Científicos piden generar más estudios para proteger araucarias

Actualmente, organismos nacionales están evaluando si la especie puede ser considerada como en "peligro de extinción". Fuente: Diario Austral de Valdivia, 4 de septiembre de 2017.


Un grupo de científicos de la región de La Araucanía está generando acciones para que sea modificada la categoría de conservación de la araucana. Es decir, para que pase de ser una especie «vulnerable» a una «en peligro de extinción». Esto luego de que se diera a conocer públicamente que el 93 por• ciento de los ejemplares se encuentra afectado por daños producidos, eventualmente, por agentes patógenos, lo que habría generado la muerte del 5 por ciento de la población.

El cambio de categoría depende del Comité de Clasificación de Especies, organismo en el que están involucradas entidades como Conaf, ministerio de Medioambiente y Sag, entre otros servicios. Actualmente ellos analizan el caso.

ZONAS AMENAZADAS
Cientificos de la Universidad Austral de Chile han desarrollado diferentes estudios relacionados con el actual estado de las araucanas y han participado en reuniones nacionales con otros actores que analizan el tema. Rodrigo Morales, investigador del Laboratorio de Salud de Bosques y Ecosistemas y miembro del Comité de Bioseguridad de Bosque Nativo, realizó estudios en la cordillera de Costa y de Los Andes, abarcando un 90 por ciento de la zona de distribución de esta especie. Estas investigaciones fueron desarrolladas entre fines de 2015 y fines de 2016.

Indicó que se detectó que los daños se encontraban limitados a áreas muy específicas. Por ejemplo en el Ralco, en la región del Biobío. Ahí observaron que la zona más puntual afectada corresponde a bosques puros de araucarias ubicados en un sector plano, con suelo arenoso de baja capacidad de retención de agua, donde los árboles -especialmente las ramas- fueron susceptibles a daños en sus hojas por hongos e insectos endémicos. Sin embargo, en el mismo sector pero a mayor altitud, observó rodales de araucarias vigorosos, con follaje verde y sano.

Agregó que se pudo ver una situación similar en el Parque Nacional Villarrica, donde hace más de una década se ha detectado secamiento foliar• -aunque con baja mortalidad- en plantas jóvenes creciendo sobre suelos delgados, desarrollados sobre antiguos flujos de lava y arena volcánica.

En otros lugares los bosques de araucarias presentaron buena salud, como la zona de Caramávida y Nahuelbuta, en la cordillera de la Costa, y lblhuaca-Malleco, Lonquimay, Icalma y Reigolil, en la cordillera de Los Andes.

Rodrigo Morales explicó que «como estamos pasando por la década más seca de los últimos 50 años, las araucarias que se encuentran en los sectores más restrictivos se ven más afectadas y debilitadas. La capacidad de retención de agua de los suelos es muy importante respecto al estrés que pueden sufrir las araucarias, ese es un factor clave. Pero la araucaria se está viendo mayormente deteriorada en focos determinados, con condiciones particulares, no en toda la distribución». Indicó que, además de la sequía, existen otras presiones, como la intervención del hombre, la presión del ganado y de especies vegetales exóticas, la erosión del suelo y la recolección del piñón.

El académico indicó que «desde el punto de vista de la salud del bosque de araucarias, hablando desde la parte sanitaria, la especie no debería estar en peligro de extinción porque son sectores puntuales los afectados. Ahora, creo que lo primero que hay que hacer es un estudio de factibilidad científica y técnica para verificar si realmente compete el estatus de extinción. Ese estudio debe ser hecho por un equipo muftí-disciplinario de gente que trabaje en la parte pública, privada y en las comunidades. Lo más importante es continuar investigando esta especie».0

CRITERIOS
Otro de los científicos de la Universidad Austral que han desarrollado estudios relacionados con las araucarias es el ecólogo del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas, Mylthon Jiménez, quien postuló la hipótesis de que debido a la sequía prolongada que ha afectado al sur de Chile las araucarias entraron en un periodo de «carbón starvation» o «régimen de hambre». Es decir, que la planta no hace su proceso de fotosíntesis como es debido, lo que provoca que gaste sus reservas y no tenga carbohidratos para funcionar. Jiménez destacó que durante esta primavera recorrerá las zonas afectadas -las mismas que visitó durante la primavera pasada- para desarrollar más estudios y monitorear si los ejemplares se han recuperado del régimen de hambre o si la situación ha empeorado. Espera recorrer Nahuelbuta, Lonquimay, ‘calma, Conguillío y Villarrica. «Queremos ver si la situación ha variado con el cambio de régimen de agua que se ha registrado este año», explicó.

Sobre el cambio de categoría de conservación, el investigador indicó que usando los criterios tradicionales cuantificables -cantidad de ejemplares existentes o tamaño de las poblaciones- las araucarias no entrarían en la categoría peligro de extinción. Sin embargo, Jiménez indicó que hay que sumar y estudiar otros criterios de amenaza. «Por ejemplo, hace diez años no pensábamos en los megaincendios forestales.

