Gestión de residuos peligrosos comienza a estar en el debate

” Queda un apartado importante por abordar, los residuos de la Minería”. Fuente: La Segunda, 28 de febrero de 2017.

By Comunicaciones Terram

Gestión de residuos peligrosos comienza a estar en el debate

Se calcula que en el mundo se generan anualmente entre 350 y 400 millones de toneladas de residuos peligrosos, pese a que no existen inventarios precisos al respecto. De acuerdo a Cristina Cortinas de Nava y Sylvia Vega Gleason, especialistas mexicanas en temas ambientales, residuos y sustancias químicas, una gran parte de ellos proviene de industrias que contribuyen en forma importante con la economía de las sociedades industriales. Entre ellas están las industrias metalúrgicas del hierro y del acero o de metales noferrososy la industriaquímica. Se suman otras fuentes, como las actividades agrícolas -generadoras de residuos de plaguicidas-, las extractivas (por ejemplo mineras y petroleras) y las de servicios (como los talleres automotrices que desechan aceites gastados).

“La peligrosidad de tales residuos depende de su composición, ya que en la mayor parte de los casos se trata de mezclas complejas que contienen diversos tipos de sustancias. De ahí la importancia de contar con métodos analíticos que permitan realizar su caracterización”, sostienen.

Añaden que en el comercio mundial existen más de 100 mil sustancias, y que sólo para un número reducido de ellas se cuenta con información acerca de sus propiedades físicoquímicas, su toxicidad y biodegradabihdad, aspectos que definen su peligrosidad para la salud humana y el ambiente.

“Es en función de esas propiedades . y de la forma en que se presentan los residuos, que se puede determinar su peligrosidad. Así por ejemplo, residuos peligrosos en forma líquida pueden constituir un riesgo para los mantos freáticos si penetran a través de los suelos, en tanto que residuos particulados de pequeñas dimensiones pueden ser diseminados por el viento”, dicen las expertas.

En uno u otro caso, los residuos peligrosos pueden dar lugar a problemas transfronterizos si son arrastrados por agua o aire hacia países vecinos de los que los generaron. Las implicaciones de la disposición inadecuada de los residuos peligrosos para la salud y el bienestar público, así como para el ambiente, han quedado ampliamente evidenciadas por sucesos que a través de la historia pusieron de relieve que es más costoso remediar que prevenir.

En Chile es el Reglamento de Residuos Peligrosos D.S. 148/2003 actualizado en 2005 el que rige este tema.

Se señala que “al Estado le corresponde velar que se haga efectivo el derecho de las personas a vivir en un medio ambiente libre de contaminación así como garantizar su derecho a la protección de la salud; que el crecimiento de la actividad económica ha multiplicado la generación de residuos peligrosos, con el consiguiente aumento de los riesgos que amenazan la salud humana y el medio ambiente; que para cumplir cabalmente los compromisos del Estado y enfrentar el peligro creciente que representan los residuos peligrosos, es indispensable regular el proceso completo de su manejo, desde que se generan y hasta que se eliminan, en términos que permitan su adecuado control y seguimiento, en un marco de certeza jurídica necesario para el desenvolvimiento de la actividad económica, que sirva también de garantía para la comunidad en su conjunto; que un adecuado marco normativo puede inducir a la incorporación de una gestión de los residuos más eficientes, que ayude a minimizar la generación de residuos peligrosos, y que como resultado de la implementación de este reglamento se dispondrá de información relativa a los residuos peligrosos que se generan en el país, cuyo procesamiento y análisis será de utilidad para la autoridad sanitaria, la comunidad y las actividades productivas, en los que respecta al conocimiento de los residuos peligrosos y las mejores alternativas para su manejo, entre otros posibles usos de la información”.

La definición de “Residuo Peligroso” establece que corresponde a “residuo o mezcla de residuos que presenta riesgo para la salud pública y/o efectos adversos al medio ambiente, ya sea directamente o debido a su manejo actual o previsto, como consecuencia de presentar algunas de las características señaladas en el artículo 11”.

El citado artículo señala que “para los efectos del presente reglamento las características de peligrosidad son las siguientes:

a) toxicidad aguda,
b) toxicidad crónica,
c) toxicidad extrínseca,
d) inflamabilidad,
e) reactividad
y O corrosividad.

“Bastará la presencia de una de estas características en un residuo para que sea calificado como residuo peligroso”, dicta la normativa.

