Jane Lubchenco:»Más del 90% de los peces grandes ha desaparecido por sobreexplotación»

La primera mujer en asumir la Subsecretaría de Comercio para los Océanos y el Medio Ambiente de EE.UU. visitó Chile para generar conciencia sobre la necesidad de recuperar la buena salud de los mares. Fuente: El Mercurio 28 enero 2015.


«La mayor parte del tiempo escuchamos malas historias sobre el medio ambiente, es lo que llamamos doom & gloom «, dice Jane Lubchenco, mientras se ríe y aunque no sabe muy bien cómo se traduciría esa expresión al español, se entiende que es puro pesimismo.

Lubchenco, ecóloga marina, académica, miembro del equipo científico del Presidente Barack Obama, y la primera mujer en asumir la Subsecretaría de Comercio para los Océanos y el Medio Ambiente de Estados Unidos (entre 2008 y 2013), parece, pese a todos los desastres ambientales que conoce, una optimista.

Y tiene razón, las noticias verdes son siempre oscuras. Auguran un futuro difícil si la humanidad no hace algo. Y por eso está precisamente dando la batalla del conocimiento. Que la sociedad conozca, especialmente en su caso, la importancia de recuperar la salud de los océanos para el bienestar de las personas.

«Hemos generado significativos impactos negativos en nuestros océanos y la gente debe poner atención a eso», dice durante una entrevista que concede en medio de su última actividad en Chile. Se trata del seminario «Nuestro océano: realidades y desafíos de la conservación marina en Chile», organizado por la Universidad Católica. Antes, estuvo en el IV Congreso del Futuro, viajó a Isla de Pascua y también a la Antártica.

¿Cuál es la piedra angular de un programa de conservación? La educación, dice ella. «Las personas se toman al océano como algo garantizado. Creen que es tan grande que no hay manera de depredarlo. Pero hay que cambiar esa perspectiva y explicar que hay límites», explica. Y luego enumera los beneficios que este recurso nos ofrece: provee comida, regulación del clima, un espacio para que los nutrientes hagan su ciclo, y en algunas partes del mundo sus ecosistemas asociados como manglares, arrecifes de coral y humedales, protegen de las tormentas.

«El océano también inspira a los poetas, como a Pablo Neruda. Tiene valores culturales asociados; por ejemplo, comunidades indígenas que están profundamente conectadas con el mar, como en Rapa Nui. También nos ofrece oportunidades de recreación».

Por eso es necesario detener la devastación que enfrentan por «la contaminación, la pesca de peces grandes -más del 90% ha desaparecido por sobreexplotación: tiburones, atunes, etc-, la pesca destructiva, la contaminación química y la que viene de los fertilizantes de la agricultura y los plásticos».

¿Cómo se enfrenta? «Con pesquerías y acuicultura sustentables: necesitamos proteger hábitats y la biodiversidad creando áreas completas de protección marina. Hay abundante evidencia científica de que cuando creas un área protegida tienes muchos más peces, más grandes y mayor biodiversidad. También sabemos que especialmente las áreas ampliamente extendidas de protección, pueden proveer resiliencia para enfrentar el cambio climático y otros cambios ambientales».

Y sí, Lubchenco prefiere el optimismo. «Veo muchos mecanismos nuevos, creativos e innovadores que se están implementando en comunidades locales, en ciudades, estados, e incluso en países. Los cambios que he visto en Estados Unidos son sorprendentes: se ha terminado la sobrepesca en sus aguas, recuperando pesquerías agotadas, creando pequeñas y grandes áreas protegidas».

En Europa, hace dos años, dice, se hizo «una de las más grandes reformas para lograr lo mismo que hicimos nosotros». «También he visto cambios en otros países, como Chile, que está siendo muy progresista al crear áreas de acceso exclusivo, con áreas de manejo especial en el centro del país. Ahora necesitamos escalar esos buenos experimentos».


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