El proyecto que busca extraer cobre de la arena y que tiene en alerta a Chañaral

Esta semana el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) aprobó el proyecto minero “Playa Verde” en la comuna de Chañaral, en un balneario que por cuatro décadas recibió depósitos de relaves. La decisión de la instancia fue unánime. Fuente: CodexVerde-Emol. 7 noviembre de 2018.


Esta semana el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) aprobó el proyecto minero “Playa Verde” en la comuna de Chañaral, en un balneario que por cuatro décadas recibió depósitos de relaves. La decisión de la instancia fue unánime.

La iniciativa, que pretende realizarse en la Playa Grande, busca extraer la arena para luego procesarla y sacar el metal que existe, todo a través de un proceso que explicó a Emol el representante legal de la empresa “Minera Playa Verde”, Juan Heriberto Pastén.

“Nuestro proyecto se ha circunscrito en esta oportunidad, en esta fase, sólo a las arenas que están depositadas en la playa de Chañaral. O sea me refiero a la playa aquella que no está bañada por el constante ir y venir de las olas”, dijo.

Pastén añade que “(luego) ocupar esas arenas mediante una operación de dragado, llevarlas a una planta metalúrgica, procesarlas para producir cátodos y concentrados de cobre, junto con una unidad que prepara las arenas finales que van de vuelta a la playa en una condición tal que cumplan una calidad, tanto física como química, para ser clasificadas como aptas para acciones o actividades turísticas recreativas”.

El proyecto se localizará aproximadamente a 3,4 kms del centro urbano de Chañaral. Y es esta cercanía con el radio urbano de esta comuna de la Región de Atacama tiene en alerta a la agrupación ecologista Chadenatur.

“Rechazamos el proyecto dado que se desarrollará bajo las narices de la comunidad, la misma empresa reconoce que habrá polución de material fino respirable”, dijo su presidente, Manuel Cortés a Emol.

“Ademas habrá filtración subterránea que ya existe en el centro de la bahía, ademas en medio marino es fundamental medir la dispersión de sólidos en la columna de agua frente a un desastre natural o antrópico”, añadió.

El dirigente adelantó que “estamos apelando y no descartamos llegar al Consejo de Ministros”, pues donde se pretende instalar la planta, afirma, existe “peligro de tsunami y de aluviones”.

Los cuestionamientos de los ecologistas fueron respondidos por Pastén, quien aseguró que durante el proceso de consulta y discusión del proyecto con la ciudadanía, voluntario y regulado, “no conocimos opinión de esta organización”.

“En el caso nuestro están todos los respaldos en el estudio que hemos hecho, y usted podrá constatar, el proyecto no ha recibido observaciones en contrario y fue aprobado por unanimidad”, expresó.

Si se siguen los tiempos estipulados en la Carta Gantt, a principios del próximo año deberían verse los primeros trabajos.

Relaves históricos y aluvión

Según expone la ficha de descripción del proyecto presentado por la firma, la Playa Grande de Chañaral recibió los flujos de relaves de operaciones mineras localizadas a más de 2.000 m.s.n.m. en la Cordillera de los Andes, desde 1938 hasta 1975.

Estos, añade, se descargaron a través de la cuenca del río Salado hasta su desembocadura en la bahía de Chañaral. En su tránsito hacia el mar el flujo de relaves fue objeto de acciones para recuperar especies de cobre por pequeños mineros.

“Al llegar al mar el flujo de pulpa fue sometido a la acción de mareas y oleaje, y a un proceso de sedimentación ‘sobre la playa original’ que dio forma a la playa de arenas metalíferas o relaves antiguos actualmente objetivo del proyecto Playa Verde”, sostiene.

Según el documento, “este depósito mineralizado de playa” está formado por arenas del relave antiguo y materiales arrastrados por el torrente en su camino al mar y, recientemente, por materiales aluviales y chatarra acarreada por el aluvión de marzo de 2015.

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