Reserva de la Biósfera de Valparaíso estaría amenazada por nuevo Terminal Agrícola

Comunidad del sector señalan el posible emplazamiento de un proyecto agrícola en Quebrada Verde, lo cual alteraría la actual condición de esta área verde. Fuente: El Martutino. 6 agosto de 2018.


Con bombos y platillos se anunció en mayo de este año la construcción de un Terminal Agrícola en el sector de Quebrada Verde, en Valparaíso. El anuncio señaló que gracias a la implementción de este terminal se crearían unos ocho mil puestos de trabajo, entre empleo directo e indirecto.

Sin embargo, vecinos del sector han manifestado sus profundas obsevaciones a lo que podría implicar esta construcción. Cabe señalar que la instalación de este terminal se realizará en las inmediaciones del Fundo Quebrada Verde, declarado Reserva para la Conservación de la Biósfera desde el año 1984 por UNESCO y el Santuario de la Naturaleza Acantilados Federico Santa María, declarado Monumento Nacional en el años 2006 por su relevancia para el ecosistema.

La voz de alerta la puso la comunidad Piuke Ko, quienes explicaron que «apoyamos la iniciativa de los trabajadores organizados para mejorar sus condiciones laborales, pues no descartamos los beneficios que este Terminal pueda conllevar tanto para el conjunto de personas asociadas al Mercado Cardonal de Valparaíso como a la población en general. Sin embargo, el posible emplazamiento de este proyecto en el espacio físico ya citado contradice y altera su actual condición de un área verde (según PREMVAL vigente) tras lo cual dejaría de serlo, cabe destacar que no hay hasta ahora ningún terminal agrícola construido sobre un área verde en todo el país».

Según relatan, la lista de posibles riesgos derivados del impacto de este Terminal incluiría la degradación directa del humedal El Cricket por un aumento desproporcionado de carga de materia orgánica, debido al arrastre ocasionado por las lluvias, lo queprovocaría un desabastecimiento de agua del único Santuario de la ciudad. Además el alto impacto vial, auditivo, lumínico (iluminación permanente) y la polución ambiental que derivaría de los procesos de construcción y funcionamiento de un terminal agrícola en el sector alterarán la flora y fauna nativa.

En esta zona se concentran múltiples especies con problemas de conservación, según los datos del Libro Rojo de CONAF, el coipo, zorro chilla, degu, culebra de cola larga y también algunas catalogadas en peligro como el chungungo, la torcaza y el gato güiña. Asimismo, el alto volumen de carga orgánica supone un riesgo de especies plaga como ratones de cola larga o la chaqueta amarrilla, las cuales podrían propagarse y generar problemas sanitarios, y cuyo control de estas plagas podrían derivar en envenenamientos de la fauna y mayor contaminación de las aguas.

«Somos parte de un corredor biológico que atraviesa desde el océano Pacífico hasta el valle del Aconcagua; hábitat de animales y flora nativa. Ruta permanente de aves migratorias. Humedales, bosques, napas subterráneas, canales, acantilados y borde costero comprenden este espacio. Se trata de una riquísima biodiversidad a la cual se une nuestra presencia y actividad humana, buscando habitar este territorio de manera sustentable y acorde a la vida natural que nos rodea», agregan desde Piuke Ko.

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