Chatarra electrónica se triplicará en Chile al año 2020

Al menos cinco intentos de crear una normativa se han realizado desde 2006 sin éxito. Un nuevo proyecto busca que fabricantes se hagan cargo del destino final de sus productos. La Tercera, 15 de octubre 2012.

By Comunicaciones Terram

Chatarra electrónica se triplicará en Chile al año 2020

El 97% de un dispositivo electrónico desechado es reutilizable o reciclable. De hecho, Exequiel Tapia, presidente del Movimiento Nacional de Recicladores de Chile, asegura que un 25% de las ganancias obtenidas por su gremio se deben a ellos. Pese a lo anterior, el 82% de estos productos termina en vertederos o centros no autorizados.

El problema es que no se trata de una basura común: el 3% de su contenido es tóxico. Un pequeño porcentaje en comparación con el material que se puede recuperar, pero que si no se maneja adecuadamente puede inutilizar un terreno o afectar la salud de quienes están cerca. Y en Chile, se producen siete mil toneladas de residuos electrónicos al año.

“Cuando estos residuos electrónicos mal manejados permanecen en vertederos que luego se transforman en parques, es necesario aplicar técnicas de remediación, desde procedimientos simples a retirar una parte del suelo. En Chile no hay normas de suelo y este tipo de problema se debería tomar en cuenta al construir”, explica Cristián Araneda, académico de la U. Andrés Bello.

El fenómeno va en alza. Según el estudio E-waste generation in Chile de 2007, realizado por el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana, en 2020 se desecharán 1,7 millones de computadores en nuestro país, que provocará que de siete mil toneladas, Chile pase a producir 20 mil toneladas de residuos electrónicos por año. De ahí se desprenderán dos toneladas de arsénico, tres de mercurio y diez mil de plomo, entre otros metales.

“Si no reaccionamos a tiempo, se va a volver complicado. Es un tema que debe ser abordado con la celeridad de la gravedad que esto significa”, advirtió Sergio Montenegro, director del Centro de Derecho Ambiental de la U. de Chile. Así lo destacaron expertos en un seminario sobre el tema organizado por esta casa de estudios y la Fiscalía de Medio Ambiente (Fima).

De no realizar el manejo adecuado, los compuestos tóxicos de un aparato en desuso pueden lixiviar en el suelo y contaminar aguas superficiales y subterráneas. Si son quemados, también producen emisiones tóxicas (hollín, dióxido de azufre, cloruros, dioxinas).

“Un residuo electrónico siempre es peligroso. Incluso cuando una ampolleta (eficiente) se rompe despide mercurio, por lo que es necesario despejar el ambiente y tirarla sellada. Lo mismo las pilas, basta que una se reviente para que cause daño”, sostiene Uca Silva, coordinadora de la Plataforma Regional sobre Residuos Electrónicos en Latinoamérica y el Caribe.

Según Joost Meijer, jefe de la sección Residuos Sólidos del Ministerio de Medio Ambiente, en este momento se prepara un nuevo proyecto de ley en la cartera. Antes, se prepararon otros dos, pero ninguno llegó al Consejo de Ministros. Tampoco prosperaron los dos proyectos del Senado y la moción presentada el año pasado por un grupo de parlamentarios. “El gobierno se comprometió a una ley de residuos, con atención especial a la Responsabilidad Extendida del Productor (REP). En eso estamos, aún no tenemos un proyecto final para presentar al Consejo de Ministros”, dijo Meijer.

La REP promueve que los productores sean responsables del ciclo de vida completo de sus productos, que incluye su recuperación, reciclaje y disposición final. “En la actualidad hay un área de residuos sin legislación. Al final del gobierno pasado quedó un borrador, pero tenemos una tremenda deuda. En el caso de la basura electrónica, desde refrigeradores a celulares, es campo de nadie, donde los informales se preocupan. Estamos enormemente retrasados”, dice Sara Larraín, directora del programa Chile Sustentable. “La mayoría tiene residuos electrónicos en sus casas y tirarlos a la basura es peligroso. Una norma ordenaría el sistema, porque ahora se está haciendo cargo el sector informal”, dice Silva.

Además podría traer beneficios a nivel de la llamada “minería urbana”, pues los residuos electrónicos también tienen materiales como oro, plata y bronce entre sus componentes, los que se pueden recuperar. Según Araneda, de una tonelada de celulares podrían obtenerse entre 300 y 350 gramos de oro. Sobre 50 veces más de lo que podría obtenerse con una tonelada desde una mina. Y aunque es caro, dice, “existe la tecnología, pero se requiere invertir, y en Chile no hay esas ambiciones”. 

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  • 16/10/2012