Horas críticas en París: se diluye el acuerdo climático

Se encuentra en peligro su objetivo central cual es el logro de un acuerdo mundial sólido, definitivo y vinculante que permita frenar decisivamente las emisiones de carbono. Fuente: ElMartutino, 10 de diciembre, 2015.


Horas críticas vive la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP 21) en Paris pues se encuentra en peligro su objetivo central cual es el logro de un acuerdo mundial sólido, definitivo y vinculante que permita frenar decisivamente las emisiones de carbono y el calentamiento global del planeta.

Aún no hay claridad sobre el carácter obligatorio de las decisiones de la Conferencia para sus 196 países integrantes; tampoco se ha reafirmado con voluntad y certeza el fin de los combustibles fósiles ni hay asimismo indicios reales para el financiamiento futuro de aquellas naciones vulnerables que ya sufren los efectos del cambio climático.

Por el contrario, parecieran haberse asentado las influencias de los grandes consorcios petroleros, de muchas empresas capitalistas que se oponen a la reducción drástica de producciones contaminantes y de diversos países ricos que se oponen a dar más recursos que los actuales para contener el impacto de la deforestación o el aumento del mar en naciones vulnerables o de escasos recursos de Asia y Africa, que suelen facilitarles precisamente materias primas.

Así quedó en claro en la tarde de ayer, al conocerse en Le Burget, sede de la COP 21, la segunda versión del preacuerdo del texto final a sólo dos días del cierre de la cita mundial, el cual no satisfizo a los observadores ni a las instituciones ambientalistas como Greenpeace o Avaaz, que se han manifestado defraudadas por las negociaciones y la subsistencia del imperio de las grandes naciones y de empresas como las petroleras. Ver http://www.actualidadambiental.pe/wp-content/uploads/2015/12/Nuevo-documento-del-acuerdo-de-la-COP21.pdf

El desánimo cundió en París y las manifestaciones en contra de la COP 21, así como de consorcios como Shell, recrudecieron en las calles de Paris. En este caso, los reclamos se centraron frente al Louvre, museo que fue acusado de ser financiado por la transnacional de combustibles. Asimismo, en la sede de la Conferencia, Greenpeace sorprendió con la gigantesca figura de un oso polar como probable víctima de seguir el calentamiento global. En estos días, se ha instalado la voluntad de reducir el aumento de la temperatura mundial a no más de 1.5 C° en relación a la de la era preindustrial, en vez de los 2° planteados inicialmente.

Sin embargo, esto se ha convertido en una nueva y dura fuente de críticas, toda vez que se va radicalizando la meta, pero no así los medios consecuentes.

CRITICAS SEVERAS

Kaisa Kosonen, vocera de Greenpeace, dijo: «Algunas de las palabras en este texto se han manchado con las huellas dactilares de los estados productores de petróleo. Es una mezcla de lo bueno, lo malo y lo feo. Tenemos tres días y las cosas no pueden estar peor. Es la hora de la verdad y va a ser difícil; todavía hay mucho por lo que luchar”.

Agregó que hay un abismo muy grande entre lo que está pasando en la sala de conferencias y lo que efectivamente está sucediendo en el mundo real, ya que los políticos no responden a los intereses de la población. “Si los negociadores pueden comprometerse a un objetivo de 1,5 grados, ellos deben ser fiables para establecer una fecha de término de los combustibles fósiles mediante fases sucesivas al 2050, ya que es la única manera de lograrlo”, puntualizó.

A su vez, Oscar Soria, portavoz del movimiento ciudadano Avaaz, sostuvo también que el texto de 29 páginas – 20 menos que el primero- eliminó algunos de los principales fundamentos del acuerdo final, al borrar las referencias sobre el fin de los combustibles fósiles al 2050. “Eso es lo que esperan millones de personas alrededor del mundo y lo que liberará a París de convertirse en el próximo Copenhague”, versión inicial de las COP en 2009, considerada como una instancia retórica y un fracaso en lo concreto.

A su juicio, los ministros deben dar respuesta a cuatro claves básicas y pendientes:

– ¿Cómo se formulará el objetivo global a largo plazo de mantenerse en el texto?

– ¿Se acordará algún mecanismo de revisión de las ambiciones antes de 2020?

– ¿Habrá más fondos disponibles para adaptación antes del 2020?

– ¿Cuáles son los acuerdos de financiación tras 2020?

LA ESPERANZA NORTEAMERICANA

Las respuestas son objeto del trabajo febril de hoy y mañana. Sin embargo, una luz de esperanza la dio Estados Unidos, que ha modificado sustancialmente su posición sobre el tema y la Conferencia , a través de su secretario de Estado, John Kerry, quien advirtió que el mundo arriesga un “fracaso histórico” y un “fracaso moral” si no se logra el anhelado y ambicioso acuerdo. Tal falla, dijo, repercutirá negativamente en la vida de las actuales generaciones y también en la de “nuestros hijos y nietos”.

“Nos preguntarán cómo pudimos ser tan ciegos, tan ideológicos e incluso disfuncionales, que fracasamos en actuar ante un hecho confirmado por tantos científicos y documentado por tantas pruebas”, señaló.

Esta conciencia, expresada por la actual potencia y refrendada por la mayoría de las naciones europeas, incluida la influencia moral del Vaticano, hacen suponer que estos retrocesos y críticas no son más que parte del proceso natural de acrisolamiento de una decisión respecto de la cual existe una voluntad mayoritaria. De otro modo, ¿los políticos involucrados estarán disponibles para un descrédito mundial?. Parece poco creíble. La apuesta más bien parece radicar en la cuantía e intensidad de las medidas con que se pretende actuar. Y en esto, como hemos visto, hay banderas que no son arriables.

En todo caso, para el próximo sábado ya están previstas al mediodía manifestaciones de parte de los opositores, una vez que termine la COP 21. Paris, se despedirá así nuevamente, como corresponde a este tema, con polémica, pero seguramente también con algo histórico, muy distinto, probablemente, al triste relato de un texto simple, pero vacío e irresponsable.

LECTURA DE FOTO

La COP 21 enfrenta momentos decisivos. Algunos temen que se diluya y con eso un esfuerzo que ha concitado esperanza mundial. La conciencia en pro de un planeta sustentable, limpio y en armonía con la naturaleza se encuentra en juego. Los líderes mundiales y entre ellos Francia han comprometido sus voluntades, tal como lo ha expresado con toda su fortaleza la torre Eiffel desde hace varios días, a través de la promoción de textos alusivos en su gigantesca e histórica estructura.

Por Fernando Rivas Inostroza


Publicado en: Resumen de prensa

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1 Comentario

  1. Es realmente triste ver que los países que más beneficios han obtenido a lo largo de la historia industrializadora reciente, se nieguen a reconocer una deuda que tienen con la humanidad que continúa soportando los efectos del proceso devastador de los recursos naturales, de la liberación de todo tipo de contaminantes, de la privatización de las utilidades y de la socialización de los daños ambientales, etc. Cuantos años vamos a soportar semejantes conductas depredadoras, no creo que serán muchos.