Diputado Melo: “En Chile, cambio climático está reducido a una oficina”

Sin dineros no existen planes ejecutables, esa es la acusación que desde Terram hizo Javiera Espinoza al modelo de gestión del Ejecutivo. Por su parte, el diputado socialista Daniel Melo aseguró que Chile debe pensar qué país quiere construir, ya que sin esa reflexión es imposible continuar. Radiouniversidaddechile.cl, 4 de enero, 2016.


El cambio climático fue uno de los grandes temas de fines de 2015, principalmente por el Acuerdo de París al que se llegó luego de la cumbre denominada COP21.

Entre sus principales anuncios destacó el compromiso de reducir el alza de temperatura del planeta a 2º Celsius, también la de la rebaja de emisiones de carbono que se producen en todo el mundo.

En el Especial de prensa de Radio Universidad de Chile se abordó la propuesta suscrita por las naciones participantes. Javiera Espinoza, geógrafa y encargada del Programa de Cambio Climático de fundación Terram profundizó en el documento, asegurando que es complicado hablar de “avances”. Sin embargo, destacó el que –por primera vez- países como Estados Unidos y China, principales agentes contaminantes del mundo, mostraran su disposición a avanzar en la reducción de los contaminantes que amenazan el futuro de la Tierra. “Necesitamos más. Necesitamos abordar temas de mitigación, de tecnologías, de cómo la ciencia aborda el cambio climático o cómo los países ricos apoyan a los países pobres en las medidas”, esto porque no solo se busca trabajar en reducción, sino también en el cambio cultural que sostenga las políticas comprometidas.

La principal crítica traída desde las organizaciones medioambientales tiene que ver con que aquellos puntos, como la baja en los niveles de carbono, solo sean sugerencias y no se constituyan como obligaciones: “No es un acuerdo vinculante, solo propone medidas para los países. Además, carece de sanciones para quienes no cumplan sus promesas”, explicó en el estudio. Javiera Espinoza sancionó “la letra chica” del documento, que evita que las medidas sean concretas, con un corte legal, lo que a su juicio determina la voluntad con la que cada gobierno enfrentará los compromisos adquiridos en diciembre. “Sí, es un documento que tiene cosas muy buenas, pero otras al debe como ésta. Además, deficiencias en materias de derechos humanos, pueblos indígenas, género (…) que no quedaron bien ancladas en el documento y son necesarias, también”, lo que respondería al “muñequeo” político de los países para que, finalmente, el texto fuera menos riguroso que lo solicitado desde el mundo civil y científico.

También presente en el panel, el diputado socialista Daniel Melo manifestó su punto de vista como miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara, reconociendo que en el país existiría una mayor consciencia sobre la necesidad de abordar el problema en el presente. Sobre lo firmado en París, el parlamentario se sumó a la crítica por la ausencia de obligaciones y sanciones: “El año pasado tuvimos fenómenos como el aluvión de Atacama o los incendios forestales, situaciones que tienen que ver con el cambio climático. Por ello, a medida que la ciudadanía vaya constatando sus consecuencias, mayor será la concientización que se dará”.

Para Melo es fundamental que el proceso de ratificación al Acuerdo sea rápido, de modo tal de poder avanzar en los compromisos adquiridos por el país, como la reducción del 30 por ciento de las emisiones contaminantes. “Sin duda debemos avanzar en cómo disminuimos el uso de energía fósil y que la matriz energética de nuestro país vaya cambiando”.

El diputado aseguró que hoy existe voluntad política de parte del Ejecutivo para avanzar en la reducción del impacto del cambio climático. En ese sentido, mencionó la mesa de expertos que trabaja en la formulación de una ley que englobe todas las iniciativas que apuntan a la solución: “Lo que tenemos que poner en cuestión es que si Chile mantiene el modelo extractivista y el uso de energía fósil, vamos a tener los fenómenos que hoy nos afectan. Por eso, lo que viene es interrogarnos sobre qué tipo de desarrollo queremos, qué energía vamos a utilizar y cómo avanzamos en desarrollo sostenible. Prioridades que tendrían que estar en agenda”.

El socialista reconoció la carencia de una ley que agrupe todas las iniciativas, imitando lo hecho por Guatemala o México, principalmente. Para ello, Javiera Espinoza llamó a fortalecer la autoridad ambiental, a que el Ministerio de Medio Ambiente no tenga un rol menor y cuente con los recursos necesarios para la ejecución de sus políticas y no a merced de lo que Hacienda quiera entregar para su aplicación. Como ejemplo, la profesional de Terram recordó que desde la autoridad medioambiental se planteaba que Chile redujera en un 45 por ciento los contaminantes por matriz energética al 2030. Sin embargo, cuando la propuesta cambia de ministerio y llega a Hacienda, se baja considerablemente a un 30 por ciento, que fue lo comprometido por el país en Francia. “Los otros ministerios deben tener en consciencia que trabajar en cambio climático es una inversión, porque nos ahorramos dineros que se gastarán con los efectos nocivos de sus consecuencias”.

Más allá en sus cuestionamientos, Javiera Espinoza sancionó el que muchas políticas quedan convertidas en “bonitos documentos”, como el caso del plan de Biodiversidad, que cuenta con cincuenta medidas y no tiene financiamiento. “La pregunta es entonces, qué estamos haciendo. La respuesta, sacando documentos, porque el Estado no está entregando financiamiento”. Acusación que compartió el diputado, asegurando que en Chile, cambio climático está reducido a la oficina encargada de su gestión “y eso no puede seguir así”.

