Petroleras se enfrentan con municipio de Maipú por instalación de oleoducto

La alcaldesa Cathy Barriga pidió cambiar el trazado del proyecto, pero según la empresa es imposible porque el complejo energético que abastece al terminal aéreo está en Maipú. Sin embargo, sí están incorporando las solicitudes del municipio de Pudahuel. La DGAC considera el nuevo ducto como 'necesario e imprescindible para la operación del aeropuerto'. Fuente: El Mercurio. 3 junio de 2018.


Desde hace 24 años, desde Maipú a Pudahuel funciona un ducto que abastece de combustible al aeropuerto Arturo Merino Benítez. La creciente demanda de pasajeros, con más viajes aéreos y creciente movimiento de aviones, hizo que desde enero de este año la capacidad de este oleoducto quedara copada, por lo que el suministro se está complementando a través de camiones que llevan hidrocarburos cada 72 minutos al terminal aéreo.

De ahí la urgencia de la empresa dueña de este caño —la Sociedad Nacional de Oleoductos, Sonacol, tras la cual están las grandes petroleras del país—, de hacer una nueva línea del oleoducto para garantizar la operación del principal terminal aéreo de Chile para las próximas cuatro décadas.

Pero no contaban con la oposición de los municipios por donde pasa este ducto, especialmente el de Maipú.

‘Esta alcaldesa y los vecinos y vecinas de Maipú hemos rechazado en forma categórica la construcción de un nuevo oleoducto que pase por la comuna, cercano a zonas pobladas. Genera un impacto negativo a los maipucinos y maipucinas, pues afectará en forma radical la seguridad de sus hogares’, señala la edil de Maipú, Cathy Barriga, quien anuncia que ‘si se aprueba el proyecto tal cual como está, ya instruí a la dirección jurídica del municipio para que se impugne la eventual aprobación ante el Tribunal Ambiental’.

Camiones cada dos minutos para los próximos años

El proyecto en cuestión involucra US$ 60 millones y llevará kerosene de aviación al aeropuerto, con un caudal de 220 a 1.000 metros cúbicos por hora. Detrás de él están las grandes petroleras del país, porque Sonacol es controlada por el grupo Angelini —a través de Copec (40,80%) y Abastible (12%)—, pero también en la compañía es socia Petrobras (22,20%); la firma Enex, del grupo Luksic (14,94%); y la estatal Enap (10,06%).

La iniciativa cuenta con apoyo del Gobierno. ‘Para el Aeropuerto de Santiago es necesario e imprescindible la construcción del nuevo oleoducto de combustible de aviación, dado que esto permitirá aumentar la capacidad de alimentación de combustible a la planta al aeropuerto, para satisfacer la demanda que día a día se va incrementando de acuerdo al crecimiento de las operaciones aéreas’, señala al respecto la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

Sonacol enfatiza que de no hacer el oleoducto hay más perjuicios y riesgos que de hacerlo. Para empezar, porque el combustible necesario para los aviones se tendría que transportar por camiones por las calles de Maipú y Pudahuel, y cuya frecuencia será creciente, cada dos minutos en los próximos años, si sigue aumentando la demanda, proyectan en la empresa, lo que resulta inviable para ambas comunas.

Además, la firma aclara que el proyecto incorpora los mejores estándares mundiales de calidad, de manera de minimizar el riesgo.

El gerente general de Sonacol, Roberto Hetz, detalla que iniciaron el diseño del proyecto hace más de cinco años, adelantándose al momento en que la capacidad quedaría copada. ‘Pero el abastecimiento a las nuevas aerolíneas internacionales que llegaron al país en los últimos años, sumado a la oferta de los servicios low cost, entre otros factores, generaron un incremento por sobre lo calculado y previsto en la demanda’, explica Hetz.

Así, en enero de este año, el actual oleoducto de 6 pulgadas alcanzó su máxima capacidad de transporte y el suministro comenzó a complementarse a través de camiones estanques. Dados los problemas de congestión vehicular en la zona poniente de Santiago y los objetivos del plan de descontaminación de la Región Metropolitana, ‘se hace evidente que la utilización de un transporte alternativo con esa frecuencia resulta inviable para ambas comunas y para Santiago en general’, agrega el ejecutivo.

El proyecto aún está en trámite ambiental, al que ingresó en diciembre de 2016. ‘Estamos próximos a ingresar la adenda, que intenta responder con base científica y técnica las consultas y observaciones realizadas por los servicios evaluadores y por la comunidad, por lo cual sería muy importante que se pudiera contar con la resolución de calificación ambiental (RCA) favorable en los primeros meses de 2019, porque de esa manera estaríamos en condiciones de comenzar a operar a más tardar en 2021’, detalla Hetz.

Maipú: ‘Proyecto riesgoso’

Los vecinos no lo ven así. ‘El proyecto es muy riesgoso, ya que transporta combustible inflamable, cualquier explosión podría ser fatal’, dice la alcaldesa de Maipú. ‘Ya se han registrado dos derrames: uno en el año 1996 en Quilpué y el otro en el año 2001 en Reñaca, ambos con salida de combustible hacia la superficie’, dice la edil, aunque cabe precisar que ninguno en el oleoducto que mantiene Sonacol en Maipú.

La edil sostiene que un equipo multidisciplinario de especialistas técnicos y jurídicos evaluó el trazado que se propuso y la conclusión fue que Sonacol no se hacía cargo de las mitigaciones. ‘Un nuevo oleoducto generará una alta carga ambiental a los habitantes de la comuna, afectando su calidad de vida y salud. Utilizaremos todos los recursos jurídicos y administrativos para que el proyecto no se ejecute en la comuna’, adelanta Barriga, cuyo municipio ya realizó 495 observaciones de rechazo al proyecto.

La alcaldesa revela que a Sonacol ‘les propusimos un trazado alternativo, sin embargo la empresa lo rechazó’.

Respecto de la modificación del trazado, Hetz precisa que lo que se planteó es que se evitara que el nuevo oleoducto pasara por Maipú. ‘Qué más quisiéramos que acceder a lo que se nos pide, pero existe un hecho esencial: el complejo energético que abastece de todos los combustibles a la Región Metropolitana se encuentra en la comuna de Maipú’. Además, el trazado que contempla el proyecto utiliza el corredor energético ya existente, donde actualmente ya existen oleoductos, los que han operado por 60 años sin ningún problema, plantea.

Cualquier alternativa, agrega el gerente general de Sonacol, significa construir instalaciones de recepción, almacenamiento y la logística especial que requiere el combustible de aviación, lo que implica intervenir cerros, ríos, infraestructura vial, etc. ‘Es inviable técnica, ambiental y económicamente’, insiste.

En tanto, Sonacol señala que el cambio que solicitó la comunidad y las autoridades de Pudahuel, principalmente en el trazado, ‘es factible de hacer y tenemos la voluntad de incorporarlo al proyecto’.

El alcalde de Pudahuel, Johnny Carrasco, precisa: ‘Somos conscientes de la importancia que reviste la construcción de este oleoducto para el proceso de expansión que está experimentando el Aeropuerto Internacional de Santiago’, pero llama a hacer el proyecto con ‘los mejores estándares ambientales’. Carrasco señala que le pidieron a Sonacol la modificación de una parte del trazado que pasa por la comuna, que según esta empresa sí se hará. El edil agrega que no conoce de fugas o incidentes que hayan ocurrido en la comuna ligadas al oleoducto.

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