Daños genéticos y cáncer: El lapidario informe médico sobre la contaminación en Quintero-Puchuncaví

Foto: Claudia Pool.

En un documento dirigido a la Corte de Apelaciones de Valparaíso se señala que los gases detectados en la zona tras los episodios de intoxicación están asociados a la aparición de distintos tipos de cáncer y al desarrollo de patologías en el embarazo. Fuente: La Tercera. 11 octubre de 2018.


El Colegio Médico hizo llegar al Poder Judicial un informe que elaboró el Departamento de Medio Ambiente presidido por el médico Andrei Tchernitchin Varlamov, en que detalla los nocivas consecuencias en la salud de los gases contaminantes presentes en las comunas de Quintero-Puchuncaví. Este documento fue solicitado por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, en el marco de la querella presentada por habitantes de ambas comunas, más Zapallar, por los efectos de la contaminación en la zona.

En el documento, al que accedió La Tercera PM, se hace referencia a cómo la actividad industrial que se lleva a cabo en el Complejo Ventanas, incide en la situación sanitaria de las personas a corto, mediano y largo plazo, en particular respecto a la exposición a sustancias como el metilclorformo, nitrobenceno, tolueno y dióxido de azufre. El análisis además se hace referencia a los episodios de contaminación que ha vivido el sector en las últimas semanas y vincula a la compañía Oxiquim a las intoxicaciones masivas.

Así, por ejemplo, se consigna que el 21 de agosto hubo un episodio que afectó a aproximadamente 30 niños en Quintero, que acudieron al Hospital de la ciudad aquejados por cefaleas, vómitos, diarrea, síntomas y signos neurológicos. Después de transcurridas 24 horas, es trasladado desde Santiago, un equipo que puede analizar 120 gases diferentes y que informa la presencia de metilcloroformo (tricloroetano), nitrobenceno, tolueno e isobutano.

Respecto de estos compuestos, señala que el nitrobenceno afecta principalmente el sistema nervioso central y el riñón y provoca efectos neurológicos, como aquellos detectados en el Hospital de Quintero. Además causa una inflamación intestinal intensa, afectando principalmente el colon (intestino grueso), explicando la diarrea, y también los vómitos. En concentraciones más altas causa daño cromosómico y es un carcinógeno y daño genético.

En cuanto tolueno, recalca que se han reportado efectos en madres gestantes de abortos espontáneos y entre adictas embarazadas se ha descrito retardo del crecimiento, déficit cognitivo, de lenguaje y motor, déficit intelectual, microcefalia, malformaciones craneofaciales.

Sobre los óxidos de azufre (y sus derivados) y el arsénico se recalca que si bien estos compuestos no han sido responsables de la crisis sanitaria de agosto-septiembre de 2018, sí han sido los factores críticos en crisis anteriores y causan síntomas y signos principalmente respiratorios, y sensación de ardor en vías respiratorias. A largo plazo, una exposición crónica a arsénico incrementa el riesgo de desarrollo de cáncer broncopulmonar, de vejiga, renal y vías urinarias, hígado y piel, y el riesgo de infarto del miocardio y accidentes cerebrovasculares, además de una disminución de la respuesta inmunitaria.

El texto se detiene en el metilcloroformo, que está prohibido desde el año 2015, en virtud del acuerdo del Protocolo de Montreal (1987), que ha sido firmado por Chile. Señala que en forma aguda produce somnolencia y en altas concentraciones cefalea, náuseas, vómitos, diarrea y mareos, y pérdida de conocimiento y aún la muerte. La exposición crónica causa daño hepático y afecta las funciones cardíacas, aumenta el riesgo de cáncer hepático, reduce los años de vida y podría tener efectos genéticos.

En este punto, el informe recalca que “se han encontrado en diversas páginas web avisos comerciales de una empresa del complejo, o de sus distribuidores, para la comercialización de tricloroetano en Chile” y se señala específicamente un aviso de Oxiquim S.A. que consigna que “nos dedicamos a la venta de tricloroetano entre otros productos”. También se hace referencia a una serie de infracciones de la empresa.

Al respecto, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formuló cargos contra Oxiquim S.A. este semana por incumplimientos en su planta en Quintero, en cuanto a los manejos de aguas lluvias y la utilización indebida de dos estanques de almacenamiento. En la misma jornada, GNL Quintero también fue afectada por el mismo proceso sancionatario. Hoy Oxiquim descartó que los reparos de la SMA tengan vínculo con las intoxicaciones.

La crisis

El documento continúa con la referencia a que el 23 de agosto ocurrió un nuevo incidente que afectó a 133 personas y que provocó la suspensión de clases. En paralelo, se hizo un estudio de los gases y vapores existentes dentro del complejo industrial de ENAP y se demostró en el terminal marítimo presencia de benceno, tolueno y xileno, en concentraciones menores de las necesarias para afectar Quintero o Puchuncaví, pero no se encontró tricloroetano (metilcloroformo) ni nitrobenceno.

El 4 de septiembre se da el tercer episodio de intoxicación, lo que se traduce en que, desde el inicio de la crisis sanitaria se han visto afectadas alrededor de 700 personas, en la mayoría niños. El nuevo evento surge estando detenidas las actividades de ENAP y sellados sus estanques de los cuales se suponía pueden haber provenido los gases tóxicos.

Posteriormente se plantea que el 24 de septiembre ocurrió un cuarto hecho, después de haber dado término a la alerta amarilla el 20 de septiembre y tras decretar una disminución de las actividades de varias de las empresas sospechosas de causar la crisis sanitaria y se detiene en el efecto de una serie de sustancias.

Recalca que “otro hecho que merece ser investigado y que es posible que tenga relación con algunas de las hipótesis sobre los posibles responsables de la crisis sanitaria, es la ausencia de registros de hidrocarburos en los días previos a los primeros episodios de intoxicación masiva ocurridos en Quintero – Puchuncaví. Es decir, faltan datos entre el 19 y 24 de agosto”.

El texto refiere que existen distintos tipos de exposición a agentes tóxicos, pero que “dosis menores en forma crónica o numerosas exposiciones agudas repetitivas causan efectos progresivos o acumulativos (algunos agentes se acumulan, otros no, los efectos adversos en sí pueden ser acumulativos). Los efectos clínicos pueden aparecer después de numerosas exposiciones agudas. Algunos efectos pueden producirse en forma diferida en el tiempo, a veces muchos años después de la exposición al agente, o aún, se manifiestan en las próximas generaciones”.

En cuanto a los “efectos diferidos por exposición prenatal tardía o infantil temprana por el mecanismo del imprinting epigenético” se recalca que los agentes químicos que acceden al organismo durante la vida fetal tardía o durante los primeros años de la vida postnatal provocan cambios irreversibles en la diferenciación de algunos tipos celulares que se encuentran en períodos críticos de su desarrollo y se manifiestan como “alteraciones irreversibles en el número y/o calidad de algunos de sus receptores de hormonas o neurotransmisores, que ocurren durante los periodos críticos de su desarrollo o periodos ventana en los cuales ocurren las exposiciones a estos agentes”.

Sus consecuencias que pueden detectarse en períodos más tardíos de la vida como desarrollo de enfermedades orgánicas o cambios neuroconductuales. Se destaca, entre otros, la aparición de una serie de tipos de cáncer y de mutaciones que afectan el material genético heredable.

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