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Del trabajo y los derechos humanos

Columna de opinión de Javiera Vallejo, investigadora de Fundación Terram, publicada en portal Quinto Poder el 12 de diciembre 2012. descárguela AQUÍ.


Este lunes el Instituto Nacional de Derechos Humanos lanzó su informe anual sobre la situación de Derechos Humanos en Chile. En su capítulo de derechos económicos, sociales y culturales, específicamente en el punto del derecho a un medio ambiente limpio, se señalan y enumeran una serie de conflictos socioambientales producidos por la violación a los derechos fundamentales de las personas.

El INDH señala en especifico que observaron el caso de Freirina, constatando que las emisiones de olores desde la planta de cerdos de Agrosuper han afectado y menoscabado el medio ambiente y la calidad de vida de las personas, por lo cual instó al Estado a “adoptar todas las medidas necesarias para subsanar la situación, resguardando el derecho a un medio ambiente libre de contaminación y el derecho a la salud”. Sin embargo, la ministra de Trabajo y Previsión Social, Evelyn Matthei, en declaraciones efectuadas al día siguiente del lanzamiento del informe, no sólo hace oídos sordos a las recomendaciones realizadas por el INDH, sino que además obvia el hecho de que las condiciones en las que se desenvuelven los trabajadores, incluyendo los de Agrosuper en Freirina, deben ser óptimas y no afectar sus derechos.

De paso, Matthei parece olvidar que uno de los dirigentes de los opositores a la planta, a los que ella llama “gente violenta y no dialogante”, fue golpeado por los guardias de la empresa produciéndole un edema cerebral. La ministra Matthei pretende establecer como contradictorios derechos que no lo son. El Estado de Chile debe asegurar el ejercicio pleno de todos los derechos fundamentales o, como mínimo, establecer las condiciones para poder ejercerlos. Los habitantes de Freirina y los trabajadores de Agrosuper tienen derecho a desarrollar todas sus labores y actividades diarias en un ambiente limpio y tienen derecho, también, a exigir al Estado que les dé garantías de aquello, así como denunciar el incumplimiento y las vulneraciones que otros actores sociales, como en este caso la empresa, realizan.

La labor de la Ministra es la de fiscalizar que la empresa cumpla con las condiciones necesarias para el desarrollo de la actividad laboral, así como la del Estado en general es la de resguardar el respeto y ejercicio pleno de los derechos como el derecho a la vida, la salud, el medio ambiente libre de contaminación que en este caso fue vulnerado. Hoy, se amenaza al alcalde de Freirina y a los miembros de la comunidad con la falta de trabajo y, por ende, de ingresos para la mantención familiar. El gobierno, a través de sus ministra, está equivocando el camino, pues es deber del Estado asegurar el derecho a las “condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”, entonces más que cooperar con la campaña del terror impulsada por la empresa, su rol es poner paños fríos y buscar en conjunto con otros ministros soluciones que permitan asegurar que las personas trabajadores o no pueden ejercer sus derechos. Lamentablemente, las palabras de Matthei son el reflejo de la posición que demasiadas veces asume el Estado de Chile en distintos gobiernos, incluidos los de la Concertación, en relación con las tareas de respeto y resguardo de los Derechos Humanos y constitucionales como el del medio ambiente.

Recordemos que en Chile –como ya hemos señalado desde Terram en relación al problema de la Bahía de Quintero- existen zonas de sacrificio, cuya existencia se pretende justificar a partir de la dependencia de la población a determinadas fuentes de trabajo. Es necesario señalar y recalcar que la desigualdad y la dependencia son aristas contra las que los Derechos Humanos pretenden actuar, pero para ello es fundamental la voluntad política para crear los mecanismos institucionales que garanticen los derechos y la educación y promoción sobre éstos, no obviarlos y menos aún hacer escoger a la comunidad entre uno u otro derecho.


Publicado en: Opinión

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