Matriz energética en Chile: beneficios de la interconexión SIC-SING

Columna de Javiera Espinoza, geógrafa de Fundación Terram publicada el 01 de abril en El Mostrador.


A menudo escuchamos que necesitamos electricidad para alcanzar el bendito desarrollo y que Hidroaysén es la solución. Esta sentencia es altamente cuestionable, pero en todo caso, si de buscar soluciones a corto plazo se trata, la conexión del Sistema Interconectado Central (SIC) con el Sistema del Norte Grande (SING) puede traer beneficios para quienes insisten en la necesidad inmediata de electricidad.
Durante años, ni las instituciones públicas ni las empresas encargadas de la transmisión se han preocupado de mejorar o actualizar los sistemas de transmisión, lo que significa que Chile hoy cuenta con sistemas antiguos y obsoletos. En este marco se ha propuesto la construcción de una “carretera eléctrica” como alternativa para mejorar el sistema de trasmisión, a través de un sistema paralelo al SIC que conduzca la electricidad, que sin embargo también aparece como una excelente alternativa para facilitar y viabilizar Hidroaysén, al permitir sacar la electricidad desde la Patagonia e inyectarla al SIC.
Por otra parte, el Gobierno viene hace tiempo proponiendo la interconexión SING-SIC. Esto permitiría que el excedente de energía que actualmente registra el SING sea inyectado al SIC, que abastece los proyectos mineros e industriales en carpeta que necesitan de esta electricidad para su funcionamiento. Está claro que esta propuesta no resuelve el tema de fondo, entre otras cosas, cuestionar para qué y para quién es la electricidad; en este sentido es importante tener conciencia que como consumidores domiciliarios somos los que menos demandamos electricidad y los que más la cuidamos, porque el consumo se refleja a fin de mes en la cuenta.
El Gobierno ha propiciado la interconexión SING-SIC y en la Comisión de Minería y Energía del Senado se está discutiendo el tema, lamentablemente, el problema está en que el Gobierno ha presentado un proyecto de interconexión en corriente continua y no alterna, que es la manera de producir electricidad en Chile.
Que este tendido sea de corriente continua y en alta tensión implica severas limitaciones para que pequeñas generadoras puedan inyectar al sistema de transmisión la electricidad que producen; en otras palabras, una interconexión de los dos sistemas en corriente continua implica que se limita de manera irremediable que las ERNC puedan incorporarse a este tendido, pues las ERNC se transmiten en corriente alterna y en baja tensión. Así, la única manera en que eventualmente éstas pudieran unirse a esta interconexión, sería costeando estaciones conversoras de electricidad, y por lo tanto, aumentando sus costos de producción, lo que lo hace inviable desde el punto de vista económico.
Sería insólito que en el norte grande -donde los niveles de radiación son altísimos- no se pueda desarrollar aún más la energía solar o fotovoltaica por la limitación que significaría la forma de trasmitirla e inyectarla al sistema. El académico de la UC Sebastián Ríos señaló en una exposición en el Parlamento que aplicar los avances tecnológicos que existen en la trasmisión de corriente alterna tiene beneficios, como que el trazado es más corto, más barato y demora menos tiempo en entrar en operación. Además, no necesitaría de estaciones intermedias para incorporar las ERNC. Hablar hoy de corriente continua es similar a imaginar una autopista subterránea, donde la única formar de poder ingresar a mitad de camino implica que cada demandante de la autopista tenga que costear las instalaciones del túnel necesario para ingresar.
Tal como está el proyecto de interconexión es altamente cuestionable, sin embargo, si se hace bien, inclusivo, puede permitir diversificar los actores y la forma de producir electricidad, y con ello traer beneficios al desarrollo de las ERNC, a la promesa del Gobierno del 20/20 y a los que nos hacen creer que nos quedaremos a oscuras. Incluso podría abrir el espacio para normar las termoeléctricas existentes y elevar los estándares para disminuir los impactos que generan las emisiones al agua y aire (el SING es alimentado con generación termoeléctrica en un 99,6%).
La interconexión es una excelente alternativa si es que se hace bien, y esto necesariamente significa que funcione con corriente alterna, pues abre el espacio para la discusión de fondo que tanto nos falta sobre matriz eléctrica de mediano y largo plazo, y para generar una verdadera reforma energética que vaya más allá de elaborar leyes a la medida de Hidroaysén y de los monopolios existentes.

Publicado en: Opinión

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