Parques chilenos, testigos del cambio climático

Estudios a largo plazo ya arrojan datos sobre el impacto del fenómeno en los ecosistemas locales. Fuente: La Tercera 05 de diciembre 2014.


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El fomento a la plantación de eucaliptus (Decreto Ley 701), que ha reemplazado bosque nativo desde 1974, es una de las causas por la que los municipios en Chiloé usan camiones aljibe para abastecer de agua a ciertas comunas en verano. Las napas subterráneas están descendiendo, lo que se suma a un proceso de desecación de los sistemas hidrológicos, como esteros, que en diez años han disminuido su caudal.

A 15 km de Ancud, en Chiloé, la Estación Biológica Senda Darwin está demostrando no sólo lo que ha ocurrido en algunos ecosistemas de la isla, sino lo que podría pasar en los bosques del sur si además se cumplen los pronósticos de los modelos meteorológicos: 30% menos de precipitaciones en verano, lo que bajaría la humedad del suelo, afectando plantas y árboles.

Expertos del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), experimentaron con las futuras condiciones. “Nos adelantamos para ver cómo será la respuesta en el bosque, emulando lo que va ocurrir. Estos estudios son fundamentales para comprobar los pronósticos sobre los efectos del cambio climático”, dice Juan Armesto investigador de la U. Católica y director del IEB.

Es uno de los estudios que se realizan en tres parques regionales desde la incorporación de Chile a la red internacional Ilter (de estudios de largo plazo), que se encuentra reunida en Ancud. Además de Senda Darwin, el Parque Nacional Fray Jorge (IV Región) y el Parque Etnobotánico Omora (Puerto Williams) han constatado cambios causados no sólo por el clima, sino por el hombre. Ricardo Rozzi, director del programa de conservación en Omora, dice que en Puerto Williams están llegando aves del norte. “En Cabo de Hornos hay gorriones, palomas y queltehues, que antes no habían. El clima se va pareciendo a Puerto Montt, y su llegada son sensores de esta red, asociado con el registro climático, porque han disminuido las lluvias y aumentado la temperatura”, dice.

Con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente, se busca incorporar ocho nuevos sitios a los estudios a largo plazo, que han recolectando datos por años. Entre ellos, la Estación Costera de Investigaciones Marinas de Las Cruces (U. Católica) y la reserva Llancahue (U. Austral).

Sergio Navarrete, académico de la UC, destaca la importancia de la investigación a largo plazo, la única que permite constatar cambios. “En clima, tenemos series de tiempo que recién son suficientemente largas, hay que mantenerlas”. Interrumpirlas, dice, impide saber qué está pasando.

Pablo Donoso, de la Uach, agrega que en Valdivia ya se nota la baja de lluvias y es probable que la capacidad de la cuenca Llancahue, que abastece de agua a la ciudad, disminuya conforme la población crezca. “Los cambios en los paisajes no son sólo climáticos, sino también por cambios urbanos. Llancahue es vecino a áreas rurales, que nuestro estudio demuestra que tiene una importancia muy alta para la conservación de la biodiversidad”.


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