pero los escoceses no ven la posibilidad de exportar equipos hechos, sino de asociarse con un fabricante chileno para que se construyan acá, porque estas máquinas son tremendamente grandes”, asegura el profesional de la embajada de Gran Bretaña.

Por lo menos los empresarios escoceses en número de visitas no se han quedado cortos. Desde hace un par de años han venido con frecuencia ejecutivos de compañías especializadas como Pelamis, Wavegen, Aquaera y Aquamarine, quienes se han reunido con generadoras y consultoras chilenas.

Juan Paredes, del BID, asegura que este interés demuestra el potencial de Chile en las energías marinas, “que por el momento está desaprovechado”. Sin embargo, desde el Ministerio de Energía, Pérez de Arce sostiene que “el enorme potencial del recurso energético existente en nuestro mar puede ser de gran importancia en la matriz energética chilena a largo plazo, una vez que estas tecnologías sean comercialmente competitivas”. //LND

Los prototipos chilenos

El jefe de la División de Energias Renovables No Convencionales del Ministerio de Energía, Miguel Pérez de Arce cuenta que existe una serie de iniciativas de universidades chilenas que están estudiando el potencial de las energías marinas en diversos puntos del país. “El Ministerio de Energía está actualmente en contacto con los centros que lideran el desarrollo tecnológico de estas fuentes energéticas, de manera de conocer su experiencia y anticiparnos a los requerimientos futuros del mercado local para el desarrollo comercial de estas tecnologías”, explica el experto.

Según Pérez de Arce, instituciones de gobierno como Corfo y Conicyt podrían financiar este tipo de iniciativas. De hecho, recientemente esta última institución adjudicó recursos para un proyecto de la empresa Hydrochile, que desarrollará un estudio de potencial de energía marina en el canal de Chacao, con mediciones directas y de mayor detalle.

Y hay un grupo de ingenieros que lleva más de cuatro años trabajando en el proyecto Etymol que busca generar energía undimotriz. Su gerente comercial, Raimundo Lepori, cuenta que han analizado diversos lugares de dónde podrían sacar la energía y entre los lugares más óptimos para hacerlo está la bahía de San Vicente, en Talcahuano.

Hoy están a la espera de desarrollar un prototipo físico para validar la tecnología -el que necesita una inversión de $100 millones- y en forma paralela están participando en un concurso de la Fundación Copec que promueve la investigación y la innovación.

Por gestiones no se han quedado. Lepori asegura que han tenido contactos con ejecutivos de las eléctricas Guacolda, AES Gener y Colbún. “Todos ellos ven el proyecto con muy buenos ojos, pero no se atreven a invertir si no hay un prototipo listo. Y en eso estamos”, aclara.


 


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