¿Y si los residuos se convierten en nuevos recursos?

Diversas compañías alrededor del mundo están apostando por generar menos desechos y por qué no, eliminarlos definitivamente. Éstas, en su mayoría, han visto a la sustentabilidad como pilar de sus estrategias corporativas y así quieren conseguir que sus productos o sub productos generen menos basura y contaminación. Pulso, 08 de julio de 2013.


EL 2004 FUE clave para Subaru. Ese año anunciaba una clara postura por no dañar el entorno. Se trató de la puesta en marcha de su primera planta “ Zero Waste” en Indiana, EEUU.
Ya han pasado casi diez años desde la iniciativa y el balance parece ser positivo. Al menos eso explicaría por qué cada vez son más las compañías que apuestan por dejar de ver los residuos de la producción como basura, cambiando su mirada y considerándolos como activos. Una visión que algunos países ya han adoptado, como es el caso de Noruega o Suecia, que llegan a comprar basura para generar energía. Sólo en el caso de la capital noruega, Oslo, importan basura desde Inglaterra e Irlanda, para convertirla en energía eléctrica y calórica. Se estima que cerca de la mitad de la ciudad utiliza calefacción proveniente de basura quemada. Ver residuos como sub productos parece ser la clave. De acuerdo a Alex Godoy, director del magíster en gestión ambiental de la Universidad del Desarrollo: “La idea es que estos sub productos, que para algunas organizaciones son simplemente desperdicios, puedan ser considerados como materias primas para otras compañías, generando una oportunidad de negocio importante y a la vez disminuyendo su llegada a los vertederos”, sostiene el académico.
Nueva Ley
En los próximos meses llegará al Parlamento un proyecto de ley de residuos impulsado por el ministerio de Medio Ambiente y que contempla una visión holística. “Estamos trabajando para sacar adelante un proyecto de ley que incentive a las empresas a incorporar conceptos de prevención y reciclaje en sus procesos productivos, entregando al fabricante o importador la responsabilidad de hacerse cargo del producto una vez terminada su vida útil. Esperamos que esto sea un impulso para la prevención y valorización de residuos, en que las empresas y la ciudadanía asumen mayores compromisos con el reciclaje, porque ésta es una responsabilidad de todos, autoridades, empresas y la ciudadanía”, sostiene la ministra de la cartera, María Ignacia Benítez. La secretaria de Estado agrega que se espera como resultado de esta ley “la instalación de más lugares de recepción separada de residuos y más empresas de reciclaje, que junto con la educación ambiental es clave para que tengamos un país más sustentable”. La llegada de esta nueva ley cambiaría la perspectiva de los residuos. Tal como asevera la ministra, esto responde a un cambio de enfoque. Ya no se trata solamente de un tema sanitario, sino de uno que da más importancia a la variable ambiental, considerando que un residuo es un recurso y que se deben realizar las gestiones para aprovecharlo, promoviendo la prevención y la gestión sustentable de recursos, sin descuidar la protección de la salud humana.
Una nueva mirada
Un claro ejemplo de que estas políticas son aplicables en Chile es lo que ha hecho en los últimos años Unilever, que en 2009 inició un trabajo de reducción de residuos. En ese entonces la cantidad de material reciclado en la planta Panamericana correspondía al 34%. Mientras que “hoy se destina a compostaje el 78%, a reciclaje el 8%, y al co-proceso un 14%, siendo 0% el material enviado a relleno sanitario”, cuenta Jaime Urquidi, Supply Leader de la planta. Agrega que la próxima meta de la compañía es que las plantas de Carrascal, San Bernardo y el centro de distribución en Lampa sean Zero landfill (cero basura al vertedero).
Si bien cada vez son más las organizaciones que en Chile apuestan por hacerse cargo de los residuos como un potencial, lo cierto es que está más latente en compañías extranjeras que tienen filiales en el país y que adoptan las políticas desde sus casas matrices.
Recuadro :
Se estima que al menos la mitad de Oslo utiliza calefacción proveniente de basura quemada.
Se discutirá en el Congreso un proyecto de ley de residuos que contempla una visión holística.
“La educación ambiental es clave para que tengamos un país más sustentable”, dice la ministra Benítez.

Publicado en: Resumen de prensa

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