Por Sebastián Ainzúa A. encargado del programa de economía y globalización de Fundación Terram, publicada en El Gran Valparaíso 02 de febrero de 2006.

By Comunicaciones Terram

Otro mundo es posible…pero sólo si trabajamos muy duro

TRAS EL FORO Social Mundial es necesario sacar algunas conclusiones del trabajo realizado y trazar además los caminos a seguir, con tal de que no quede éste limitado a una simple suma de experiencias expuestas, sino para que se transforme en la base de un lineamiento para las futuras acciones y que tengan éstas resultados concretos en los países y en las políticas regional y mundial.

Lo primero que se puede señalar es que queda la certeza de que todos o casi todos los temas discutidos se ven atravesados por un problema general: el modelo de desarrollo que ostenta actualmente América Latina. La pobreza, la desigualdad, el agotamiento de los recursos naturales, el medio ambiente, el uso de pesticidas, la energía y los transgénicos son sólo algunos de los aspectos discutidos que han terminado siendo influenciados por la acción de un modelo económico basado en la explotación de recursos naturales.

Es cierto que la discusión sobre los recursos naturales tiene muchos años, pero los impactos parecen ser mucho más claros en la actualidad. De hecho, la gama de repercusiones se sienten incluso en el tema de género, discriminación y biopolítica.

Por lo tanto, una de las líneas más profundas de acción se plantea en el sentido de discutir la conformación de un nuevo modelo de desarrollo regional, que combine los aspectos de protección del medio ambiente, desarrollo social y cultural, crecimiento económico y derechos humanos.

El problema de esta cuestión es que conseguir cambios en los modelos es complejo y requiere de un proceso largo de reflexión, debates y análisis, lo que parece ser enemigo de la resolución de los problemas urgentes de las sociedades. Por eso se han diseñado líneas de acción que permitan avanzar en los temas puntuales, pero sin dejar la perspectiva del modelo de lado.

En este sentido, los ámbitos más importantes corresponden a los trabajos de integración regional, a las líneas de integración energética, de género, al trabajo con las comunidades campesinas, agrícolas y a los temas de Pymes y trabajadores.

En definitiva, estas son las áreas fundamentales para la conformación de un nuevo sistema de desarrollo, que involucre a todos los sectores.

Por lo pronto, queda la consigna de que éste no puede convertirse en un encuentro turístico. El foro debe ser una instancia de articulación de los distintos sectores al trabajo global por la búsqueda del desarrollo. Otro mundo es posible sólo si trabajamos duro para ello. De otro modo estos encuentros serán un esfuerzo en vano.

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  • 02/02/2006