La basura y el fantasma de Santa Marta al acecho

A 55 días que un incendio cubriera de toxicidad el cielo de Santiago y alertara sobre la riesgosa situación del vertedero Santa Marta ubicado entre las comunas de San Bernardo y Talagante; en la Región de Valparaíso, tras un sondeo exploratorio se evidencia un panorama complejo. Para empezar, todos los rellenos sanitarios tienen resolución de la seremi de Salud de cierre programado de aquí al 2017, lo que significa que varios municipios deben apurar esta tarea.

Según un diagnóstico y proyección del estado de la disposición de residuos sólidos domésticos, la totalidad de los vertederos de la región se encuentran en un estado de situación funcional y de operación critica respecto a su capacidad de recepción. Y se advierte que nueve vertederos urbanos, también los insulares, no cumplen con las normas mínimas para la operación controlada y adecuada para la disposición de los desechos domésticos de sus respectivas comunas.

Estas conclusiones derivan de visitas periódicas de la Seremi a estos recintos, en las que además se deduce que el porcentaje mayor de los vertederos presentan problemas para acceder a tierra suficiente y adecuada, lo que redunda en deficiencias en la cobertura de los residuos dispuestos. De la misma manera, la maquinaria no es lo suficientemente apta para las necesidades de operación de cada uno de los vertederos, reflejándose en la falta de cubierta periódica de los desechos y la necesaria compactación de los mismos.

ACCESO DEFICIENTE

No menor es que, el control de acceso a estos lugares es altamente deficiente, permitiendo el ingreso de animales y “recuperadores informales”, convirtiendo a los vertederos en espacios insalubres e incontrolados. Para colmo, pocos cuentan con el personal suficiente e idóneo para las necesidades operacionales.

Paralelo a esta preocupante realidad que impacta a los sitios de disposición de residuos sólidos domésticos, en la región existe un proceso en desarrollo cuyo objeto es que los vertederos en funcionamiento ejecuten cierres con operación conforme lo establece la Política de Gestión de Residuos Sólidos, permitiéndose de esta forma un correcto sellado de estas instalaciones, así también dando tiempo que permita a los municipios coordinar una nueva solución.

La Región de Valparaíso posee tres proyectos de Relleno Sanitario aprobados ambientalmente. El primero en iniciar operaciones, octubre de 2013, fue El Molle en Valparaíso que recibe cerca del 52% de los residuos municipales que se generan en la Región. Posteriormente, enero 2015, comenzó la operación del Centro de Tratamiento Integral de Residuos La Hormiga en San Felipe y que acopia cerca de un 10% de los residuos municipales a nivel regional. En etapa de construcción está Santa Teresita en la Localidad de San Pedro, en Quillota que eventualmente entra a operar a fines de este año y acogerá el 15% de los residuos municipales de la región. Los tres cuentan con Resolución de Calificación Ambiental, por lo que están sometidos a la fiscalización de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) en sus diferentes exigencias en materias ambientales y sanitarias.

El Molle y La Hormiga están en operación y con plan de cierre de sus respectivos vertederos. Además, está Los Guindos, en La Ligua, también con aprobación ambiental del que se desconoce si llevará a efecto su materialización.

NORMAS MÍNIMAS

Desde la seremi de medioambiente aclaran que las normas mínimas para la operación de los vertederos las establece el ministerio de Salud. Admite que el cierre de los vertederos es un tema pendiente, debido principalmente a la lentitud en la ejecución de los proyectos por parte de los municipios.

“Sin embargo, con la entrada en vigencia del Reglamento de Rellenos Sanitarios del ministerio de Salud (Decreto Supremo N°189/2008) en Chile sólo deberían existir rellenos sanitarios y no vertederos ni basurales. Y, las exigencias sanitarias y ambientales que establece el reglamento son (muy) superiores a las actuales condiciones en que operan mucho de los vertederos de la Región”, precisa Tania Bertoglio, para quien, si bien hoy existen tres rellenos sanitarios que en la región pueden satisfacer la demanda de residuos municipales, se deben ejecutar proyectos que permitan a los municipios trasladar sus residuos a los rellenos sanitarios de manera eficiente y económica.

Destaca -por ejemplo- la Planta Trasvase de Residuos de la Provincia de San Antonio y el Centro de Tratamiento intermedio de Residuos de la Comuna de Casablanca, ambos en etapa de construcción. Además, la Estación de Transferencia de Residuos de Quilpué que hace algunos meses obtuvo la Resolución de Calificación Ambiental.

En el caso de Isla de Pascua, Bertoglio destaca el proyecto Centro de Tratamiento Integral de Residuos, más conocido como Ecoparque, que actualmente se encuentra en etapa de diseño y que permitirá contar con una solución ante el cierre de los 2 vertederos de Isla de Pascua (Orito y Vai a Ori), además de aumentar las tasas de reciclaje de residuos domiciliarios.

“Implementando los rellenos sanitarios, plantas de transferencia y centros de tratamiento en la Región se podría alcanzar en el mediano plazo -al 2018- cerca del 90% de los residuos en instalaciones adecuadas que deben cumplir con las exigencias sanitarias y ambientales establecidas en las Resoluciones de Calificación Ambiental y otros permisos sectoriales”, señaló.

