Corte Suprema ratifica permiso ambiental de Central Río Cuervo

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La Corte Suprema ratificó ayer el proceso de evaluación ambiental y la RCA otorgada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) al proyecto de Central Hidroeléctrica Río Cuervo, de propiedad de Energía Austral, un joint venture del grupo suizo Glencore (66%) y la empresa australiana de energía integrada Origin Energy (34%).

El máximo tribunal ratificó el fallo de la Corte de Apelaciones de Coyhaique, donde se explica que “en cuanto a los impactos asociados a la calidad del agua y caudal ecológico, éstos fueron evaluados. Los recurrentes fundan sus alegaciones en un documento de la Universidad de Concepción, de marzo de 2007, sin embargo, el EIA actual se presentó en 2009, cuya evaluación terminó en 2013”.

Añade que “el estado trófico de los lagos no cambiará como consecuencia del llenado u operación del embalse. El caudal garantizado será de 3 metros cúbicos por segundo y no de 1 metro cúbico por segundo, como dicen los recurrentes, se utilizaron los criterios señalados por la DGA”.

Tras conocer el fallo, la empresa propietaria del proyecto Energía Austral destacó que seguirá trabajando en el desarrollo de esta iniciativa, “manteniendo el proceso de diálogo con las comunidades locales y grupos de interés”. Agregó que tiene la certeza que el proyecto generará beneficios para la región de Aysén y que está en línea con la Estrategia de Energía del Gobierno. Esto ya que contribuirá a la competencia en el sector y desarrollar recursos energéticos limpios, propios y económicos.

En paralelo, la compañía está a la espera de la determinación del Tribunal Ambiental de Santiago, al cual ingresó un recurso dirigido contra Cuervo. Este recurso de reclamación pide impugnar el informe de Sernageomin que viabiliza el proyecto, pues dice que será construido en una zona de alto riesgo sísmico.

Cuervo contempla la construcción de tres centrales hidroeléctricas (Cuervo, Cóndor y Blanco) en Aysén, con una capacidad instalada de 1.100 MW. Sólo Río Cuervo aportaría 640 MW y demandará una inversión de US$770 millones.

Por lo pronto, Energía Austral está avanzando en la definición de la línea de transmisión que conectará la o las centrales de generación con el Sistema Interconectado Central (SIC), proceso que ahora considera dos alternativas: una mayormente submarina y otra aérea, pero que de todas maneras incluiría un tramo por debajo del mar.

El proyecto considera una inversión de US$770 millones.