Lo mejor y lo peor de la semana del 27 de agosto

El equipo de Fundación Terram selecciona lo que considera lo más positivo y lo más preocupante que ha acontecido en la semana que culmina.


Lo mejor:

Corte Suprema ordena reubicar instalaciones que se emplazaban sobre humedal 

La Corte Suprema acogió un recurso de protección presentado por una junta de vecinos, la Agrupación Cultural por los Humedales y Entornos Naturales y la sociedad educacional Winkler Contrareas, y ordenó a las empresas inmobiliarias GPR Puerto Varas Limitada y Socovesa Sur, y al Serviu de la Región de Los Lagos adoptar una serie de medidas con la finalidad de proteger el Humedal Llantén, ubicado en la ciudad de Puerto Montt. Dentro de las medidas dispuestas por el máximo tribunal, llama especialmente la atención aquella que dispone la reubicación, en el plazo de tres años, del colegio “Da Vinci School” –propiedad de uno de los recurrentes–, con el fin de despejar el área de escurrimiento natural de las aguas lluvias hacia el humedal intervenido.

Este fallo es importante debido a que la Corte Suprema reconoce a los humedales como objeto de protección aun cuando no hayan sido declarados como tal por un acto formal, lo que prevalece incluso sobre el derecho de propiedad del dueño del terreno donde los mismos se emplazan. En concreto, señaló el máximo tribunal: “Que, en consecuencia, la recurrida inmobiliaria GPR aun cuando sea dueño del terreno donde se emplaza el humedal, no se encuentra facultada para drenar sus aguas atendido el bien superior que ha de resguardarse, esto es, proteger el referido ecosistema”.

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Lo peor:

No hay responsables de la contaminación en Quintero-Puchuncaví

A pesar de no haber concluido aun la crisis ambiental en la zona de Quintero y Puchuncaví, a una semana de los eventos de contaminación que dejaron a más de 300 habitantes de la zona intoxicados, las empresas que forman parte de este polo industrial siguen funcionando.

Si bien el Gobierno se mantiene fiscalizando varias empresas durante todo el día para identificar un culpable, aun no hay determinación alguna que aclare la situación para proceder a tomar medidas concretas.

Mientras, las comunidades que han sufrido los efectos de estos eventos siguen siendo expuestas a las mismas situaciones, porque las faenas de las industrias no se han detenido. Tan solo este miércoles, la agrupación Dunas de Ritoque registró un nuevo varamiento de carbón.

Las protestas aumentan, la opinión pública se radicaliza, y las organizaciones ambientales nos mantenemos alerta a esta crónica de «una muerte anunciada».

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Publicado en: Resumen de prensa

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