Christian Ibáñez, ingeniero industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María, mágister en Gestión Ambiental, gerente comercial de www. respel.cl y director de Everest Ingeniería & Gestión Ambiental Estratégica, explica que “los residuos peligrosos más conocidos y que tienen mayor presencia a nivel país son residuos generados por petroderivados (gasolinas contaminadas, aceites minerales y lubricantes usados, petróleo contaminado, kerosén contaminado, aguas contaminadas con todos los anteriores), ácidos degradados y mezclas de estos con agua, y otros residuos; tierras contaminadas con hidrocarburos y arsénico, tubos fluorescentes, residuos de pinturas, y aguas de lavado de vehículos”.

Ibáñez advierte del daño que provocan los residuos peligrosos. “Así como el riesgo cero no existe cundo se trata de residuos industriales peligrosos, tampoco es posible determinar su magnitud y alcance del daño que estos producen, tanto al medio ambiente como a la salud de las personas.

Para citar un ejemplo, bastan solo 5centimetros de aceite de motor para contaminar 1 metro cúbico de agua potable e impedir que pueda ser consumida por el hombre”.

Agrega el experto que también se llega a tener residuos de tal grado de daño a las personas y el medio ambiente como los son los Bifenilos Policlorados (PCBs) considerados cancerígenos, mutagénicos y teratogénicos.
“Estos son aceites sintéticos que se fabricaron en la década de los 60s, y que eran usados como aceites dieléctrico en transformadores, capacitores y condensadores, y cuya capacidad de dilución es tan pequeña que la legislación tanto chilena como internacional determinaron que para dejar de ser considerados peligrosos su presencia -por ejemplo en el agua o el elemento que contamine- debe ser inferior a 50 gramos en 1 tonelada de
agua”, explica.

ADVIERTEN POR EXPORTACIÓN DE RESIDUOS

El Ministerio del Medio Ambiente considera que “la gestión integral de los residuos sólidos, que permita reducir los impactos ambientales, es una de las dimensiones que componen una gestión moderna de manejo de residuos. Por ello, el ministerio ha establecido impulsar un cambio en la mirada y en la forma de tratar el tema. Esto significa promover la prevención en la generación de residuos y, si ello no es posible, fomentar, en este orden: su Reducción, Reutilización, Reciclaje, Valorización Energética, tratamiento y disposición final de los mismos como última alternativa. Esta visión permite aprovechar al máximo los materiales que componen los residuos antes de simplemente desecharlos sin extraer su valor total”.

Como una de las líneas de acción está justamente la actualización del Reglamento de Residuos Peligrosos D.S. 148/2005 ya descrito.

Paralelamente en junio pasado entró en funcionamiento la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Para su funcionamiento se requieren reglamentos. Los tres primeros que se someterán a consulta son el Reglamento Procedimental, el Reglamento de Movimiento Transfronterizo de Residuos, y el Reglamento del Fondo para el Reciclaje.

Claudia Alarcón, directora de Asuntos Corporativos RAM-Grupo Inppamet, plantea que “nuestro país se ha caracterizado siempre por el respeto al derecho internacional y a los compromisos que ha asumido en ese ámbito. Ejemplos sobran. Y en esta materia creernos que no se puede actuar de otra forma, por lo tanto, la Ley REP, en este caso los reglamentos que están en debate, deben ceñirse estrictamente a lo comprometido en ellos, que es impedir la importación y exportación de residuos peligrosos mientras exista capacidad instalada para tratarlos en el país. En el caso de las baterías fuera de uso eso es posible hoy”.

Asegura que es materia pendiente “la fiscalización y persecución más efectiva de personas y grupos que se dedican a recolectar y procesar estos residuos sin ningún cuidado, lo que pone en riesgo la salud de las personas y el cuidado del medio ambiente que es un patrimonio invaluable que nuestro país debe cuidar”.

Enfatiza que “nuestro planteamiento es claro, se debe reducir al máximo el tránsito de residuos peligrosos para no exponer a las personas ni al medio ambiente. La exportación es negativa porque no se puede mantener un control riguroso de la trazabilidad.

Además que se incumple un acuerdo internacional vigente hace más de dos décadas. La solución es mantener la prohibición de exportación e importación”.

El investigador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Marcel Szanto, plantea que “en mi opinión personal, las acciones de gobiernos tienen la dirección correcta. Sin embargo, desgraciadamente son de un lento desarrollo”.

Añade que “hay que destacar lo importante que ha sido el Reglamento Sanitario sobre Manejo de Residuos Peligrosos que creó el Sistema de Declaración y Seguimiento de Residuos Peligrosos. Queda un apartado importante por abordar, los residuos de la Minería”.

En Hidronor, empresa con más de 20 años de experiencia en gestión y tratamiento de residuos, destacan la importancia de este tema y de paso sus servicios, entre otros, de gestión de productos fuera de estándar, almacenamiento temporal de residuos y productos, exportación e incineración de residuos, y revalorización energética, recuperación y reciclaje de residuos.

Marcela Romero

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  • 01/03/2017