Radiografía a los nuevos proyectos termoeléctricos en Chile

Tras la defunción de HidroAysén salieron variadas voces a advertir sobre la necesidad de aprobar proyectos termoeléctricos. Sepa qué hay en carpeta. Fuente: El Dinamo 26 de junio 2014.


La bajada de persiana al proyecto HidroAysén ha provocado una entendible alegría en los sectores ambientalistas que batallaron arduamente en su contra durante largos años. Sin embargo, de cara al futuro, hay desconfianzas sobre las iniciativas energéticas que podrían ser aprobadas para dar respuesta a las presiones industriales y mineras tras la pérdida de la hidroeléctrica ideada por Endesa y Colbún.

De hecho, las voces establecidas no se han hecho esperar al respecto. La gerente general de la consultora Energética, María Isabel González, sostuvo que la resolución que terminó con HidroAysén es “lamentable” desde la perspectiva del abastecimiento eléctrico y auguró el peor escenario de los ambientalistas al asegurar que para reemplazar los 2.750 Mw que produciría HidroAysén “se requerirían de unas ocho centrales a carbón o gas de 350 Mw o de cada una”, tamaño usual de esas generadoras. Desde la Asociación de Generadoras de Chile, el gerente general René Muga reafirmó esa idea y agregó al cocktail “una docena de mini-hidro”.

Sin duda, las centrales termoeléctricas son un poderoso sector de generación de energía gracias a su gran capacidad instalada que las sitúa entre las mayores generadoras eléctricas del país. De acuerdo a información del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), actualmente funcionan en Chile un centenar de centrales termoeléctricas, las que generan más del 50% de la energía total que utiliza el país.

Se sabe que son proyectos más contaminantes pero no ha habido gobierno que prescinda de ellos. De hecho, durante su anterior administración  Michelle Bachelet dio luz verde a doce proyectos termoeléctricos, lo que le valió duras críticas de los ambientalistas. Frente al punto la mandataria ha dicho que no hubo alternativa debido a la escasez de fuentes menos contaminantes en un contexto en que Argentina cortó -literalmente- la llave del gas a Chile.

¿Qué proyectos están hoy en carpeta? Con resoluciones pendientes se encuentran otras 7 iniciativas térmicas que presentaron en noviembre, diciembre y marzo pasados sus Declaraciones o Estudios de Impacto Ambiental ante el organismo. Entre éstas, la termoeléctrica Ttanti, de GNL Norte, que aportaría 1.290 MW al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y cuyo Estudio de Impacto Ambiental -presentado en noviembre de 2013- ha considerado reparos de parte de la comunidad de Mejillones, en la Región de Antofagasta. También la Central Bocamina II, de Endesa, que tras la revocación de su funcionamiento por parte de la Corte Suprema tras recursos de protección presentados por los vecinos de Coronel, ha debido presentar un EIA para la “optimización” de su funcionamiento.

Asimismo están en carpeta dos pequeñas centrales térmicas de biomasa ubicadas en Yungay y en Mulchén, en la Región del Bío Bío, y otras tres que ingresaron declaraciones de impacto ambiental para adecuarse a las nuevas normativas de monitoreo de material particulado en Mejillones, Tocopilla y Taltal.

Para la directora ejecutiva de Fundación Terram, Flavia Liberona, el sistema eléctrico chileno no está en crisis de generación tras la inhabilitación de HidroAysén, y añade que la discusión en el mediano y largo plazo es sobre el necesario impulso gubernamental que se le debiera dar a las plantas renovables no convencionales y al uso del gas en las térmicas.

En ese sentido, Liberona llama a mejorar la normativa ambiental y eléctrica, puesto que si bien en 2011 se creó una norma sobre termoeléctricas -que debía comenzar a cumplirse a fines de 2013 e inicios de 2014-, “no existe unas norma para emisiones al agua y eso genera problemas en el borde costero para la pesca artesanal”. “Lo que hemos planteado es que todas las centrales térmicas debieran estar evaluadas ambientalmente. Hoy hay generadoras del año 30 funcionando, y a éstas no se les mide, por ejemplo, los centros de acopio, la eficiencia… Nosotros creemos que todas aquellas centrales que nunca fueron evaluadas ambientalmente debieran entrar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”, agrega.

De las que están en evaluación, las grandes son Bocamina y Ttanti, dice Liberona, “que nos preocupan en la medida en que están en lo que hemos llamado zonas de sacrificio, donde hemos estado hace año trabajando en evaluar los daños que han producido en la comunidad las termoeléctricas a carbón y que no han sido aún completamente dimensionados”.