¿GRAN SALTO?

La situación de la basura sigue siendo, no solo en esta región también a nivel país, incluso planetario, uno de los conflictos medioambientales y de salubridad con mayores índices de preocupación.

Valparaíso, antes del funcionamiento de El Molle, ocupaba el sitial N°13 en la lista de 15 regiones que tenían mejores niveles de desarrollo de esta materia. Al momento de echar a andar el Centro de Tratamiento y Disposición Final para Residuos Sólidos Domiciliarios, Residuos Sólidos Asimilables a Domiciliarios (Relleno Sanitario El Molle) las autoridades de esa época anticiparon que se daría un gran salto en esta materia. El proyecto, financiado por la empresa Stericycle, tuvo una inversión inicial de US$6.000.000 y se le dotó de una capacidad de recepción inicial de 1300 toneladas al día con una vida útil aproximada de 15 a 18 años.

En su habilitación se apuntó a tratar de forma amigable los residuos sólidos domiciliarios con el medio ambiente, abarcando las comunas de las provincias de Valparaíso y San Antonio. Con su puesta en marcha se aproximó que alrededor del 50% de la basura de la región tendría una disposición final adecuada al lugar y acorde con la legislación sanitaria y ambiental ya que El Molle -instalado en el sector de Quebrada Verde en un predio municipal de 80 hectáreas y 12 km al su roeste del puerto- contaría con capacidad suficiente para recibir incluso hasta el 70% de los residuos domiciliarios de la Región de Valparaíso.

A casi dos años y medio de funcionamiento, el balance es positivo según observa el administrador municipal del Puerto, Jaime Varas. “Ha sido conforme a lo previsto en la resolución sanitaria con la que se autorizó. Hasta el momento se ha tenido un buen comportamiento y no han habido dificultades graves en cuanto a la recepción de los desechos y a lo que ha ido aconteciendo en cuanto a ocupación de celdas”. Varas asegura que el contrato de concesión se ha estado ejecutando de acuerdo a las bases de la licitación.

SANTA MARTA EN LA MIRA

Respecto a los controles mínimos que se deben ejercer para evitar un episodio de la gravedad del que ocurrió en el relleno sanitario Santa Marta, el administrador municipal argumenta que existe una pauta de evaluación que hace una unidad técnica del departamento de aseo del municipio que es la que certifica si se cumple o no con las normas. “A la empresa se le cancela mensualmente una cantidad -$70 millones- sujeta a esa evaluación. Hasta este momento el cumplimiento de los términos de referencia de la licitación se han cumplido. En caso de que no se cumpla, evidentemente no se paga el servicio como sucede en algunas otras licitaciones”. Jaime Varas asegura que se mantiene un contacto permanente con la empresa e insiste en que la evaluación hasta ahora, es positiva.

A su juicio en Valparaíso sí se ha dado un salto cualitativo respecto a la disposición final de la basura. “Tanto así que comunas vecinas depositan sus residuos en nuestra ciudad, ese es un elemento que ayuda a determinar que efectivamente la operación del vertedero es satisfactoria y en definitiva ayuda resolver• el problema de los desechos de otras ciudades”, enfatiza.

Consultada la seremi de Salud, María Graciela Astudillo, respecto a si existe peligro que en los rellenos sanitarios de la región se produzca un siniestro como el de Santa Marta, la autoridad apela a la literatura técnica y a la experiencia. “Estos incendios son habituales, duran varios días o semanas y se repiten cada año. Dado que la descomposición de los residuos sólidos produce metano y que éste es un gas combustible, entonces se debe actuar de forma preventiva y estar preparados ante ello. Los rellenos sanitarios en la región por normativa, deben contar con las medidas de seguridad necesarias ante la ocurrencia de eventuales emergencias, entre otras, un incendio en sus instalaciones”.

Astudillo aclara que, de manera previa debe aprobarse la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que permite su puesta en marcha. Luego, para el desarrollo de sus faenas, debe cumplir con las medidas necesarias y acciones para la prevención de incendios que exige la normativa sanitaria. “Los dos rellenos sanitarios de la región Los Molles en Valparaíso y La Hormiga en San Felipe consideran efectivamente dentro de sus respectivas medidas de prevención de riesgos, el cumplimiento de la normativa en este aspecto”, explica.

Entre las principales disposiciones están la prohibición de depósito de residuos que generan gases inflamables o explosivos; la prohibición del depósito de residuos encendidos, restos de incendios, cenizas, escorias, etc.; compactación de las basuras y construcción de las celdas de acuerdo a las especificaciones técnicas; cobertura diaria de los residuos dispuestos respetando los espesores de recubrimiento indicados para la celda, a fin de mantener confinada las basuras. “La fiscalización que obliga a la Superintendencia de Medio Ambiente, como las complementarias que realiza la autoridad sanitaria, resultan relevantes en el cumplimiento por parte de los titulares de los rellenos sanitarios, de las condiciones de operación y control en la disposición final de las basuras para estos efectos”, precisa Graciela Astudillo.

