Cobquecura la comuna que se niega a la industria de los impactos de las salmoneras
By Comunicaciones

Cobquecura la comuna que se niega a la industria de los impactos de las salmoneras

La votación de este lunes para uno de los 8 centros de Inversiones Pelícano S.A. llega con una recomendación del SEA Biobío para que sea en contra. En tanto, la comunidad Ñuble está expectante al resultado. Fuente: Crónica Chillán. 7 octubre de 2018.

En octubre de 2015 ingresaron 11 nuevos proyectos acuícolas al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) del Biobío con el fin de obtener su aprobación para comenzar su ejecución en las costas de Ñuble, específicamente en Cobquecura, comuna caracterizada por sus bellos paisajes, diversidad ecosistémica y la pesca artesanal. “El proyecto corresponde a la construcción y operación de un centro de cultivo de recursos hidrobiológicos, el cual consiste en cultivar cuatro grupos de especies: Cojinova del Norte, Salmónidos, Mitilidos y Macroalgas”.

Así fueron presentados 10 de los 11 centros de cultivos al SEA, pues el décimo primero tendría como fin sólo el cultivo de algas y choritos. En noviembre del mismo año obtuvieron su resolución de admisibilidad y desde esa fecha hasta la actualidad incontables olas han bañado las arenas de Cobquecura.

Al mismo tiempo, un fuerte movimiento ciudadano se ha levantado en oposición a los planes de Inversiones Pelícano S.A., empresa de cultivo acuícolas tras el proyecto en las costas de Ñuble y que el 5 de octubre del presente año desestimó insistir con tres de sus centros por “la petición expresa de la comunidad en las participaciones ciudadanas en el marco del proceso de calificación ambiental”, señalaron desde Pelícano también apurando a la cercanía del proyecto con La Lobería.

Esto, a tres días de que la Comisión de Evaluación Ambiental dirima respecto al centro de cultivo noroeste de Punta Rinconada, uno de los 8 proyectos que quedan en juego y que también es ampliamente rechazado por los habitantes de Cobquecura y de Ñuble.

Justificación de Pelícano

Para Mark Stengel, director ejecutivo de Inversiones Pelicano S.A, Cobquecura cuenta con condiciones ideales para la instalación de la industria acuícola. “Las costas de la Región de Ñuble tienen inmejorables condiciones para el desarrollo de acuicultura fuera de costa, como en otros países de Europa o Norteamérica.

Además, se han definido a lo largo de la costa de Chile amplias zonas A.A.A, o Áreas Aptas para Acuicultura, donde el Estado está facultado para recibir y tramitar solicitudes de concesión de acuicultura”, indica Stengel, puntualizando que este desarrollo se produciría en un sector de Ñuble afectado por la cesantía y la migración campo-ciudad.

“También porque creemos que el desarrollo de la acuicultura sustentable, que ha permitido un desarrollo importante de otras regiones en Chile, además de permitir la seguridad alimentaria del país, es una fuente de reconversión real y seria para la pesca artesanal; permite invertir en Ñuble, que presenta altas tasas de cesantía y necesidad de proyectos privados, y genera actividad económica para detener la migración campo-ciudad que afecta a Cobquecura debido a la falta de oportunidades para los más jóvenes”.

Ciudadanía consciente

El movimiento social contra los proyectos acuícolas de la comuna de Cobquecura comenzó a tomar fuerza en 2016, luego que julio Fuentes asumiera como alcalde tras las elecciones municipales de ese año. Fuentes, eso sí, no era un extraño en el sillón edilicio ni menos en la lucha contra las problemáticas ambientales de su comuna. Desde 2004 a 2006 fue parte, junto a otros vecinos, de una campaña opositora a la planta de ltata de Celulosa Arauco para evitar que esta empresa instalara un ducto de emisión de efluentes.

Finalmente los esfuerzos de la comunidad no impidieron que la mole del grupo Angellini lograra su cometido, y hoy en plena desembocadura del río Mata, a 20 kilómetros de Cobquecura, es posible encontrar la estructura de polietileno de un metro 20 centímetros de diámetro vertiendo sus sustancias al mar.

Hoy Fuentes cree que el presente en el que se encuentra la ciudadanía -por ende también la de Cobquecura- es diametralmente distinto al de la pelea anterior. “Nuestra gente, aparte de estar empoderada, tienen conocimiento y tienen conciencia de que esto es un problema de todos y no un problema de algunos, yque definitivamente trae más consecuencias perjudiciales que positivas.

Por lo tanto, la gente está absolutamente consciente que la simación económica de estas empresas está por sobre el desarrollo verdadero de los pueblos y por sobre las personas”, comenta Fuentes, quien apunta a que dichas empresas provocarán que “las futuras generaciones, de continuar aceptando este tipo de proyectos, van a terminar visualizando miseria y un desarrollo ínfimo”. Edgardo Vidal, presidente del Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura, suma a lo expuesto por Fuentes el uso de las redes sociales como un aliado contra el proyecto de inversiones Pelícano.

“En lo que difiere es que cuando se presentó el proyecto de la celulosa, los sistemas de información de redes sociales eran muy pobres, estaban recién en pañales, entonces las comunicaciones eran más difíciles.

