Contaminación pone en peligro el principal sitio arqueológico de Chile

En Monte Verde, ubicado al oeste de Puerto Montt, la presencia de sales de cobre en un estero cercano podría alterar los fechados de futuras excavaciones. Peritajes entregarán pistas sobre el posible daño. Fuente: El Mercurio, 27 de julio de 2017.


Un daño todavía no cuantificado podría haber sufrido el sitio arqueológico de Monte Verde, el asentamiento humano más antiguo de América conocido.

El área, situada a 26 km al suroeste de Puerto Montt, fue afectada el año pasado por residuos industriales líquidos que, según acusaron los vecinos, dejaron flora muerta, aguas negras y concentración de espuma blanca.

Según acusa la Municipalidad de Puerto Montt, los contaminantes habrían provenido de la empresa limpiadora de redes de salmón Servinet, que se encuentra a unos seis kilómetros aguas arriba del estero Chinchihuapi, el que bordea el santuario arqueológico datado en 18.500 años.

Tras una demanda por daño ambiental presentada por la municipalidad, hoy el tema está bajo investigación del Tercer Tribunal Ambiental, con sede en Valdivia.

Ya se realizaron las audiencias y la semana pasada tuvo lugar la inspección en terreno por parte del tribunal. Allí, la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente (Bidema) de la Policía de Investigaciones tomó muestras del estero, para evaluar el posible impacto. «Fueron las últimas diligencias y estamos prontos a sacar la sentencia, adelanta a «El Mercurio» Pablo Miranda, el ministro del tribunal ambiental a cargo de la pesquisa. El profesional explica que están a la espera del análisis que realiza la Bidema.

«La municipalidad alega que el cobre con el que se limpian las redes llegó al estero Chinchihuapi y de ahí al sitio arqueológico», dice Miranda.

En caso de un fallo contra la empresa, a esta se le exigirá la reparación del medio ambiente al estado original, explica el ministro.

Anteriormente, el tribunal ya había ordenado en dos ocasiones la suspensión de los trabajos de la empresa, como medida cautelar antes del juicio.

Según señaló durante la inspección Alejandro González del Riego, abogado de Servinet, lo que ocurrió fue un rebalse, producto de aguas lluvias que tomaron contacto con lodos deshidratados, pero que no llegó a los afluentes del Chinchihuapi.

«Tenemos un monitoreo sobre el estero que demuestra que no hubo ninguna afectación del lugar», sostuvo. Estimó que si, eventualmente, alguno de los lodos hubiera efectivamente llegado al estero, este corre muy profundo, por lo que no estarían afectados los sitios arqueológicos.

No obstante, la contraparte municipal indicó durante las audiencias que si bien el estero corre al fondo de una pequeña quebrada, en el invierno experimenta crecidas y sube de nivel.

Pérdida de fósiles

Según denuncias de los vecinos, la contaminación habría tenido lugar el 7 de junio del año pasado, tras lo cual se realizó una visita inspectiva por parte de funcionarios municipales, profesionales de la Seremi de Medio Ambiente y miembros de la Fundación Monte Verde.

Aparte de los riesgos sanitarios, la presencia de sales de cobre puede afectar la datación de restos arqueológicos y, por ende, las futuras investigaciones para datar las piezas y restos arqueológicos», aseguró durante el peritaje de la semana pasada Pablo Triviño, encargado municipal de Medio Ambiente.

La contaminación no es el único problema que afecta al área, acusa Mario Pino, arqueólogo de la U. Austral y miembro de la Fundación Monte Verde, que promueve la conservación del sitio. Según explica, todos los inviernos la erosión del estero se lleva sectores importantes del terreno, por lo que parte de los fósiles y las excavaciones se pierden antes de poder ser investigados. «A mediano plazo podría ser fatídico para el asentamiento».

El arqueólogo estadounidense Tom Dillehay, quien ha estudiado el sitio desde la década de los 70, cree que una alternativa para detener la erosión sería levantar un muro de retención, basado en rejas metálicas. «Es algo poco invasivo y se puede instalar en las paredes del estero».

Esto debería ser tarea del Ministerio de Obras Públicas, a través de la Municipalidad de Puerto Montt o la Gobernación regional, opina Dillehay. «Lamentablemente, en estos 40 años la erosión ya se llevó el 80% de lo que hemos excavado».

Richard García y Cristóbal Torres

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