Derrame en el Golfo de México podría dar claves sobre el clima en el Ártico

Casi todo el metano liberado por el derrame de crudo en el Golfo de México fue absorbido rápidamente por bacterias, informaron investigadores estadounidenses. BBC Mundo, 10 de enero 2011.


Este descubrimiento podría llegar a ofrecer claves valiosas para entender cómo puede reaccionar el Ártico frente al cambio climático.

Según explicó un equipo de investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), las bacterias que absorben metano se multiplicaron en el Golfo después del accidente, ocurrido en abril del año pasado.

El Ártico contiene grandes cantidades de metano, un gas que cuando se libera en la atmósfera (a raíz del derretimiento de los hielos) puede acelerar rápidamente el calentamiento en todo el mundo.

Sin embargo, los científicos dejaron en claro que estas dos regiones -el Ártico y el Golfo de México- son bien distintas.

El barco de investigación Piscis, operado por la NOAA, realizó varios viajes al Golfo después del accidente.

"Había miles de diferentes tipos de moléculas saliendo del pozo. De lejos, las más abundantes eran de metano. Por lo general tenemos que ir por ahí y estudiar lo que surge de forma natural del lecho marino, pero esta pérdida fue masiva y localizada", afirmó John Kessler, líder de la investigación de la Universidad A&M de Texas y líder de la investigación.

En la práctica, todo el metano permaneció suspendido y se disolvió en el agua a una profundidad de cerca de un kilómetro.

Aparentemente, aumentó la cantidad de bacterias en el agua que evolucionaron para metabolizar el metano que surge naturalmente, tomando el oxígeno del agua durante este proceso y limpiando así el derrame.

El equipo de investigadores calcula que menos de una cienmilésima parte del gas liberado ingresó en la atmósfera.

Advertencias

El metano es el segundo gas producto de la actividad humana que contribuye al efecto invernadero.

Y grandes cantidades de metano están atrapadas en el lecho marino, en la zona del Ártico, aunque también hay depósitos en otras regiones.

Algunos ven en estos depósitos de hidrato de metano una fuente potencial de energía para el futuro.

Otros, en cambio, temen que si escapa por el aumento de temperatura en los mares podría amplificar el calentamiento global.

En principio, la investigación sobre el derrame de la plataforma Deepwater Horizon podría ayudar a los científicos a descifrar cuán peligrosa es la liberación de metano: cuánto es procesado por el agua del mar y cuánto va a parar a la atmósfera.

"En el Ártico, seguramente habrá una suerte de respuesta microbial y, en la mayoría de los lugares en el lecho marino en los que puede haber una liberación masiva, habrá una suerte de filtración, que ayudará a poblar el agua con microbios que puedan responder", le dijo Kessler a la BBC.

Sin embargo, advirtió, existen grandes diferencias entre el derrame en el Golfo de México y las fuentes potenciales de metano en el Ártico.
Diferencias

Ed Dlugokencky, encargado de los registros de las concentraciones de metano de la NOAA, comparte este punto de vista.

"Las implicaciones de este trabajo (…) se refieren a las aguas profundas, no a las zonas donde los hidratos existen en plataformas continentales superficiales, como el caso de la plataforma ártica del este siberiano", afirma el experto.

"Allí, el agua tiene una profundidad de apenas 40 metros y las burbujas que se se desprenden constituyen un mecanismo importante para transportar el metano desde los sedimentos hacia la atmósfera", añade.

Cuanto menos profunda es el agua, menos tiempo pasa el metano en ella, haciendo más difícil su absorción. La temperatura, las corrientes y los tipos de bacterias presentes podrían ser otros factores importantes para determinar cuánto metano se liberará en la atmósfera.
Falta de datos

Sin embargo, Dlugokencky dice que no existe evidencia de la rápida liberación de metano del lecho marino en las muestras de núcleos de hielo, que reflejan la historia de la tierra desde hace unos 800.000 años.

Durante los viajes de investigación al Ártico, que los científicos hacen con regularidad, los expertos han hallado evidencia de la filtración de burbujas de metano hacia la atmósfera.

Pero, en opinión de Graham Westbrook, profesor de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, hay cosas básicas que aún faltan dilucidar.

"Desconocemos la distribución de los hidratos de metano. Tampoco sabemos cuán presente está en la región", agrega Westbrook.

"Y en lugares como la plataforma del norte de Siberia, donde se han visto filtraciones, no está claro cuánto proviene del lecho marino y cuánto llega al mar a través de los ríos".

"Además, tampoco sabemos que parte de las filtraciones son el resultado del calentamiento por la actividad desarrollada por los seres humanos en los últimos siglos, y cuánto se debe al calentamiento natural que está teniendo lugar desde la última edad de hielo", concluye el experto.


 


Publicado en: Resumen de prensa

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