Comunicado de Prensa, Fundación Terram 11-10-05
En el día mundial de la Salud Mental, Fundación Terram dio a conocer un estudio que encargó a la Universidad de Chile, el cual demuestra la estrecha relación que existe entre los problemas ambientales y la salud mental de los habitantes de la comuna de El Melón, V Región, que tienen que convivir diariamente con hedores fecales producto de una planta de tratamiento de aguas servidas que esta ubicada a escasos metros de sus casas.

By Comunicaciones Terram

ESTUDIO REVELA SIGNIFICATIVA RELACIÓN ENTRE PROBLEMAS AMBIENTALES Y DETERIORO DE LA SALUD MENTAL

El Informe de Impacto Psicoambiental, Planta de Tratamiento de Aguas Servidas, Villa Disputada, localidad El Melón, V Región preparado por el equipo de Psicología Comunitaria de la Universidad de Chile, puso de manifiesto la estrecha relación que existe entre problemas de salud mental y vivir en un ambiente contaminado. Lo anterior se traduce en que no sólo se altera la calidad de vida de sus habitantes por los malos olores que emite la planta de tratamiento de aguas servidas, sino que también influye en generar emergencia de trastornos o cuadros psicopatológicos, como depresiones, trastornos de ansiedad, estrés, trastornos psicosomáticos y crisis de angustia, entre otros.

Luz María Fariña, Coordinadora del Programa de Conflictos Ambientales de Fundación Terram, señaló que "la no inversión del Estado en materia ambiental genera y está generando costos para el país que se relacionan con impactos no sólo físicos y medioambientales que produce la contaminación, sino también patologías mentales, las cuales tienen como consecuencia un significativo costo para la calidad de vida de los habitantes que tiene que lidiar con estos conflictos". Al referirse al caso específico de El Melón, Fariñaa señaló que ha quedado en evidencia que se está poniendo en riesgo el desarrollo social de estas personas, sobre todo de los niños, que al tener que vivir en un ambiente insalubre cargan con su propia frustración y la de la comunidad, además de sufrir estigmas y discriminaciones por parte de sus propios compañeros de colegio. Esto tendrá graves consecuencias en su desarrollo, por lo que resulta inaceptable que las autoridades hayan prometido una solución para el año 2009, lo que es una burla para los habitantes del sector.

Rodolfo Sapiains, coordinador del Informe Psicoambiental preparado por el Departamento de Psicología Comunitaria de la Universidad de Chile, afirma que el estudio concluye que existe una urgente necesidad de erradicar las plantas de tratamiento, ya que su permanencia podrá generar una agudización de los problemas de salud mental detectados. El informe señala que en términos psicol?gicos, el ambiente contaminado opera como un factor que incrementa el riesgo de desarrollar múltiples alteraciones en distintos ámbitos de la vida. La calidad del ambiente puede fortalecer los procesos psicológicos durante el desarrollo de las personas o, por el contrario, perturbarlos dramáticamente, pues la relación que los individuos y las comunidades establecen con su entorno se constituye como elemento central para la vida de cualquier ser humano.

Respecto a los test proyectivos aplicados a los niños de entre 4 y 11 años, se detectaron altos montos de ansiedad, que se manifiesta en conductas agresivas, resolución en la fantasía, sentimientos depresivos y sobreadaptación. Para los niños y niñas, el medio externo es amenazante, estresante, agresivo y desesperanzador. Respecto a la comunidad en general, los principales elementos detectados son el aislamiento social / afectivo; los sentimientos de baja autoestima y la ausencia de intereses vinculados al esparcimiento.

Para Sapiains, las condiciones ambientales que enfrenta la comunidad se constituyen en serias amenazas diarias y alteraciones para el desarrollo psicológico de los habitantes. Además, agregó que el incremento en el gasto en salud pública por atenciones derivadas de problemas médicos y psicológicos asociados a este conflicto ambiental, junto a la creciente desmotivación por la participación ciudadana, y una sensación de descrédito creciente frente a la clase política, son algunos de los costos que el Estado no está asumiendo.

 

 

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  • 08/03/2007