Vidal además cuenta un hecho que ejemplifica el espíritu que posee el comité que preside. “Nosotros viajamos cuando estuvo la crisis en Chiloé en 2016. Llevamos alimentación, elementos no perecibles, y desde ahí hemos hecho lazos. Hemos estado en Temuco, en Panguipulli, en el norte, siempre apoyando y aprendiendo de otras causas que están pasando por lo mismo”.

Defensa ambiental

A fines de 2016, el Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura contacta a ONG Defensa Ambiental, organización sin fines de lucro compuesta por cinco abogados de la Universidad de Concepción que tiene como objetivo “permitir y garantizar el acceso ala justicia ambiental a los territorios y comunidades del país, a la promoción de iniciativas ambientales y la protección de la naturaleza como sujeto de derecho”.

Francisco Astorga, parte del equipo de Defensa Ambiental, resume el proyecto acuícola con el que se encontraron tras estudiar el plan de Inversiones Pelícano en la costa de Ñuble. “Nos encontramos con un proyecto que está claramente fraccionado.

Es un solo proyecto que implica una sola gran inversión. Una sola operación para llevarlo a cabo y por su puesto siendo el mismo titular, es decir la misma empresa, quien se lleve los beneficios económicos de los 11 proyectos”, detalló Astorga, días antes de que Pelicano bajase tres de sus centros producto de la presión social. “En segundo término, es un proyecto que no reconoce los reales impactos que la industria genera en el sector. Tanto en la población en cuanto a economía local, como en la biodiversidad marina y el maritorio”, continúa el abogado.

“En tercer término es un proyecto súper falente. Por lo mismo, el Servicio de Evaluación Ambiental (Biobío) recomendó la no aprobación del proyecto, esto porque hay muchas preguntas que se le hide-ron en los losara y que la empresa simplemente no respondió”, indica el abogado y señala un punto que -según él- destaca con importancia. “El proyecto ingresa con 11 declaraciones de impacto ambiental y no con un solo gran estudio.

Es importante, principalmente porque el Estudio de impacto Ambiental reconoce persé un impacto en el medio donde se va a instalar, mientras la declaración no reconoce impacto. Entonces todo el rato ellos están diciendo `esto en realidad no genera un impacto que sea considerable’. Entonces, con todas las observaciones que se les hicieron por los servicios de la Municipalidad, que se condensaron en dos losara, ellos no fueron capaces de responder sin pisarse la cola y simplemente reconocer que generan impacto”.

Opinión del gobierno

El 4 de octubre debutó el SEA de Ñuble aprobando un proyecto habitacional en la comuna de Chillan. Mientras eso ocurría en el segundo piso de la Intendencia, en la explanada del mismo recinto cientos de personas se reunían para hacer pública su disconformidad con el proyecto acuícola de Inversiones Pelícano, el cual será votado, al menos una de sus fracciones, este lunes a las 15:00 horas.

Patricio Caamaño, seremi de Medio Ambiente de Ñuble y parte de la Comisión de Evaluación, cuenta respecto a la movilización ciudadana que se opone a los 8 centros de cultivos que quedan en el camina que, “si bien es cierto que la comunidad está empoderada, se empodera al final del procese cuando lamentablemente no hay mucho que hacer.

Es mucho más importante empoderarse en el proceso cuando corresponde”, sostuvo. Dentro de lo mismo, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, comentó en su visita a la capital regional que se modificará la legislación ambiental vigente para fortalecer la participación ciudadana en los proyectos de evaluación de impacto ambiental.

Pero además de eso, si bien Schmidt indicó que no podía referirse a un proyecto en trámite, como el de Inversiones Pelícano, sí comentó la visión del gobierno respecto al desarrollo: “Queremos para Chile proyectos que sean sustentables y sostenibles (…) No existe verdadero desarrollo si este no es sustentable”.

¿Y si la votación es en contra?

Consultado Mark Stengel, director ejecutivo de inversiones Pelícano S.A., por los pasos a seguir en caso que la votación de mañana resulte desfavorable para el centro de cultivo en Punta Rinconada, este señala que habrá que esperar que las siguientes tramitaciones se realicen sin presiones políticas, al ejemplificar lo sucedido con el SEA Biobío que recomendó no aprobar el proyecto.

“Esperamos que la tramitación del resto de los proyectos se haga sin presiones políticas, para que los órganos del Estado involucrados ponderen técnica, científica y ambientalmente nuestras iniciativas y evitar así desterrar la ilegalidad y arbitrariedad cometida por el SEA al entregar un informe negativo del centro `Noroeste de Punta Rinconada’, obviando la opinión de dos servicios evaluadores de nuestros proyectos”, comenta Stengel.

Además, y contraponiéndose a lo que señala Francisco Astorga, de Defensa Ambiental, y a lo que acusa el Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura, el municipio de la misma comuna y otras entidades que apoyan el movimiento contra la industria de impacto salmonera, Mark Stengel expresa que “tenemos el convencimiento técnico y científico que nuestros proyectos pueden convivir con la Lobería y la actividad turística de esta zona, así como con la pesca artesanal, tal y como sucede en otros países y regiones de Chile en donde esta actividad convive todo el año con la actividad pesquera y turística, convirtiéndose en socios estratégicos”, enfatizó el representante de la empresa.

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  • 08/10/2018