“El fracking es un enemigo común de todos los latinoamericanos”

Concluyó en Buenos Aires la Segunda Jornada Internacional “Cambio Climático y Crisis Ambiental: Los Peligros del Fracking y las Alternativas para América Latina” Fuente: 350.org, 2 de diciembre de 2016.


Solamente la unión de los pueblos podrá contener la devastación y la muerte que el fracturamiento hidráulico (fracking) promueve en los países de América del Sur, para cambiar el destino de millones de personas y contener el cambio climático. La lucha contra este método no convencional de explotación de gas y petróleo de lutita pasa por la movilización, la información de calidad, la definición de políticas públicas y leyes, así como la promoción de soluciones independientes e inclusivas de energía limpia a partir de una base económica sostenible, justa y competitiva. Para ganar esa guerra, no importa en qué país o en qué situación política y económica se encuentren: la solución es local y depende de la movilización popular en conjunto con todos los sectores de la sociedad y los legisladores.

Estas son algunas de las conclusiones y expectativas de acción efectiva debatidas en la Segunda Jornada Internacional “Cambio Climático y Crisis Ambiental: Los Peligros del Fracking y las Alternativas para América Latina”, que tuvo lugar ayer, primero de diciembre en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina, en Buenos Aires.

Durante más de cinco horas, legisladores, representantes eclesiásticos y de la sociedad civil, especialistas ambientales, científicos del clima, líderes indígenas y comunitarios de Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador y Colombia debatieron los riesgos y peligros que conlleva la fracturación hidráulica durante el evento promovido por la Coalición No Fracking Argentina.

El encuentro también consolidó la Coalición Latinoamericana contra el Fracking y por el Clima, el Agua y la Agricultura Sostenible, una iniciativa de expansión regional de la COESUS – Coalición No Fracking Brasil por el Clima, el Agua y la Vida – y 350.org Brasil y América Latina. Además del intercambio de experiencias de movilización y lucha contra la industria de los combustibles fósiles, el objetivo principal de la coalición es impedir la expansión de la práctica del fracking. Tras los contundentes ejemplos de falta de respeto a las personas, la economía y la cultura promovida desde hace décadas por la industria de los combustibles fósiles, los participantes llegaron a un consenso: Es preciso definir estrategias conjuntas de acción para contener el avance del fracking en el continente.

“No tenemos que esperar a que una fuerza mayor promueva el cambio. Nosotros mismos podemos hacerlo. ¡Y ya lo estamos haciendo!”, afirmó Nicole Figueiredo de Oliveira, directora de 350.org Brasil y América Latina y coordinadora nacional de la COESUS. “Si la sociedad y los gobiernos no se movilizan para contener la entrada y el avance del fracking en sus respectivos países, no sólo las comunidades locales sufrirán los impactos del cambio climático, sino también el resto del mundo”, añadió.

El Senador Nacional argentino Fernando Pino Solanas, presidente de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sostenible, participó en el evento y habló del fracaso de la industria del fracking en Vaca Muerta, en gran parte consecuencia de la crisis ambiental y de la caída del precio del petróleo. “Argentina está siendo utilizada como proyecto piloto para la explotación de gas no convencional, con graves consecuencias para el agua y el clima. Es una batalla, una guerra larga la que tenemos delante, pero es una que debemos pelear”.

Al resaltar los devastadores impactos, la Senadora Nacional argentina Magdalena Odarga afirmó que “el fracking está asentado sobre nuestra principal actividad productiva: la agricultura. Encontramos más pozos de petróleo y gas no convencional que productores”.

También la Senadora de Uruguay, Carol Aviaga, enfatizó la necesidad de una coalición: “Nuestra fuerza reside en la unión, pues la naturaleza no reconoce fronteras políticas”. Por su protagonismo en la lucha contra el fracking, la parlamentaria coordina la Coalición Latinoamericana puesta en marcha en Montevideo el pasado mes de Septiembre.

En ese sentido de aglutinación de fuerzas, Juliano Bueno de Araújo, coordinador de Campañas Climáticas de 350.org y fundador de la COESUS, también destacó la seguridad alimentaria como factor determinante para reunir un frente multisectorial contra el Fracking. “Considerando que los países latinoamericanos tienen en la agricultura la base de sus economías, es fundamental asegurar que la industria agrícola esté libre de contaminación. Siendo así, la prohibición del Fracking en el continente no sólo protegerá la salud de las personas, animales y medio ambiente, sino que también garantizará la competitividad de los productos en el mercado internacional”, defendió Juliano.

Además de los aspectos económicos, en los lugares en los que se produce la perforación de los pozos hay una irreversible devastación de la cultura local, como la que está padeciendo el pueblo Mapuche, pueblo originario argentino. “No hay nada que proteja la voz y la visión de los pueblos indígenas. Como pueblo Mapuche, sabemos que cada elemento tiene una fuerza, una potencia. Por cada contaminación se produce una muerte cultural en el lugar, un impacto negativo”, denunció Martín Domingo Painemal Maniqueo, líder indígena. Con determinación, Martín no da importancia a que los llamen ‘terroristas ambientales’ porque “lo único que estamos haciendo es defender la vida, la vida de nuestros hijos”.

La fundadora del movimiento Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, puso énfasis en afirmar que el fracking está destruyendo la Tierra, y que todos pagaremos por ello, ricos y pobres. “Todos merecemos vivir con salud en una tierra limpia y saludable. Y hablo de eso con la certeza de que si estuviesen aquí, los treinta mil desaparecidos políticos estarían con nosotros ahora luchando”.

El enfrentamiento contra el fracking en Brasil sirve de ejemplo e inspiración para los demás países que integran la Coalición No Fracking América Latina. Más de 200 ciudades brasileñas han prohibido el Fracking, demostrando que es posible vencer a los intereses económicos y proteger los acuíferos y las reservas de agua de la superficie, la producción de alimentos y la salud de las personas y los animales, así como toda la biodiversidad.

El diputado estatal de Paraná, Claudio Palozi, destacó la importancia de la suspensión de licencias para operaciones de Fracking aprobada el pasado día 29 por la Asamblea Legislativa, una decisión inédita en el país y que protege uno los mayores estados agrícolas. “Ahora vamos a luchar por la prohibición total, pues queremos que no sólo el Estado de Paraná, sino todo Brasil, esté definitivamente libre de esta tragedia que es el fracking”, dijo Palozi.

El vice-alcalde de Maringá, Claudio Ferdinandi, subrayó la importancia de la unión de esfuerzos entre los pueblos, así como de seguir los ejemplos de acción: “No tenemos planeta B y si destruimos este, tendremos que cumplir los castigos que nos imponga. Podemos vencer pequeños obstáculos, como defender nuestros municipios con leyes locales. No podemos sentirnos paralizados por la inoperancia de los que detentan grandes poderes”.

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