Hoy los tenemos en forma cada vez más frecuente en zonas donde hay araucarias y estas incluso han sido afectadas. Esto debería considerarse por lo que puede pasar en el futuro, porque todos los modelos-producto del cambio climático-predicen que estos incendios van a seguir ocurriendo. Además, tenemos al cambio climático por sí mismo. ¿Qué pasa si viene otro evento de sequía prolongada, van a aguantar las araucarias? Podría morir una población en particular. Si uno comienza a incorporar estos nuevos agentes creo que las araucarias sí deben ser declaradas en peligro de extinción. Sin embargo, hay que seguir haciendo estudios y un nuevo análisis del estado de conservación, reconociendo las nuevas amenazas», argumentó.

Jiménez indicó que, generalmente, cuando se cambia la categoría de conservación se asocian programas de manejo y conservación. «En la práctica conozco pocos programas que funcionen y que sean efectivos. En Chile tenemos muchas especies en peligro de extinción y básicamente no hay ningún programa detrás de ellos. Hay esfuerzos de Conaf por identificar las poblaciones y mantenerlas bajo resguardo, pero no sabemos si hay programas de recuperación o propagación. Esto no suele traducirse en una política activa», dijo.

PLAN DE MONITOREO
El senador Alfonso de Urresti también se encuentra desarrollando acciones para proteger la araucaria. En junio de este año el Senado aprobó un proyecto de acuerdo impulsado por el parlamentario en el que solicitó a la Presidenta Michelle Bachelet que instruya a los ministros de Agricultura, Medioambiente, Bienes Nacionales, Educación y Hacienda, además de la Conaf, a destinar recursos para diseñas’ e implementar un plan de monitoreo de la especie. El objetivo de su solicitud es que se realice un seguimiento permanente a su estado de conservación en el territorio y, también, que se pueda establecer períodos de veda de la cosecha del piñón, con cuotas por persona y con métodos regulados para no dañar el árbol, medida de la cual -indicó en el proyecto-«deben estar liberados los pehuenches».

Entre las razones para hacer esta solicitud, el parlamentario argumentó que actualmente, del total de 253 mil hectáreas de araucarias, solo el 48 por ciento de ellas se encuentra en áreas protegidas. También que los piñones, base alimenticia de los pehuenches en la alta cordillera, hoy pueden verse siendo ofrecidos a granel en los supermercados del país.

De Urresti además pedirá durante la discusión del presupuesto para 2018 que se genere una glosa especial en el Ministerio de Agricultura para financiar el plan de monitoreo y el resguardo de la araucaria.

Especies amenazadas en la región
• Según datos de Conat a nivel regional son varias las especies tanto de flora como de fauna en condición de amenazadas, es decir, en peligro o vulnerables. En el caso de la flora se encuentran en peligro la planta del león (Valdivia gayana). el alerce (Fitzroya cupressoides) y el michay rojo (Berberidopsis coralli na). Como estrategia -según Conaf- la región implementa planes nacionales de conservación para dichas especies. Por su parte, el alerce está «adecuadamente protegido por una férrea legislación que prohíbe su extracción».

«Si uno comienza a incorporar nuevas amenazas, corno los incendios o las sequías prolongadas, sí deben declararse en peligro de extinción».
Milthon Jiménez Investigador Uach

«Corno estamos pasando por la década más seca de los últimos 50 años, las araucarias de sectores restrictivos se ven más afectadas»
Rodrigo Morales Investigador Uach

253 mil hectáreas de araucarias se distribuyen en dos regiones de Chile. Solo un 48 por ciento de ellas se encuentra en áreas protegidas.

75 por ciento de las araucarias que habitan el mundo se encuentran en Chile y el 25 por ciento restante están distribuidas en Agentina. El 97 por ciento se encuentra en la Cordillera de Los Andes.

4.500 hectáreas de araucarias fueron arrasadas durante el incendio del año 2015 en la Reserva Nacional de China Muerta, ubicada en la región de La Araucanía.

PARA CONSIDERAR
• La Araucaria araucana es una de las especies más longevas del planeta, ya que cada ejemplar puede superar ampliamente los mil años de edad.

• La araucaria fue declarada Monumento Natural en 1990 por DS N°43 de Agricultura gracias a la defensa que hicieron las comunidades pehuenches frente a la amenaza de iniciativas de explotación .

• La especie fue declarada «vulnerable» mediante DS n°51, de Segpres, de 2008.

• Una especie amenazada es aquella que presenta problemas de conservación que significan un riesgo de extinción en el mediano plazo. Debe presentar al menos un 10 por ciento de probabilidades de extinción en 100 años.

Claudia Muñoz David


Publicado en: Noticias Terram

Etiquetas: araucaria Destacado extincion

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