En respuesta a las críticas de la ciudadanía al modelo de gestión que encabeza el Ministerio de Medio Ambiente, Daniel Melo reconoció que poseemos una autoridad medioambiental “reciente”, que debe ser mejorada y fortalecida, “sobre todo pensando en que el SEA enfrente las asimetrías que tienen las comunidades, versus los titulares de los proyectos. Cómo la gente ejerce su derecho a participar, cómo deja de ser consultiva y pasa a ser vinculante, cómo evitar que los estudios no vengan pagados por las empresas y garantizar un marco de transparencia a la hora de entregar los resultados (…) no estoy en contra de la inversión, pero esta no puede ir en contra de la calidad de vida de las personas y del medioambiente. Ahí tenemos un tremendo desafío. Por ejemplo, en el Consejo Asesor que trabaja para modernizar el SEA, el 80 por ciento viene del mundo empresarial. Entonces, ya sabemos cuáles serán los resultados de ese grupo”.

El parlamentario puso como ejemplo otros ámbitos de dificultades como el cambio del Código de Aguas o la ley de glaciares, que tienen que ver con la forma en que el Gobierno piensa Chile desde el interés nacional, pero “resguardando el derecho de las personas a poder ejercer la participación. Situación pendiente en la actualidad”. Y, si bien, reconoce avances, asume la responsabilidad del Poder Legislativo y Ejecutivo para hacer cumplir la real participación.

TPP y su relación con cambio climático

El Acuerdo Transpacífico y cómo este se vincula con el cambio climático es otra de las cuestiones que atraviesan la discusión nacional. En ese sentido, Javiera Espinoza acusó que “se fomentan las energías fósiles, que empresas estadounidenses puedan invertir en energías fósiles en otros países, lo que contradice todo el trabajo que se hace para abordar el cambio climático. Cuando hay un mega acuerdo como el TPP, contradices estos esfuerzos porque, por un lado, Estados Unidos quiere impulsar el uso de energías fósiles, mientras que, por otro, las Naciones Unidas buscan reducirlos”.

En el caso puntual de Chile, el problema se profundizaría porque es un país “que no tiene claro cómo construir su matriz energética”. Por lo tanto, el llamado de la profesional es que no se puede dejar a la empresa privada regular estas definiciones.

En 2016, será el Parlamento chileno el encargado de definir si se ratifica o no el documento. Para Daniel Melo, no existen motivos suficientes para aprobarlos: “Los diputados tenemos muchas dudas sobre cómo va a operar el TPP. Este es un acuerdo en el que no sabemos de sus componentes, ese fue nuestro primer cuestionamiento. Mi posición es que no es bueno para los intereses nacionales, no sé en qué va a colaborar. Acá está en juego los intereses del país”, aseguró comprometiendo su voto de rechazo “más allá de que la Presidenta haya dicho a la opinión pública que es un buen tratado para el país”.

La principal oposición radica en la supeditación de la matriz energética: “El esfuerzo que debe hacer Chile es aprovechar su riqueza comparativa”, explorando otro tipo de energías más limpias para el desarrollo.

Forestales

En Chile, la principal área de producción empresarial entre la sexta y novena región es la plantación forestal de pinos y eucaliptus. Situación que ha sido denunciada desde diversos sectores de la sociedad, por los efectos nocivos que ocasiona al medioambiente, toda vez que para su instalación es necesario el despoblamiento del bosque nativo y de las comunidades que en ellos habitan.

Javiera Espinoza explicó que el problema no solo afecta a la contaminación, sino también política y socialmente. “Mientras exista todo este tema de ausencia de ley que cree un servicio forestal, se gana tiempo. Sin embargo, es un tema político que se debe abordar, más cuando se destapan casos como la colusión del papel, porque la industria forestal es una mafia que no puede seguir alimentándose del Estado”.

Así, insistió que la necesidad es pensar Chile, sin esto no se pueden solucionar otros temas “como lo de La Araucanía con las plantaciones”. Para la experta, este es el tema de fondo: “Saber dónde vamos como país”, que de no abordarse “nos llevará a una crisis mucho más profunda”.

Para Daniel Melo en lo que queda de Gobierno es necesario seguir trabajando en la ejecución de los planes de descontaminación. “No nos podemos llenar de planes o programas que no van de la mano con recursos para llevar adelante estas materias”, dijo celebrando la consideración de la nueva norma ambiental que fija la contaminación en el material particulado grueso, pero que de no ir acompañado de un plan real, solo queda en “colaboraciones”.

Como ejemplo puso la próxima licitación del Transantiago, haciendo un llamado a pensar qué se le va a exigir a los buses: “¿Van a seguir usando el mismo combustible, o pediremos que utilicen fuentes de energía no contaminante?, son parte de las preguntas y de ver cómo enfrentamos este cambio de vida para cambiar el destino de Santiago y Chile”, en un país con desigualdades territoriales muy marcadas y que se ven afectadas de diferentes formas por la contaminación y las normas que se piensan para solucionarlo.

Al finalizar, tanto Javiera Espinoza como Daniel Melo reflexionaron sobre los desafíos de este 2016. En ese sentido, el llamado fue a repensar el modelo económico, para poder transitar a un país más limpio y justo.


Publicado en: Resumen de prensa

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