Isla de basura en el pacífico podría ser un nuevo país en la ONU

Los expertos estiman que el cuerpo de desechos, actualmente, es más grande que Francia, y flota en una zona donde no pasan barcos. Fuente: El Mercurio de Calama, 3 de octubre de 2017.


La isla de basura ubicada en el océano Pacífico, en un lugar entre Japón y Hawaii, pretende ser reconocida como el Estado 194 de la Organización de Naciones Unidas (ONU), como una forma de concientizar al resto de los países para el inicio y consolidación de políticas destinadas al manejo de los residuos plásticos. El líder de la campaña es el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, quien ya, incluso, cuenta con un pasaporte de «trash islander», el número TI7B90H3, que tiene vigencia hasta el 7 de julio de 2027.

«Los mares son decisivos para nuestra supervivencia. Debemos protegerlos», dijo el reconocido ambientalista a la agencia de noticias DPA.

Los «trash islander», como se autodenominan quienes apoyan la campaña, solicitaron a la ONU que la isla sea aceptada como el miembro 194, idea que fue apoyada por más de 125.000 personas mediante la firma de una petición en Internet.

La base para solicitar este reconocimiento es la Convención de Montevideo de 1933, sobre los derechos y obligaciones de los Estados. Claro que desde el punto de vista del derecho internacional aún faltan algunas cosas para que sea un país.

Desaparecer

Sin embargo, los «trash islanders» no se hacen muchas ilusiones de ser aceptados en la ONU, ya que tendrían un conflicto de consciencia si fueran reconocidos, porque su siguiente meta sería hacer desaparecer lo antes posible el nuevo Estado. O, como señala su lema, «asegúrate de que el primer país hecho de basura en el mundo sea el último».

Naciones Unidas, por su parte, elogió la campaña: «Es una manera muy original de llamar la atención sobre un problema que muchas veces es ignorado», pero «las posibilidades de ser reconocidos son prácticamente nulas», dijo el portavoz del secretario general António Guterres, Stephane Dujarric.

La isla

El territorio plástico ya cuenta con varios símbolos: un escudo con el lema «el océano nos necesita», una bandera (azul y blanca con un triángulo verde), una moneda (el debris) y estampillas (con peces, pájaros y tortugas). Lo que le falta es el reconocimiento internacional por parte de la ONU u otra nación.

Debido a su constitución, quien intente poner un pie en la isla se hundirá en el mar, ya que está formada por botellas, bolsas, envases y todo tipo de desechos.

La mayoría de los residuos, que han flotado desde los países con costa en el Pacífico, se van descomponiendo poco a poco en partículas más pequeñas que flotan por debajo de la superficie del agua y apenas se pueden reconocer, explicaron los ambientalistas.

Esta alfombra de plástico, conocida como «Great Pacific Garbage Patch», fue descubierta por los científicos hace 20 años.

Los expertos estiman que actualmente es más grande que Francia, es decir, que cuenta con una superficie de al menos 700 mil kilómetros cuadrados. Pero como flota en una zona en la que no hay demasiados barcos ni muchos turistas, el interés por ella se mantiene bajo.

Su composición «sólida» se presume que está formada por 140 millones de toneladas de basura plástica, a las que año tras año se suman ocho millones de toneladas.

El problema es reconocido, pero es poco lo que se ha hecho hasta ahora para resolverlo: en la cumbre del G20 en Hamburgo, los países industrializados y emergentes optaron por un plan de acción poco comprometedor, señaló la entidad.

TESTIMONIOS DE FUNDADORES

Cadena alimentaria

La profesora británica Sarah Roberts dijo en Change.org que «este material indestructible trastorna todos los niveles de la cadena alimentaria».

Ballenas

El ex surfista y documentalista, Tim Nunn, afirmó que «estamos encontrando ballenas muertas (…) con el estómago lleno de bolsas de plástico».

Ciudadanos

Cada ciudadano de la isla de basura se compromete a reducir la cantidad de plástico que consumen, y crear conciencia sobre el tema en su comunidad.

Faltan 19 mil firmas

En la página de campañas electrónicas Change.org está alojada la «Petición para que el Secretario General de la ONU, António Guterres, acepte la isla de basura como un país y ayude a proteger nuestros océanos», que ya cuenta con el apoyo de más de 131 mil personas, pero faltan cerca de 19 mil para llegar a la meta de 150 mil adherentes. Al ser un país, «otras naciones estarán obligadas a limpiarnos», señalan los organizadores de la campaña.

Valeria Barahona / DPA

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