Por Ley Monsanto demandan al Congreso de Chile ante la ONU

La ley de obtentores vegetales "amenaza la biodiversidad, la salud humana y el medio ambiente, así como la soberanía alimentaria de los indígenas”, indican los demandantes. Fuente: Lagranepoca.com 04 marzo 2014.


En representación a numerosas agrupaciones indígenas de Chile, un abogado de Chile, Ariel León, interpuso una denuncia contra el Congreso Nacional, el Presidente Sebastián Piñera, y el Ministerio de Agricultura, por la ley que regula derechos sobre obtenciones vegetales y deroga la ley N° 19.342; conocida popularmente como la ley de Monsanto o Ley de semillas.

La demanda se entregó al Relator Especial sobre Pueblos Indígenas de Naciones Unidas, James Anaya.

La ley ingresó en el año 2009 con la firma de la ex presidenta Michelle Bachelet. Hoy se encuentra en tabla de la Comisión de Agricultura para ser discutida el 4 de marzo.

“Para los indígenas la Ley Monsanto amenaza la biodiversidad, la salud humana y el medio ambiente, así como la soberanía alimentaria de los indígenas”, denunció la agrupación a través del abogado León, según el medio Bío Bio Chile.

El abogado León dijo en entrevista con el medio Austral que las consecuencias de aprobar un proyecto de ley de esta naturaleza es que los campesinos e indígenas “corren el riesgo de pagar royalty por semillas que ellos tradicionalmente han cultivado y cosechado, durante cientos o miles de años».

«Eso es una usurpación, lo que se llama biopiratería», agregó. Además destacó que «llega una persona, conversa con una comunidad, le saca o extrae, sin ninguna autorización, una variedad vegetal (planta). Muchas veces, ni siquiera la mejoran, la registran como propia, pero no le hacen nada. Eso lo permite el Upov 91, que, como toda ley, tiene su ‘letra chica’”.

Así mismo denunció que quienes están detrás de estas leyes, son las grandes empresas de la agroindustria, una de ellas, «Monsanto, que ha diseñado este sistema para la protección de sus propios intereses económicos, principalmente”.

Indígenas aymara, quechua, likan antai y mapuche se sumaron a través de las diferentes agrupaciones sociales y de agricultores para realizar la demanda.

“A los indígenas nos roban plantas, las modifican genéticamente sin nuestro consentimiento, y negando nuestro trabajo de milenios seleccionando semillas y cepas fuertes.

Roban nuestro trabajo, no nos pagan ni compensan nada, como si las semilleras comenzaran desde cero, usan pesticidas para el cultivo de sus semillas modificadas por transgenia, envenenan con ello el agua, la tierra y nuestros cuerpos, nos contaminan nuestros cultivos con sus trazas transgénicas”, explicaron en la denuncia.


Publicado en: Resumen de prensa

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