Pescadores y científicos no comparten aumento de cuotas

Sectores sindicales de la pesca artesanal, sugieren que la decisión de aumentar las cuotas tendría solo un carácter político y la cuestionan porque, entre otros aspectos, existe una profunda diferencia en las conclusiones de distintos informes científicos. Fuente: El Sur de Concepción, 23 de diciembre de 2016.

By Comunicaciones Terram

Pescadores y científicos no comparten aumento de cuotas

Cuestionable por decir lo menos es la impresión que dejó entre los distintos actores del mundo pesquero y científico, el anuncio de la Subsecretaría de Pesca de aumentar en unas 2000 mil toneladas más, la cuota de la merluza común para 2017.

La cuota de 2015 fue de 23 mil toneladas aunque se extrae casi dos veces más de eso, recordó el biólogo marino de la Universidad de Concepción y doctor en Ciencias Naturales, de la Universidad de Bremen, Hugo Arancibia Farías. Y se pregunta ¿cómo se puede administrar algo donde dos tercios de ellos provienen de la pesca ilegal?

Advierte que cuando la autoridad muestra el estado de la biomasa en los últimos cinco años no es muy evidente su deterioro. Agrega que en 2014 los desembarques, sub reportes, la pesca ilegal y el robo alcanzaron unas 124 mil toneladas, mientras la cuota fue de 23 mil ton, menos de un quinto. “Es decir, esto muestra que realmente no hay una recuperación del stock y que el problema de fondo del que tiene que preocuparse la autoridad es de cuánta es la pesca ilegal en Chile actualmente”, señaló.

RECURSO NO SE RECUPERA

Arancibia Farías insiste en que la decisión de aumentar la cuota no se debe a una recuperación del recurso, sino que es simplemente un artilugio computacional que permite presentar una leve recuperación en el estado de los recursos. “Es que los políticos tienen que mostrar en que van pero los estudios serios no dicen eso”, afirma.

Las primeras estimaciones en 2015 indicaron que eran 43 mil toneladas versus 23 mil que era la cuota fijada por la autoridad. En suma son 66 mil toneladas de las cuales el 77% es capturada por el artesanal, cuando le corresponde el 40%, detalla.

Aclaró que a los comités científicos no todos tienen voz y voto y resuelven en base a una proposición que les entrega la Subpesca que, a su vez, proviene de un informe del Instituto de Fomento pesquero (Ifop) que indica cual es la Captura Biológicamente Aceptable (CBA), por lo tanto se opina de acuerdo a lo que informa el Ifop y la ley permite al subsecretario decretar un 20% más o menos de la cuota sugerida. “La casualidad es que siempre pone el máximo”, precisa.

Al respecto, el subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, aclaró que en el actual modelo de administración pesquera de nuestro país, la autoridad política no define cuotas. “Lo que ocurrió, y nosotros celebramos, es que el comité científico técnico respectivo definió otorgar como rango máximo de captura para 2017, 25 mil toneladas de merluza común y eso fue finalmente la cuota que se estableció. Junto con eso, este emblemático recurso cambió su estatus pasando de una condición de agotamiento a sobreexplotación”.

“Estamos haciendo bien las cosas y vamos por buen camino. Como Subpesca estamos convencidos que la ciencia debe definir las cuotas y eso no cambiará”, comentó el subsecretario.

El secretario nacional de Organizaciones de la Confederación de Pescadores Artesanales de Chile, Confepach, Hugo Arancibia Zamorano, señala que el anuncio de la Subsecretaría de Pesca desorientó y mantiene “compungido ” a su sector, puesto que a su juicio la medida no se corresponde con una ley conservacionista como la actual normativa pesquera.

Hace más de 3 años establecieron una suerte de comité que va estudiando el caso por ejemplo, de la pesca ilegal que se concentra en la Séptima Región y que ha significado un daño muy grande para la fauna marina y para el sector artesanal que se ha visto reflejado en una pérdida económica importante que impacta en la canasta familiar. Desde la IV a la X regiones son unos 5 mil los merluceros. De estos unos 2 mil son de Biobío, que se concentran principalmente en Tomé, Cocholgüe y Coliumo.

“El Sernapesca ha hecho grandes esfuerzos en su trabajo fiscalizador por controlarla, pero ha sido bastante difícil”. En este sentido, el dirigente pidió aprobar las atribuciones al Sernapesca y ser más estrictos en las sanciones a los infractores.

El presidente del Sindicato de Armadores, Patrones y Tripulantes de Cocholgüe, Manuel Bustos, quien representa al sector artesanal en el Comité de Manejo de la Merluza Común, admitió que los pescadores siempre van a querer aumentos de cuota, pero que en este caso, la cantidad es bajísima y de todas formas impacta a los artesanales porque luego de separar esa cantidad se divide la cuota en 60% para el sector industrial y 40% para el sector artesanal.

Sostienen que la problemática de la merluza es muy profunda y debatible. “La información científica indica mejoras en los niveles de biomasa, mientras el informe del Comité Científico señala que el recurso está sobreexplotado, no ya colapsado y aconsejó una cuota de 20 mil toneladas.

En esa misma línea, Sara Garrido, dirigenta de Fedepes y directora nacional de la Conapach, dice que “no queremos pensar que esta decisión sea sólo política, para justificar la Ley Longueira, pero cuestionamos la decisión porque, entre otros aspectos existe una profunda diferencia en las conclusiones de distintos informes científicos y parecería más bien que no hay esa tan grande recuperación del recurso. Si es así, lo consideraríamos una irresponsabilidad tremenda. Nosotros no somos expertos, pero tampoco ingenuos: con esta decisión el Ejecutivo sigue apoyando a la industria para siga operando sobre un recurso con problemas.

En 2004 los desembarques, sub reportes, pesca ilegal y el robo alcanzaron unas 124 mil toneladas, mientras la cuota fue de 23 mil toneladas, es decir, menos de un quinto.

Carmen Gloria Sandoval V.

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  • 23/12/2016