Proyectos ingresados a tramitación ambiental:

1. Central Termoeléctrica Tocopilla: Inaugurada en 1915 como centro de trabajo de Chuquicamata, pasa de Codelco a E-CL en 2010 producto del cambio corporativo resultante de la compra de acciones de GDF Suez. Es el principal núcleo generador del Norte Grande y posee una matriz energética diversificada (carbón, petróleo y gas Natural) que aporta una potencia total de 3.457,5 Gwh. Al igual que Mejillones, ingresó ante el SEA una declaración para la construcción de una planta de almacenamiento de cal hidratada para dar cumplimiento con la nueva normativa de emisiones.

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2. Central Hidroeléctrica Ttanti: Planificada en la comuna de Mejillones, Región de Antofagasta, y con una inversión estimada de US$ 1.300 millones, el proyecto de la compañía GNL Norte -propiedad de la generadora eléctrica chilena GasAtacama-, aportaría 1.290 MW al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) por medio de una planta termoeléctrica que operará con gas natural como combustible base, y petróleo diésel como respaldo, cuya planta estará conformada por hasta tres unidades o bloques de ciclo combinado (CC), que serán construidas secuencialmente, primero la denominada CC-1, posteriormente la CC-2 y finalmente la CC-3. Cada una de estas unidades tendrá una potencia de hasta 430 MW.

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3. Central Térmica Mejillones (CTM): Perteneciente a la multinacional E-CL S.A., la principal abastecedora del Sistema Interconectado del Norte Grande, se ubica en el puerto del mismo nombre y entró en servicio comercial en 1995. Está compuesta por dos unidades a carbón y otra de ciclo combinado que en total aportan una potencia total de 2.587,6 Gwh. En marzo pasado presentó ante el SEA una declaración para la construcción de una planta de almacenamiento de cal hidratada para su uso en los equipos de desulfurización de sus unidades generadoras con el fin de reducir los niveles de dióxido de azufre en la emisión de dichas chimeneas para dar cumplimiento con la nueva norma de emisiones.

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4. Central Termoeléctrica TalTal: Perteneciente a Endesa, la termoeléctrica se ubica en una zona cercana a la Caleta Paposo, a 55 kilómetro al norte de Taltal. Según la declaración ante el SEA es una proyecto de Conversión a Ciclo Combinado que elevará la potencia instalada de la central de los actuales 245 MW a 370 MW mediante la instalación de dos calderas recuperadoras, una turbina a vapor y otros sistemas auxiliares. De acuerdo a Endesa, esto permitirá aumentar su eficiencia de 34 a 50% aproximadamente. Actualmente aporta cerca de 767 Gwh al SING.
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5. Central Termoeléctrica Bocamina II: Perteneciente a Endesa, la termoeléctrica a carbón mantiene paralizadas sus operaciones desde la revocación de su funcionamiento decretada en 2012 por la Corte Suprema, instancia que acogió un recurso de protección presentado por la Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile en contra del examen de admisibilidad efectuado por la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región del BíoBío. La resolución obligó a Endesa a reingresar el proyecto a través de un Estudio de Impacto Ambiental presentado en diciembre pasado para la “optimización” del antiguo proyecto de ampliación de la central. La iniciativa contempla una inversión de US$184 millones, una potencia declarada de 128 MW y una generación eléctrica de más de 1.000 Gwh.

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6. Central Térmica de Biomasa Agrícola Newenkutral: Ubicada en la comuna de Yungay, en la provincia de Ñuble, es una central proyectada por la empresa Narvik Ltda. para iniciar su construcció en 2015 con una inversión de US$100 millones. La Declaración de Impacto Ambiental presentada el 20 de diciembre pasado es solo la primera etapa del proyecto, ya que se planea construir una segunda unidad idéntica en 2019. Utilizará como combustible un 95% de biomasa agrícola y un 5% de biomasa forestal para generar 20 Mw en su primera etapa, 90% del cual será inyectado al Sistema Interconectado Central (SIC) según los parámetros de la Ley de Energías Renovables No Convencionales (ERNC).
7. Central de Energía de Biomasa Mulchén: Proyectada a 4 kilómetros de la ciudad, la central de biomasa de Mulchén fue presentada al SEA en diciembre pasado por la empresa Energía Pura S.A. con una inversión de US$42 millones. El proyecto contempla la instalación de una caldera de poder que solo utilizaría como combustible biomasa forestal y generaría unos 20 MW de potencia eléctrica en un turbogenerador. El 90% de esta potencia sería inyectada al SIC. De ser aprobada, se espera que sea construida a fines de este año.

Fuente: El Dínamo http://www.eldinamo.cl/2014/06/24/radiografia-a-los-nuevos-proyectos-termoelectricos-en-chile/


Publicado en: Reportajes

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2 Comentarios

  1. Carlos Abad del Moral dice:

    Estoy interesado en la información del nuevo proyecto de CT Mejillones