El repunte de la minería asociado al auge de la electromovilidad

La minería chilena puede tener un nuevo valor agregado gracias al progresivo crecimiento de la industria automotriz eléctrica. El incremento de cobre en las piezas y partes de un vehículo eléctrico permite proyectar una mayor demanda del metal rojo, así como de litio y cobalto. Fuente: La Tercera. 21 junio de 2018.


La competitividad del cobre tiene un nuevo impulso con la electromovilidad, lo que ratifica la vigencia del metal rojo. No es posible imaginar la vida sin el cobre, plantean desde Procobre.

Es que este mineral contribuye a mejorar la calidad de vida, el avance tecnológico y el desarrollo económico sostenible. Su uso tiene una destacada historia y cada día se vuelve más actual, haciendo frente a los desafíos de la sociedad: la escasez de recursos, el cambio climático y los problemas de salud pública.

«El cobre es sinónimo de innovación y de cuidado del medioambiente. Es 100% reciclable y al hacer más eficientes los vehículos eléctricos, ayuda a reducir la huella de carbono que deja el transporte, la que alcanza al 20% del CO2 que produce el país», explica Marcos Sepúlveda, director ejecutivo de Procobre.

Cobre en autos eléctricos

En ese sentido, responde muy bien a la tendencia de desarrollo de la electromovilidad, ya que «la presencia del cobre es determinante en todos los ámbitos de su operación», precisan en Procobre.

Y es que si un vehículo convencional cuenta con 23 kilos de cobre entre sus componentes y cables, uno eléctrico puede alcanzar los 89 kilos en promedio. «Está en el motor y los circuitos; en la batería que puede llegar a tener 40 kilos de cobre, casi el 50% del total en el vehículo; y en los cargadores públicos o del hogar, con hasta ocho kilos, para hacer más eficiente y rápido el abastecimiento», señalan en Procobre.

Asimismo, al sumar lo que implicará en el corto plazo para el transporte público, el escenario para la demanda de este mineral no puede ser mejor: un bus puede llegar a tener 395 kilos de cobre y ya hay modelos que están operando en el Transantiago.

De esta manera, se abre un nuevo escenario para la principal riqueza del país, tradicionalmente conocido como el «sueldo» de Chile.

Mayor demanda

Solo durante 2017 se utilizaron 185.000 toneladas del mineral en el mercado de la electromovilidad y, según un estudio realizado por IDTechEx, la demanda aumentará al 2027 a 1,7 millones de toneladas, es decir, un incremento de nueve veces, de acuerdo con los datos de Procobre.

«Este es un gran desafío para la industria, no solo para elevar la producción, sino que también es una oportunidad para dar un valor agregado al cobre y avanzar más hacia el desarrollo de nuestro país», comenta Marcos Sepúlveda, director ejecutivo de dicha organización.

Proyecciones

Se observa que la demanda del cobre se verá fortalecida por el aumento explosivo de la fabricación de vehículos eléctricos e híbridos, unido al crecimiento de la construcción en China e India, de acuerdo con el Dr. Manuel Viera, director de la Escuela de Ingeniería en Minas de la Universidad de Las Américas.

De hecho, «al 2019, el mundo demandará cerca de 24,5 millones de tpa (toneladas por año), un 1,9% más que el 2018, siendo China el país que más demanda cobre: unos 12.355 Ktpa (miles de toneladas por año), que significa un 2% más que el año 2018. Esto representa el 52,2 % del consumo global de cobre en el mundo», especifica.

Actualmente, se fabrican en el mundo 90 millones de vehículos que consumen del orden de 2.400.000 toneladas de cobre. «Cabe destacar que de la producción mundial de vehículos 2.000.000 son eléctricos, y por este concepto se demandan alrededor de 160.000 toneladas de cobre, en tanto que hacia el año 2028 se estima una producción de 20.000.000 autos eléctricos, los que van a demandar 1.600.000 toneladas de cobre», precisa Álvaro Merino, gerente de Estudios de la sociedad nacional de minería (Sonami).

Para el 2020 habrá un creciente déficit en los stocks de cobre en el mundo, plantea Manuel Viera, debido al crecimiento de la demanda, la escasez de minas nuevas e interrupciones por huelgas y conflictos laborales. Así, «se espera que al 2019 el déficit de cobre en el mundo sería cerca de 250 ktpa a 300 ktpa, y al 2020 el déficit será mayor en cerca de 600 a 800 ktpa; incluso, según BMO Capital Markets este podría llegar al 2021 a 900 ktpa», añade.

En ese sentido, Chile debe aprovechar esta coyuntura para captar mayor participación de mercado. ¿Pero cómo Chile puede ganar en participación de mercado y crecer? «Ese es el dilema, pues se sabe que faltará cobre en el mundo.

¿Por qué no hacer expandir las grandes mineras que cuentan con grandes reservas con calidad y cantidad suficiente? Collahuasi, Los Bronces, RT, Candelaria, El Abra, Andina, entre otras, podrían generar un aumento en la oferta chilena en cerca de un millón de toneladas en los próximos 10 años», opina el académico de la Universidad de Las Américas.

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