Estudio: Cambio climático tendría efectos sobre la industria acuícola

Alta concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera ha provocado cambios químicos en las superficies marinas que afectan el ecosistema. En Puerto Montt, un investigador británico del Centro i-mar de la ULagos estudia el comportamiento de microorganismos frente a un eventual cambio global.Fuente: Aqua.cl, 31 agosto de 2015.


Desde el comienzo de la revolución industrial, hace unos 150 años, el mar ha absorbido aproximadamente una cuarta parte de todo el dióxido de carbono (CO2) proveniente de la quema de combustibles fósiles, generada por la actividad humana, lo que equivale a 500.000 millones de toneladas.

Lo anterior ha dado paso a un proceso conocido como Acidificación de los Océanos (AO). La AO corresponde al incremento en la acidez del agua de mar por un largo periodo de tiempo, causado por el aumento en las concentraciones atmosféricas de CO2. Esto modifica la química del agua y contribuye al calentamiento global.

Durante los últimos años la acidez en los océanos ha aumentado en promedio un 30%, lo que se ha traducido en una disminución del pH global (concentración de iones hidrógeno en un líquido) de dichos volúmenes de aguas desde 8.2 (registrado en la era preindustrial) a 8.1 en la actualidad. Los modelos científicos indican que para el año 2100 se proyectan valores de pH entre 7.8 y 7.9, es decir, un aumento del 50% en la acidez.

Los estudios sostienen que la quema de petróleo, carbón o gas, transforman la química básica de los océanos y exige -a los organismos marinos- gastar más energía en regular la química de sus células. Esto implicaría cambios en procesos biológicos como crecimiento, reproducción o respuesta a agentes estresantes, lo que podría dañar o destruir los ecosistemas marinos.

Según el Centro de Coordinación Internacional en Acidificación del Océano, la actual tasa de acidificación “podría no tener precedentes en la historia de la Tierra y se ha estimado que fluctúa entre 10 a 100 veces más rápido que cualquier otro evento registrado en los últimos 50 millones de años”.

Iniciativa local

En la Región de Los Lagos, específicamente en dependencias del Centro i-mar de la Universidad de Los Lagos (ULagos), se está llevando a cabo una investigación vinculada a los componentes principales del Cambio global: la Acidificación y el Calentamiento de los Océanos (AO y CO).

Los trabajos son dirigidos en Puerto Montt por el Ph.D. en Ecología Marina de la Universidad de Gales (Reino Unido), Matthew Lee. El investigador desarrolla el Proyecto Interno Regular de la ULagos: “El impacto del cambio global a través de la Acidificación Oceánica y aumento de la temperatura de los océanos sobre los ensambles meiobentónicos de agua somera”.

En este caso el objetivo es analizar, en condiciones controladas de laboratorio, el desempeño de la meiofauna y su rol ecológico como recicladores. Estos invertebrados microscópicos de menos de 1 milímetro de largo, habitan en fondos blandos como arena y fango.

La metodología incluye un sistema experimental diseñado (mesocosmo) para generar y mantener -en condiciones de laboratorio- agua de mar con presiones parciales de CO2 (pCO2). Este mesocosmo está ubicado en la Universidad Católica del Norte (Coquimbo, Región de Coquimbo) donde los co-investigadores doctor Patricio Manríquez (Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, Ceaza) y Rodrigo Torres (Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, CIEP, Coyhaique) investigan (Fondecyt 1130839) los efectos de la AO y CO en el desempeño de Concholepas concholepas (loco) y Loxechinus albus (erizo).

“Este mesocosmo experimental genera agua de mar con las pCO2 existentes en la actualidad y las que se espera existan en un futuro cercano. Además, el sistema permite mantener agua de mar a dos temperaturas de trabajo 15 y 19°C”, explica el doctor Lee.

El profesional comenta que para 2016 ya contará con resultados preliminares, pero que indudablemente “el nivel de acidificación y la temperatura están subiendo, lo que podría afectar a la industria acuícola, ya que con aguas más ácidas y cálidas las especies pueden ser más susceptibles a infecciones”. Agrega que “esto puede provocar cambios en la circulación de las aguas y disminución de las lluvias, alterando los ecosistemas de los fiordos presentes en la Región de Los Lagos, lo que cambia la composición química y finalmente la calidad de los nutrientes”.

El aumento de la acidez del océano reduce la disponibilidad de carbonato, una molécula utilizada por especies marinas para formar sus conchas, caparazones y esqueletos, debilitando y retardando su crecimiento. En definitiva, si el nivel de acidez se eleva, el agua del océano será cada vez más corrosiva.

Situación actual y medidas de control

El océano provee alimentación, calidad del agua, protección de tormentas, entre otras funciones. Teniendo en cuenta la acidificación y cambio en las temperaturas experimentadas por los océanos, es factible que dichas condiciones puedan amenazar el flujo de bienes y servicios para las comunidades costeras.

Natural Resources Defense Council (NRDC) plantea que “la acidificación del océano podría resultar en una ‘osteoporosis global’, perjudicando no solo mariscos comerciales, como langostas, cangrejos y mitílidos, sino también a especies claves en las redes tróficas marinas. Los impactos en la cadena alimenticia pueden afectar a peces, aves y mamíferos marinos. Existe evidencia de que la acidificación ya está afectando la vida marina por todo el mundo. Por ejemplo, la ostra del Pacífico (Crassostrea gigas) no se ha reproducido con éxito en su hábitat natural desde 2004”.

Los científicos predicen que para el momento en que las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono (CO2) lleguen a 560 partes por millón (ppm), probablemente para mediados de siglo (nos encontramos cerca de las 400 ppm), los arrecifes de coral dejarían de crecer, e incluso podrían comenzar a disolverse.

Algunas de las medidas propuestas para el futuro tienen que ver con la implementación de energías limpias. Iniciativas que apuntan a promulgar una legislación climática y adoptar una política energética que invierta en eficiencia y acelere el desarrollo de fuentes de energías renovables. El restablecimiento de ecosistemas marinos está directamente ligado al fin de la sobrepesca y la creación de áreas marinas protegidas, pasos esenciales para la restauración de los recursos marinos en la Región de Los Lagos.

Por Juan Carlos Barría Ricke, periodista del PAR EXPLORA Los Lagos


Publicado en: Resumen de prensa

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