1.789 cisnes de cuello negro estaban viviendo en enero pasado en los humedales del río Cruces (Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter), en la Región de Los Ríos.

Así lo reveló un censo realizado por Conaf, que muestra una importante recuperación en la población de esas aves, luego de que en 2004 prácticamente desapareciera el luchecillo —principal alimento de los cisnes—, lo que provocó la masiva muerte y migración. La mortandad coincidió con la puesta en funcionamiento de la planta Valdivia de la actual empresa Arauco, lo que derivó en una larga batalla judicial por daño ambiental.

En enero de 2004 —casi 6 meses antes de la polémica— había un promedio mensual de casi 6 mil cisnes. En los últimos años, el promedio anual se ha mantenido en torno a los 500 cisnes.

Según el informe de Conaf, los casi 2.000 ejemplares registrados este verano se contraponen con los 688 contabilizados en el mismo mes de 2011, y los 516 de diciembre pasado.

Para recabar los datos dentro del humedal, se empleó una metodología basada en observaciones visuales, vía acuática mediante lanchas y vía terrestre.

Paralelamente, la Universidad Austral está realizando un diagnóstico ambiental de la zona, encabezado por el doctor en Ciencias de la Ecología de esa casa de estudios, Eduardo Jaramillo.

“Lo que nos interesa es ver en qué estado se encuentra el humedal, cuál es la población actual de cisnes de cuello negro, su condición sanitaria y también saber dónde y cómo está el luchecillo. Además de conocer qué otras plantas acuáticas pudieran estar consumiendo estas especies”, explicó el académico.

Las concentraciones de metales pesados presentes en el humedal serán otro aspecto a medir. Para ello se utilizarán embriones de “peces zebra”, que según Jaramillo actúan como indicadores del estado del agua. “Una de las cosas que ya hemos podido observar es que el luchecillo ya se ha ido recuperando bastante en el río Cayumapu (afluente del río Cruces)”, adelantó.