En ese mismo escenario de posibles incendios, la seremi de Medio Ambiente, enfatiza que a la fecha no han ocurrido incidentes asociados a deslizamientos de residuos o incendios corno los ocurridos en el Relleno Santa Marta en la Región Metropolitana.

“Diferente es la situación de los vertederos, basurales o microbasurales ilegales donde en algunos han presentado contingencias asociadas a incendios permanentes u otros de carácter esporádicos. Sin embargo, si los titulares de los proyectos que operan los rellenos sanitarios no cumplen con las exigentes medidas sanitarias y ambientales asociadas a sus Resoluciones de Calificación Ambiental o asociadas al cumplimiento del Reglamento de Rellenos Sanitarios del ministerio de Salud, se arriesgan a que ocurran contingencias como incendios, deslizamientos de basura, derrames de lixiviados, entre otras contingencias. Además, arriesgan las respectivas sanciones por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente en especial cuando se incumplen las RCA”, subraya Bertoglio.

PANORAMA MARGA MARGA

Villa Alemana dispone sus residuos en el vertedero de la propia municipal comuna que opera desde la década de los ’80. Hoy existe el proyecto “Planta de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos Asociación de Municipios de Marga Marga”, con RCA favorable.

Un equipo de profesionales se reunió con representantes del municipio durante el año 2014-2015, oportunidad en la que la municipalidad acordó solicitar al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región, corroborar que el proyecto de Cierre con Operación y Sellado del Vertedero de la comuna de Villa Alemana no necesita ingresar al Sistema de Evaluación de impacto Ambiental pudiendo ser realizado mediante un proyecto de cierre aprobado por la Secretaría Regional Ministerial de Salud V Región, acto de ingreso al SEA que se ha materializado el 28 de agosto de 2014, sin repuesta a la fecha por parte del SEA. Conjuntamente se presentó un Diseño del Plan de cierre con Operación y Sellado del Vertedero Villa Alemana y cronograma de ejecución, con plazo de 151 días a contar de la aprobación del proyecto por parte Salud. El proyecto de cierre finalmente fue aprobado por la autoridad sanitaria (Resolución No 469 de 2 de diciembre de 2015) bajo la denominación de “Estudio para el Diseño del Plan de Cierre con Aperción y Sellado del Vertedero de la Comuna de Villa Alemana”, el que a la fecha por parte de municipio, elaboran las bases técnicas y administrativas para su licitación.

PLAZOS ACOTADOS

Ante la urgencia de avanzar en el cierre efectivo de los vertederos aún en funcionamiento, un equipo de profesionales del GORE y de la seremi de Salud durante los últimos dos años se han reunido con los municipios y propietarios de los sitios, a objeto concretar el proceso y evaluar eventuales recursos de Gobierno para ello. Desde la seremi de Salud han extendido su disposición a guiar en la tarea de lograr un mejor manejo de los residuos a las comunas que lo soliciten.

Los vertederos que presentan plazos acotados para terminar sus operaciones son los de Villa Alemana, Santa María, Quintero, Puchuncaví y Casablanca. Cada municipio tiene la responsabilidad de ejecutar el proceso para lo que el Estado tiene disponible fondos a través de la Provisión de Residuos Sólidos de Subdere, además del FNDR. Y con la finalidad de facilitar las iniciativas asociadas al manejo de residuos domiciliarios, la Región de Valparaíso cuenta con el Comité Operativo Regional de Residuos compuesta por la División de Planificación y Desarrollo del Gobierno Regional de Valparaíso, la SEREMI del Medio Ambiente, la SEREMI de Salud y la Unidad Regional Subdere, y que tiene por objetivo planificar de manera eficiente y equitativa la gestión de los residuos sólidos domiciliarios.

En este sentido, la seremi de Salud explica que el escenario más complejo es principalmente para los municipios que cuentan con sitios propios de disposición y que presentan falencias en la operación, con problemas de falta de cobertura diaria, inadecuada compactación de las mismas y fracciones livianas dispersas, entre otras deficiencias propias debido a la falta de maquinaria adecuada, personal capacitado y agotamiento del espacio físico necesario.

“Los vertederos de la región se encuentran en un estado de situación funcional y de operación critica respecto a su capacidad de recepción. Nueve vertederos urbanos, también los insulares, no cumplen con las normas mínimas para la operación controlada y adecuada para la disposición de los desechos domésticos de sus respectivas comunas”

Informe y Diagnóstico Seremi de Salud

“Implementando los rellenos sanitarios, plantas de transferencia y centros de tratamiento en la Región se podría alcanzar en el mediano plazo -al 2018- cerca del 90% de los residuos en instalaciones adecuadas que deben cumplir con las exigencias sanitarias y ambientales”

Tania Bertoglio Seremi Medio Ambiente

“Comunas vecinas depositan sus residuos en nuestra ciudad, ese es un elemento que ayuda a determinar que efectivamente la operación del vertedero es satisfactoria”

Jaime Varas Administrador Municipal de Valparaíso

“Dado que la descomposición de los residuos sólidos produce metano y que éste es un gas combustible, entonces se debe actuar de forma preventiva”

María Graciela Astudillo Seremi de Salud