Máximo Pacheco: «Creo no equivocarme al decir que el año 2030 no habrá centrales a carbón en Chile»

SANTIAGO 20.03.2013 ENTREVISTA AL MINISTRO DE ENERGIA JORGE PACHECO MATTE. Foto JUAN FARIAS / LA TERCERA. JUAN FARIAS

El 10 de mayo, el ex ministro de Energía de la ex Presidenta Michelle Bachelet, Máximo Pacheco Matte, presentó un libro que recoge los principales hitos que llevaron al país a masificar su oferta energética, mudando de aquella en base al combustible fósil, a una limpia, económica y renovable. Fuente: El Mercurio de Antofagasta. 2 junio de 2018.


En el inicio de la gira para promocionar el escrito, el economista incorporó a Antofagasta. Por eso se presentó ayer en el ciclo de charlas Antofagasta en Transformación, organizado por esta casa periodística, con apoyo de Antofagasta Minerals, Puerto Antofagasta, Inacal, Universidad de Antofagasta y Derco Center Yusic.

«Decidí que debía empezar en la capital del sol, y esa es Antofagasta, dado que ésta es la región que mayor producción energética aporta al país», dijo el destacado expositor.

¿Qué realidad está viviendo Chile en este tipo de desarrollos?

– Estamos en plena revolución energética, la que se inició después que este sector estuviera empantanado y descuidado. Creo que el país tocó fondo, pero fue capaz de reponerse de acuerdo en una agenda de energía transversal que, de alguna manera, se convino con muchos actores, lo que permitió cambiar el marco institucional del sector.

Cambió la base de licitación, transmisión, equidad tarifaria, distribución de gas de cañería, entre otros. Entonces se cambió el marco institucional y a este sector se trajo competencia.

Usted dice que el país tocó fondo en materia energética. ¿Cuándo ocurrió eso?

-Cuando nos cortaron el gas argentino, cuando llegamos a tener el 40% de la generación eléctrica con gas de ese país, que era muy barato y abundante, hasta que dejó de serlo y se transformó en el más caro. Estábamos realmente expuestos al apagón, al racionamiento.

Tocamos fondo cuando las cuentas de la luz en el país eran las más caras de América Latina. También con el caso de Barrancones, donde la institucionalidad ambiental se vio severamente limitada y las empresas comenzaron a preguntar, «bueno ¿cuáles son las reglas del juego?».

¿Cuáles son los hitos que destaca de esta nueva política energética?

-Primero, al traer competencia a este mercado, conseguimos que los precios de las licitaciones bajaran 60%. Segundo, que tomamos la matriz energética con un 6% de generación eólico solar y la transformamos en un 20%. Tercero, logramos interconectar el sistema de transmisión. Se acabó en Chile el sic (Sistema Interconectado Central) y el sing (Sistema Interconectado del Norte Grande). Ahora tenemos un sistema único que parte en Arica y termina en Chiloé, y eso le dio al país una columna vertebral de transmisión integrada y única.

Dificultades

Cuando parten con esta nueva política en energía, ¿cuáles fueron los principales escollos?

-Los principales escollos siempre son los intereses comerciales. Se dijo que estas energías renovables no eran para Chile porque somos es un país pobre. Que estos proyectos eran para países ricos, como Alemania, que podía subsidiarlos. Lo otro era la desconfianza de la gente en nuestra institucionalidad ambiental.

Otro escollo es que Energía siempre se entendió como un ministerio técnico sectorial, y ahora se transformó en uno social y ciudadano, porque son 5 millones 500 mil hogares en Chile los que reciben todos los meses la cuenta de la luz, por ende, no podemos hacer políticas públicas sin dialogar con la gente. Sin «ciudadanizar» la energía.

Con estos cambios y mejores condiciones, Chile ha llamado la atención de países productores de energías renovables…

-Absolutamente. Eso fue lo que conseguimos. Como Estado salimos con el Comité de Inversión Extranjera y con la Comisión Nacional de Energía a explicar esta ley. El Estado se preocupó de atraer a nuevos inversionistas, se encargó de cambiar la ley de ENAP para que ENAP pudiera participar de la licitación, asociado con un privado.

En definitiva el Estado pasó de ser un espectador pasivo que miraba el partido desde la marquesina del estadio, a ser un jugador que sabe que tiene un rol, y lo ejercerá.

Termoeléctricas

Es paradójico que se aluda a un cambio en el uso de las energías cuando en la región la mayoría de las fuentes generadoras son a carbón.

-Ya comenzó (el cambio). Engie anunció el cierre de dos de sus termoeléctricas, y habrá dos más en los próximos meses y tendremos de aquí a fines del próximo año el anuncio del cierre de otras siete. Yo creo no equivocarme al decir que de aquí al 2030 no tendremos centrales a carbón en Chile. La gracia de este fenómeno es que es uno de destrucción creativa. Estamos destruyendo algo para reemplazarlo por una alternativa mejor.

La labor minera del país ¿pone un tope a este avance de energías limpias?

-Sé perfectamente bien que el cliente número uno del sistema eléctrico chileno es Codelco. La minería es importante pero eso está en transformación, porque las fuentes más competitivas de electricidad en el país son la energía eólica y solar. Las licitaciones últimas las ganan principalmente los eólicos y solares porque ofrecen los mejores precios.

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