Llaman a proteger la salud de los niños ante el calentamiento global

Una petición para que los médicos y los políticos actúen en forma coordinada para enfrentar el calentamiento global y el perjuicio que puede causar a la salud infantil hizo la Academia Americana de Pediatría (AAP) en una declaración que publica la revista Pediatrics.

Según el organismo, los niños son los más vulnerables no solo al surgimiento de nuevas enfermedades, sino también a los desastres naturales y a las olas de calor.

“Todo niño necesita un ambiente seguro y saludable, y el cambio climático es una amenaza creciente a la salud pública de los niños del mundo”, dice la doctora Sandra Hassink, presidenta de la AAP.

“Los niños están en riesgo directo por desastres como las inundaciones y tormentas, donde se exponen a lesiones, muerte, pérdida o separación de sus cuidadores y secuelas de salud mental”, explica la doctora Samantha Ahdoot, autora principal de la declaración.

Problema real

Según la base de datos de desastres internacionales de la U. Católica de Lovaina en Bélgica, en la década pasada los eventos climáticos extremos fueron tres veces más frecuentes que en la década de los 80. Y la escala de estos eventos también ha aumentado debido a la deforestación, la urbanización y la degradación ambiental en general.

“El problema del calentamiento global es real, y nos está llegando. Los más vulnerables ante este cambio son los niños, que están muriendo de golpes de calor y de enfermedades infecciosas que han aumentado en Estados Unidos y en África”, dice el doctor Humberto Soriano, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría y profesor asociado adjunto del Departamento de Gastroenterología y Nutrición de la División de Pediatría de la Universidad Católica.

Los desastres, como las inundaciones, que también están ocurriendo en Chile, son consecuencia del cambio climático. “Lo vimos este año con los aluviones en Copiapó, donde fueron destruidos muchos hogares, hubo niños que quedaron huérfanos, que no tuvieron escuela por meses y muchos presentaron estrés postraumático”, agrega el doctor Soriano.

Ante este panorama, la AAP propone una serie de medidas preventivas, como reducir el consumo y el desperdicio de energía, así como incrementar el uso de energías renovables, como la eólica y solar.

“Hay que evitar el derroche, algo que incluye comer menos carne y más proteínas de origen vegetal, como legumbres, verduras y frutas, que, además, son más sanas”, explica el doctor Soriano.

Asimismo, se proponen estrategias adaptativas, como mejorar los sistemas de alerta temprana para los eventos climáticos extremos, preparar a la población para que reaccione en forma ordenada y ágil a estas situaciones, y capacitar al sistema de salud para hacer una vigilancia activa de nuevas enfermedades infecciosas que puedan surgir.